Amigas, amigos:

Celebro estar en Tula, Hidalgo, conmemorando un aniversario más de la Expropiación Petrolera.

Esta fecha es histórica, porque significó un cambio en la política petrolera, en la política económica de nuestro país de ese entonces, el petróleo estaba en manos de extranjeros. Desde que se perforó el primer pozo en San Luis Potosí, en Ébano, se concesionó la industria petrolera a compañías extranjeras durante el gobierno de Porfirio Díaz.

Y fue toda una gesta el recuperar el petróleo, comenzó con este proceso de nacionalización del petróleo el presidente Venustiano Carranza y los constituyentes de 1917, que establecieron, en contra de los intereses de las compañías, establecieron en el artículo 27 de la Constitución, actual, vigente, que el petróleo era de la nación.

Muy distinto a lo que sucedía y sigue rigiendo en otros países, sobre todo en Estados Unidos, en donde el dueño de la tierra es también el dueño de las riquezas del subsuelo. Eso fue un cambio importante en la Constitución.

Pero era tan fuerte el poder de las empresas extranjeras que, aunque estaba establecido en el artículo 27 el dominio de la nación sobre el petróleo, esto no podía llevarse a la práctica, porque las compañías petroleras tenían mucho poder.

En las regiones donde explotaban el petróleo, tenían hasta ejércitos, guardias blancas, todo el Golfo de México, Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Campeche, toda esa región controlada por las compañías petroleras extranjeras. No se podía ni siquiera aprobar la ley reglamentaria del artículo 27 constitucional, no pudo, y lo intentó el presidente Obregón, no pudo el presidente Calles.

Es hasta el 18 de Marzo de 1938 en que se toma la decisión histórica de expropiar el petróleo, de regresar a la nación mexicana lo que es de todos nosotros, de esta generación y de las futuras generaciones.

¿En ese entonces qué dijeron? Que no íbamos a poder los mexicanos, que iba a fracasar la industria petrolera y no fue así, se quedaron con las ganas, porque los trabajadores y los técnicos mexicanos sacaron a flote a la industria petrolera nacional. Pero siempre ha habido el acecho, siempre la intención de regresar el petróleo a manos de particulares.

Después del gobierno del general Cárdenas se llevaron a cabo contratos que se les conoció como contratos-riesgos. Se entregaron grandes extensiones del territorio, sobre todo en el Golfo, para que compañías extranjeras explotaran el petróleo y se compartieran las utilidades. Esto lo llevaron a la práctica.

Pero otros presidentes empezaron a recuperar el origen de la expropiación. El presidente Ruiz Cortines modificó el artículo 27 y estableció que no se iban a permitir concesiones ni contratos en lo relacionado con la explotación petrolera.

Luego, al siguiente sexenio, el presidente López Mateos fue más allá y dijo -y así quedó escrito en la Constitución, en el artículo 27- que no se iban a permitir ni concesiones ni contratos.

Y a partir de esa reforma, el gobierno de Díaz Ordaz, siendo director de Pemex Jesús Reyes Heroles, se cancelaron los llamados contratos-riesgos.

Saben que uno de esos contratos incluía lo que después fue Cantarell, fue como un milagro el cancelar, unos años antes, pocos años antes, esos contratos-riesgos.

Bueno, se avanzó en el desarrollo de la industria nacional, pero llega el llamado periodo neoliberal.

¿Saben qué es el neoliberalismo? Es neoporfirismo, eso fue lo que padecimos 36 años. Por eso ayer dije que se abolía en México la política neoliberal y estamos iniciando una nueva política, una etapa nueva en el posneoliberalismo, que significa esta nueva etapa en la vida pública del país.

¿Qué hicieron en los 36 años de política neoliberal o de pillaje? Apostaron a destruir la industria petrolera y la industria eléctrica.

Pero no pudieron, también fue como un milagro, porque ya cuando estaban a punto de consumar la destrucción de la industria petrolera y de acabar con la economía nacional tocó la campana, sonó la alarma el 1º de julio del año pasado y el pueblo decidió por un cambio verdadero.

Y hemos hecho el compromiso de que vamos a rescatar de nuevo a la industria petrolera nacional.

No les dio tiempo de llevarse todo, porque entregaron contratos, pero sólo comprometen el 20 por ciento de todo el potencial petrolero, sólo el 20 por ciento, 80 por ciento sigue estando bajo dominio de la nación y así continuará.

Y, además, no vamos a incumplir con esos contratos, es decir, se van a respetar esos contratos y los vamos a poner a competir, porque les vamos a demostrar que vamos a hacer más eficiente a Pemex que las empresas particulares.

No vamos a cancelar esos contratos, que continúen y ojalá y algún día inviertan como ofrecieron y que extraigan petróleo, porque hasta ahora no ha habido nada. Engañaron, dijeron que con la llamada Reforma Energética, como aquí se mencionó, íbamos a estar extrayendo tres millones de barriles diarios.

¿Cuánto estamos extrayendo? Como aquí se dijo, un millón 700 mil barriles. Se cayó la producción petrolera desde que se aprobó la Reforma Energética, a la fecha en 800 mil barriles diarios, un rotundo fracaso, no aumentó la producción ni de petróleo, lo mismo con las gasolinas, estamos produciendo menos gasolinas.

Es una vergüenza que consumimos 800 mil barriles diarios de gasolinas y solo estamos produciendo 200 mil, estanos comprando en el extranjero 600 mil barriles diarios.

Estamos, desde luego, produciendo menos productos petroquímicos y está recibiendo menos la hacienda pública de ingresos que provienen del petróleo.

Hace relativamente poco, hace 10 años, el 40 por ciento del presupuesto era de ingresos producidos por el petróleo, ahora es el 20 por ciento lo que obtiene la hacienda pública.

Por eso no se puede decir que fue una buena decisión para el país, para la nación la llamada Reforma Energética, es más, aumentaron los precios de los combustibles.

¿Qué es lo que nosotros ahora vamos a llevar a la práctica, qué es lo que ya se está haciendo?

Primero, vamos a recuperar la producción de petróleo como aquí se dijo, vamos a que se vuelva a producir petróleo con 20 nuevos campos petroleros, porque estamos dedicando presupuesto suficiente a este propósito.

Vamos a aumentar la producción de petróleo en el sexenio, vamos a rehabilitar las seis refinerías, acabamos de estar en una inspección en la refinería de Tula, fierros viejos que no han recibido mantenimiento durante mucho tiempo, es heroico lo que hacen los trabajadores petroleros.

Vamos a rehabilitar las seis refinerías y vamos a construir, como aquí se mencionó, una nueva refinería, que no se construye una nueva refinería, y no es casual, desde hace 40 años, tiene que ver con este periodo neoliberal.

¿Y para qué vamos a rehabilitar las seis refinerías y vamos a construir una nueva refinería?

Porque queremos en tres años dejar de comprar la gasolina en el extranjero y producir en México todo lo que consumimos. Esa es la nueva política.

Y no es nada nuevo, así fue durante muchos años, éramos autosuficientes en producción de petróleo, autosuficientes en gasolinas, autosuficientes en productos petroquímicos y nos volvimos dependientes por la política económica neoliberal o política de pillaje.

Por eso estamos ante el inicio de un nuevo paradigma, vamos a transformar a Pemex y vamos a transformar a México.

Vamos a rescatar esta industria tan importante para el desarrollo del país, que va a ser palanca para el desarrollo de México, Pemex y la Comisión Federal de Electricidad, las dos empresas de la nación estratégicas.

Y reitero el compromiso, vamos a producir más petróleo, más gasolinas, más productos petroquímicos, más energía eléctrica y no van a haber gasolinazos, vamos a mantener en términos reales los precios de los combustibles, sin aumento en las gasolinas, en términos reales, sin aumento en el diésel, sin aumento en el gas, sin aumento en el costo de la energía eléctrica.

¿Y cómo vamos a llevar a cabo todo esto? Lo vamos a llevar a cabo con el apoyo de los trabajadores petroleros. Vamos a llevar a cabo esta transformación con el apoyo de obreros, de técnicos, de ingenieros de la industria petrolera y, sobre todo, porque esa es la esencia de nuestra propuesta, de nuestro plan.

Si me dicen: ‘A ver, diga en unas cuantas palabras, en lo que tarda parado en un solo pie, qué es lo que significa la Cuarta Transformación de la vida pública de México´: Acabar con la corrupción, ese es el plan, se acaba la corrupción tolerada en Pemex, se acaba el huachicoleo arriba y abajo.

Nada ha dañado más a México que la deshonestidad de los gobernantes, nada ha dañado a México que la corrupción política. Por eso tengo confianza, nos va a alcanzar, nos va a rendir el presupuesto y México se va a convertir en una gran potencia, va a ser ejemplo mundial, porque vamos a lograr la prosperidad con dimensión social.

Progreso con justicia. ¡Que viva la industria petrolera nacional!

¡Que viva el general Lázaro Cárdenas del Río!

¡Viva México!

¡Viva México!

¡Viva México!