goyo jimenez

MARCELA TURATI.
Goyo, me gustaría asegurarte que cambiaste la historia, que lograste unir al gremio, que no habrá otra desaparición que ocurra en silencio. Pero no puedo adelantarme. / Eso sí, tu caso fue diferente porque tu jefa y tus compañeros se la jugaron por ti, porque en Veracruz ya se sacudieron el miedo. / Como Antígonas, tus compañeras periodistas desafiaron las leyes del estado y salieron a buscarte, intentaron regresarte a casa. Ahora te pido, protégelas de toda ira. Protégelas de quienes no conocen la palabra dignidad./ Por todo el país y desde distintas partes del mundo nos pusimos como antifaz tu rostro. Reclamamos que te liberaran, gritamos tu nombre y que te queríamos de regreso./ El gobierno dictaminó que tu vida valía una casa, eso fue lo que intentó regalarle a tu viuda para asegurar su silencio./ Por un minuto pensamos que te encontraríamos vivo, que por primera vez habíamos logrado rescatar a un periodista de la muerte, que tú serías parteagüas de esta tragedia. Hasta que apareciste. / ¿Y sabes? rapidito aclararon tu muerte, dicen que no fue por tus notas sobre secuestros, tampoco fue un crimen pasional como el de Regina, fue una riña de vecinos (vecinos que arrojan cuerpos en fosas sobre otros cuerpos). / Tu vida costó 20 mil pesos en este país donde todos somos ejecutables y desaparecibles. Me dueles Goyo y todos los Goyos desconocidos. / Por tì guardaremos días de silencio, para llorar, para tomar aire, para recuperar fuerzas, porque sabemos que tenemos que seguir denunciando hasta que los silenciadores aprendan que ni uno más. /Por tí lucharemos para que no te conviertan en número, el número 10, el décimo asesinado durante los últimos 3 años en Veracruz, ese estado tóxico para los periodistas. Te salvaste de ser el quinto desaparecido. / Pensándote me pregunto ¿Para qué tanta fiscalía especializada en delitos contra periodistas si no funcionaron? ¿Para què tanto mecanismo de dizque protección que no protegen? ¿Para qué tanta mentira? / Lo que sigue, Goyo, es hacer periodismo. Es hacer lo que sabemos. Usar la rabia, la indignación, la tristeza hasta construir esperanza. Que nos tengan miedo, que aprendan a respetarnos, hasta lograr que esta historia de muerte no se repita./ Lo que sigue es investigarlos. Otra vez silenciaron a uno de los nuestros, y ya estamos cansados./ No recuerdo desde cuándo nos expulsaron de las redacciones y nos obligaron a salir a las calles, como nómadas, a pedir justicia, a pedir que el siguiente aparezca, a enterrar a los que siguieron, a gritar que paren esta cacería/ Queremos volver a reportear, tú lo entiendes. Queremos seguir haciendo periodismo y morir de viejos, y morir tranquilos, llenos de experiencias, y morir sonrientes, y morir vivos.