CADA AÑO, en la edición de las “100 Mujeres Más Poderosas”, de Forbes México, nos topamos con un dilema (un happy problem, como se estila decir en muchas redacciones): ¿Por qué solamente incluimos a 100?
Y, en verdad, es una labor difícil, no por alcanzar esa cifra, sino porque cuesta traba- jo, en realidad, decidir quiénes van a estar en la lista final.
Al ser una revista de negocios, nuestra primera tentación es incluir sólo a mujeres de ese rubro. Sin embargo, en el ejercicio realizado durante los siete años que Forbes México lleva circulando, en el listado he- mos incluido siempre a mujeres de diversos ámbitos de la sociedad mexicana.

Nominada al Oscar por su participación en la cinta Roma, se integró, este mes de mayo, como columnista del diario The New York Times, con una pieza sobre el racismo del que fue objeto tras la proyección de la película. Esta oaxaqueña se ha convertido en voz de campañas contra la dis- criminación de género y a favor de las trabajadoras del hogar, rubro que, en México, agrupa más de 2 millones de personas, en su mayoría, mujeres.