image

* Desencanto con los gobiernos municipales del centro surgidos de la coalición; legisladores locales y federales piden castigo contra servidores públicos corruptos.

José Luis Sarmiento Gutiérrez
Fotos: Pablo Gómez

En el marco del Congreso Mundial de Ciudades Patrimonio que se realizó en la Verde Antequera, el ayuntamiento de Oaxaca de Juárez presentó una ciudad que no corresponde con la realidad, para ocultar el descuido y el abandono que sufre el centro histórico y los sitios de interés turístico. Los problemas que aquejan a la Verde Antequera todos los días, como el comercio ambulante, la inseguridad, el transporte urbano, la basura y las vialidades en pésimo estado, entre muchos otros, se escondieron de los invitados de diversas partes del mundo, quienes tuvieron una venda en sus ojos durante su estancia. Al concluir el evento de talla internacional, súbitamente se levantó el montaje y la ciudad denominada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad retorno al caos y la anarquía…
Y es que dice el dicho que “no hay plazo que no se venza” y la farsa que montó el ayuntamiento capitalino —por instrucción del presidente municipal, Luis Ugartechea Begué—, sucumbió ante la cruda realidad que viven los habitantes de la capital del estado, con el acostumbrado desorden y los deficientes servicios públicos.
Y es que unos días antes del Congreso Mundial de Ciudades Patrimonio, las autoridades municipales quisieron hacer lo que no pudieron —o no quisieron—, durante casi tres años de administración.
Calles que permanecieron en penumbras durante las noches, como el caso de Rayón o Miguel Cabrera, entre otras ubicadas a unas cuadras del zócalo capitalino, por fin se iluminaron.
A marchas forzadas lucharon brigadas de trabajadores contratados de última hora y cobraron 60 pesos por día (y si era necesario por noche), para darle una manita de gato al centro histórico.
“Nos pusieron a pintar fachadas de casas y comercios, postes de luz e incluso en algunas partes se aplicó pintura negra en las calles, para que lucieran como nuevas”, relató Jesús, al trabajar apresuradamente sobre avenida Juárez.
“Se nota que están soltando un billetote”, comentó sonriente, pues la chamba de esos días le sirvió para obtener algún ingreso, al encontrarse desempleado. “Ojalá vinieran esos gringos más seguido”, dijo deseoso.
En tanto, en las calles de las que se han apoderado los comerciantes ambulantes, como Las Casas, Bustamante, 20 de Noviembre y Aldama entre muchas otras, en el propio zócalo así como en el plantón que mantienen los Triquis frente a la Catedral, en la Alameda de León, de manera insólita se levantaron los puestos y carpas para dar un mensaje de orden, situación que no existe.
Del mismo modo, las principales rutas de transporte urbano que atraviesan el centro histórico fueron desviadas por vías alternas, para que los representantes de la UNESCO y los invitados de las ciudades patrimonio de todo el mundo, no vieran los ruidosos y contaminantes camiones viejos que prestan el servicio.
Los cestos de basura que permanecen desbordados de desechos durante días, lucieron limpios durante el Congreso, y los delincuentes que merodean en el centro fueron disuadidos por la presencia de varios policías en cada esquina, lo que nunca se había instrumentado en este gobierno municipal.
Además, las calles de la ruta desde el aeropuerto, hasta los hoteles que fueron sede del evento y los sitios donde se desarrollaron actividades, fueron pavimentadas y los baches tapados, incluso horas antes de inaugurarse el Congreso Mundial, para dar una buena impresión a las visitas.
Pese al buen sabor de boca que se llevaron los invitados al Congreso Mundial de Ciudades Patrimonio, las rancias características de la ciudad y la apatía de las autoridades se instauraron nuevamente en Oaxaca.
Quienes habitan, laboran o estudian aquí todos los días, constataron el regreso de los ambulantes y los camiones urbanos al centro, el deficiente servicio de recolección de basura y las calles en mal estado en gran parte de la ciudad, mientras que los policías regresaron a sus actividades cotidianas dejando libre el paso de nueva cuenta a la delincuencia.
Ante esta situación, el diputado Alejandro Avilés Álvarez, presidente de la Junta de Coordinación Política en la LXII Legislatura Local, sentenció que en la ciudad de Oaxaca se montó un escenario de tele-novela que no corresponde con la realidad.
Consideró que los altos mandos del ayuntamiento se pueden comparar con productores de Hollywood, quienes montan un escenario como el oeste, sin ser el oeste.
“Se parece cuando vinieron a filmar una tele-novela de amor y pusieron las calles limpias y las cosas bonitas, eso no corresponde con la realidad”. El pastor de la nueva legislatura refirió que los problemas de la ciudad no se arreglan con buenas intenciones.

Castigo a corruptos

Casi al término de los escandalosos gobiernos emanados de la coalición entre los Partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano (MC), en municipios como Oaxaca de Juárez, Santa Lucia del Camino y Santa Cruz Xoxocotlán, entre otros del centro, legisladores locales y federales se pronunciaron por castigar a quienes hayan incurrido en actos de corrupción.
El senador de la república, Benjamín Robles Montoya, sostuvo que “si hay casos de desviación de recursos, de quien quiera que sea, del pasado, del presente y del futuro, debe ser sometido ante el marco jurídico correspondiente”.
En el caso de la capital del estado, donde la Auditoria del Estado encontró irregularidades por un monto superior a los 387 millones de pesos que deberán ser reintegrados, indicó que se deben agotar los plazos y etapas que contempla la ley.
“Una vez que haya alguien que no ha cumplido, pues lo sentimos mucho pero no lo podemos permitir; si hay algo que Oaxaca no puede permitir, es que haya desviación de recursos, que haya impunidad”, advirtió el representante popular del PRD.
Luego de que la capital del estado y otros grandes municipios del centro regresaran a manos del PRI, el senador Robles Montoya consideró que los ciudadanos tienen en el voto la oportunidad de dar continuidad o cambiar de partido.
Por su parte el diputado Alejandro Avilés, también coordinador del grupo parlamentario del PRI, aseguró que van a revisar las actuaciones de los presidentes municipales, toda vez que en Oaxaca nunca se ha visto castigo ejemplar contra un edil que haya incurrido en desvío de recursos públicos en perjuicio de su pueblo.
Mencionó que en los municipios “la gente anota y luego vota”, por lo que el PRI recuperó importantes ciudades al notar que la coalición de la izquierda y derecha sólo sirvió para ganar las elecciones pero no para gobernar, “esa es nuestra realidad”.
Avilés Álvarez aseguró que habrá castigo para los que hayan saqueado los municipios y recordó que la Auditoria Superior del Estado tendrá que hacer bien su trabajo. “Aquellos funcionarios públicos municipales que no ejercieron bien su trabajo tendrán lo que les corresponde”, advirtió.
En su oportunidad la diputada local por el distrito I del centro, Martha Alicia Escamilla reconoció que los ciudadanos están desilusionados de las autoridades municipales y los funcionarios.
Ahora que estamos en el Congreso, dijo, vamos a revisar y en su caso modificar las leyes para que haya un castigo ejemplar para que en los nuevos ayuntamientos que iniciarán funciones el primero de enero los funcionarios piensen antes de cometer algo indebido.
“Exigiremos que todos los presidentes municipales trabajen con honradez, porque Oaxaca ha llegado hasta donde estamos porque los ciudadanos lo hemos permitido y todo mundo se queja pero nadie hace nada”.
La legisladora de mayoría relativa lamentó el engaño con el que se presentó la ciudad de Oaxaca a los invitados del Congreso de Ciudades Patrimonio.
“Todos los que vivimos aquí, los que transitamos diariamente por la ciudad, nos damos cuenta de que se presentó a los visitantes una mentira y no estamos de acuerdo”.
Escamilla condenó que se haya puesto orden en la ciudad sólo por unos días, cuando se debieron construir acuerdos para solucionar los problemas de manera definitiva.
“Estamos en desacuerdo de que se dé una imagen que no es, lo correcto es presentar la ciudad con los problemas que tiene en verdad, porque incluso los organismos internacionales podrían ayudar a solucionar la problemática”, agregó.