IMG_4267

El relanzamiento de la relación, en 2013, marca una etapa de tránsito hacia una relación mutuamente benéfica en materia comercial.
China se ha convertido en el segundo socio comercial de México y el tercer destino para las exportaciones mexicanas a nivel mundial.

La reconfiguración de la economía mundial, después de la crisis financiera de 2008 y el progresivo giro geopolítico hacia Asia-Pacífico, anticipan un escenario ideal para el fortalecimiento de las relaciones comerciales entre México y China, consideran investigadores del Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques del Senado de la República (CEIGB).

En un análisis, realizado con motivo del aniversario de las relaciones diplomáticas, que se conmemoraron el pasado 14 de febrero, se señala que, en los últimos 45 años, México y China han construido una relación bilateral sólida con un futuro promisorio en los ámbitos político y económico.

Asimismo, destaca que China se ha convertido en la economía más dinámica en el escenario internacional.

El CEIGB reconoce que, especialmente en el aspecto comercial, las últimas dos décadas han estado marcadas por diferendos en la materia; y, atribuye un mayor impulso en el mejoramiento de los vínculos comerciales por los actuales presidentes: Xi Jinping y Enrique Peña Nieto.

Resultado de ello, en junio de 2013, se adoptó una declaración conjunta que elevó la relación a una Asociación Estratégica Integral, el más alto nivel con el que China distingue a una relación bilateral. Este vínculo ha hecho de China el segundo socio comercial de México y el tercer destino para las exportaciones mexicanas a nivel mundial.

El CEIGB analiza la transformación en las relaciones económicas y comerciales a lo largo de estos 45 años, donde distingue tres grandes etapas:

La primera entre 1972 y 1989, marcada por flujos comerciales marginales y una relación superavitaria para México. La segunda, entre 1989 y 2013, caracterizada por el incremento exponencial del comercio internacional y las consecuentes tensiones y controversias por las prácticas comerciales de China. La tercera, el relanzamiento de la relación por parte de los presidentes Peña Nieto y Xi Jinping, en 2013, que marca el ingreso en una etapa de tránsito hacia una relación mutuamente benéfica en la materia.

En 1972, el embajador de México en las Naciones Unidas, Alfonso García Robles, estableció formalmente relaciones diplomáticas con la nación asiática, después de que la República Popular China fue reconocida en la XXVI Sesión Anual de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como única representante ante esta organización.

La nota de coyuntura del CEIGB presenta una radiografía general de la historia y el estado actual entre la relación bilateral entre México y China, dividiéndola en tres pilares; diálogo político, relación económica y comercial; y desafíos y oportunidades en el futuro.

Se puede conocer el análisis completo en el siguiente enlace:

http://centrogilbertobosques.senado.gob.mx/docs/130217_Mexico_China_45.pdf