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* Lamentan clima de impunidad, pues no se ha esclarecido ningún hecho violento contra líderes regionales, legisladores ni ediles.

José Luis Sarmiento Gutiérrez

Fotos: Pablo Gómez

Un clima de temor y zozobra prevalece entre militantes y dirigentes del Partido de la Revolución Democrática (PRD), ante la ola de asesinatos, atentados, hostigamiento y represión que golpea contra ese instituto político, que en coalición con el PAN, PT y MC llevó al poder alGobernador Gabino Cué, y que supuestamente gobierna conjuntamente con él. Peor que en los tiempos del PRI “represor”, en los tres años de la actual administración “democrática” se han recrudecido los actos violentos contra cuadros distinguidos del “Sol Azteca”, y la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) no ha podido llevar a ninguna persona tras las rejas, para que pague por el derramamiento de sangre.

En los tres años que lleva la administración actual se han podido documentardiversos hechos violentos en los que han perdido la vida, se han salvado o se encuentran graves, perredistas destacados y reconocidos, independientemente de otros actos contramilitantes que se registran en las comunidades y que no se han contabilizado, por no tratarse de personajes políticos.

De acuerdo con una recopilación en poder de este medio de comunicación, cuando gobernaba el Partido Revolucionario Institucional (PRI) —que ha sido señalado por la izquierda de represor e incluso de asesino, durante el conflicto social del 2006—, sólo se recuerdan seis asesinatos de perredistas:

Era el 26 de septiembre del 2004, en la recta final del gobierno de José Murat, cuando fue asesinada la candidata a la presidencia municipal del PRD a la presidencia municipal de San José Estancia Grande, Guadalupe Ávila Salinas.

El 18 de Mayo del 2006, ya con Ulises Ruiz en el gobierno y poco antes que estallara la revuelta social, el militante del sol azteca y dirigente de la Red Internacional de Indígenas Inmigrantes Oaxaqueños, Prof. Moisés Cruz, fue victimado en San Juan Mixtepec, en la región Mixteca.

Luego, el 7 de abril del 2009, Beatriz López Leyva, dirigente perredista, fue asesinada por un desconocido en el municipio de San Pedro Jicayán, según dio cuenta el gobierno del estado de aquel entonces.

En el 2010, en pleno proceso electoral por la gubernatura, la legislatura y las presidencias municipales de Oaxaca, se agudizó la violencia contra cuadros del sol azteca.

El 17 de marzo de ese año, fue masacrado con ocho impactos de bala el dirigente perredista de San Andrés Huaxpaltepec, Sótico Silvestre López, en la entrada de ese pueblo de la costa Oaxaqueña, lo que fue calificado por la dirigencia estatal del partidocomo un crimen político.

El 5 de agosto del 2010, fue balaceado con armas “AK-47”, de las llamadas “Cuerno de Chivo”, el ex alcalde perredista de San Pedro Atoyac, Heladio Guzmán Gil,hecho ocurrido en la carretera estatal Pinotepa Nacional-San Pedro Jicayán, también en la región costera.

El 8 de Octubre del 2010, poco antes de terminar la gestión de Ulises Ruiz Ortiz, fue asesinado delante de su hijo de 11 años, el presidente municipal electo de Mártires de Tacubaya, Antonio Tomás Jiménez Baños.

En ninguno de estos seis homicidios hubo detenidos por parte de los gobiernos priístas, por lo que han pasado a la posteridad en total impunidad.

 

Diciembre de 2010, fatal

 

Luego de derrocar al PRI del gobierno del estado, la coalición PAN-PRD-PT-MCinició el gobierno de alternancia, con muchas expectativas entre la ciudadanía,principalmente en materia de justicia social, tras décadas de administraciones del tricolor que finalmente entregaron el poder, al terminar seriamente cuestionadas.

A sólo dos semanas de haber tomado posesión el mandatario actual, el 14 de diciembre de 2010, fue asesinado Armando López Hernández, de forma paralela a otro de los primeros hechos violentos de este sexenio que consternaron a la población, por el doble homicidio de los hijos del comisariado ejidal de Santiago Jamiltepec, José López Merino.

Antes de terminar ese mismo año, mataron también a otro líder perredista, Bonifacio Pérez Ramírez y el 22 de diciembre mataron al perredista y agente municipal de Coyantes, en la costa, Juan Pérez Vielma.

En plena noche buena, el 24 de diciembre de 2010, fue ultimado a balazos por un desconocido en la ciudad de Tlaxiaco, Miguel Cruz José, quien participaba como representante de la comunidad de Santo Domingo Yosoñama en la mesa de diálogo con San Juan Mixtepec, para solucionar las disputas de tierras entre ambas poblaciones.

Y para el año nuevo, en pleno 31 de diciembre de 2010, en San José Tenango, región de la Cañada, fueron atacados a balazos los representantes regionales del sol azteca, Joaquín García Cerqueda, Elodio Zaragoza García, Amador García Catarino, Lucio García Ceferino y Hermenegildo García García.

Todos sobrevivieron, pero varios se encuentran delicados de salud y con secuelas del ataque armado.

 

Reseña sangrienta

 

Al cierre de esta edición, el último de los perredistas caído, el 18 de mayo del 2014, fue Roberto Avendaño Guzmán, ex presidente municipal de Guevea de Humboldt, postulado por el PRD, PAN y PT, quien fue emboscado por tres sujetos que lo interceptaron en la salida de Santiago Laollaga y lo asesinaron de tres impactos de bala.

El 11 de febrero de este año, Constantino Pérez Mendoza fue interceptado por varios sujetos en el camino de las agencias Sabino Soto a San Martín Duraznos y recibió varios impactos de bala, pero afortunadamente sobrevivió al atentado.

En 2013, el 11 de septiembre, consternó al pueblo de Oaxaca el certero crimen en contra del diputado local del PRD y presidente municipal electo de su pueblo, San Andrés Cabecera Nueva, Prof. Everardo Hugo Hernández Guzmán, quien pereció baleado cuando cenaba en un pequeño restaurante del municipio de Santa Cruz Xoxocotlán, aledaño a la capital.

Del mismo modo, el 27 de Junio del 2013, Nicolás Estrada Merino, presidente del VII Consejo estatal del PRD en Oaxaca, murió de tres impactos de bala.

“El líder regional del PRD se encontraba desaparecido desde el domingo 16 de Junio de 2013, día en que su vehículo fue encontrado calcinado, de acuerdo con la versión de la Procuraduría estatal”, destaca la reseña.

Recuerda también el cobarde asesinato del dirigente de la central Campesina Cardenista Democrática (CCCD), Renato Cruz Morales, también militante del PRD y de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), quien fue victimado en la Cuenca del Papaloapan, según lo reportó en su momento la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).

Al hacer un análisis de esta reseña, las fechas de todos los crímenes coinciden con tiempos electorales, sin embargo, las autoridades estatales insisten en supuestas líneas de investigación ajenas a la actividad política de los perredistas, quienes han puesto la cuota de sangre en la llamada “transición democrática”.

 

PRD paga costos de

la transición: RMS

 

Ante este escenario, el presidente del Comité Directivo Estatal del PRD, Rey Morales Sánchez, consideró desafortunado que esto suceda en el periodo de alternancia de gobierno, en una transición que pensaron, podría caminar hacia la izquierda.

“Los perredistas y los dirigentes sociales en el estado de Oaxaca, los de izquierda, hemos pagado los costos de la transición, porque tenemos la tesis de que quieren mantener al gobierno de Gabino Cué en plena desestabilización política, en un estado de inseguridad y de malestar social”, estimó.

Recordó que le han solicitado al gobernador una acción de gobierno que no se ha llevado a la práctica, mientras que las instancias de procuración de justicia del estado han dejado ver que no han avanzado para nada en las investigaciones, por los crímenes cometidos contra perredistas.

Lamentó que haya omisión de las autoridades, lo que permite el grado de impunidad, al no haber ningún detenido del 2010 a la fecha; “creo que la justicia está en plena parálisis”, condenó.

 

Asesinatos políticos

 

Rey Morales rechazó categórico los argumentos de que motivos o actividades personales de los fallecidos pudieran ser líneas de investigación verosímiles, pues se cometieron asesinatos contra diputados, presidentes electos y candidatos en tiempos de elecciones, por lo que están claramente ligados a la actividad política de las víctimas.

“Deslindo a mis compañeros perredistas de todo señalamiento de índole personal, son dirigentes sociales y políticos en sus comunidades, quienes al hacer trabajo político para que haya progreso en la comunidad afectan intereses de algunos caciques en el tema económico y en el tema de control político”, opinó.

Y dijo que quienes sienten afectados sus intereses, no caminan por el esquema jurídico ni de la legalidad, por lo que optan por el asesinato y la violencia para frenar a quienes les impiden mantener el control de sus comunidades.

Sin embargo, añadió, no hay ninguna línea de investigación clara por parte de la Procuraduría. “Son temas políticos, nos atrevemos a mantener esa hipótesis, no aceptamos que nos digan que son asuntos de carácter personal”, recalcó.

 

El riesgo de

ser perredista

 

El presidente estatal del sol azteca indicó que desde hace 25 años, cuando se fundó el Partido de la Revolución Democrática en el país, sus militantes y dirigentes han vivido en un escenario de hostigamiento, de amenazas de muerte y de amenazas por parte de los caciques en las divesas regiones de Oaxaca y México.

Pese a ello, dijo, “nunca habíamos tenido en Oaxaca como ahora, esa situación de que se han hecho efectivas las amenazas, porque las amenazas ya las tomábamos como algo natural, pero ahora está de por medio el interés de desestabilizar Oaxaca”.

Morales Sánchez mencionó que las personas del PRD que se encuentran en riesgo y bajo amenaza no cuentan con medidas cautelares, sobretodo algunos líderes de la costa y sierra sur, en el istmo de Tehuantepec, la Cañada y la Mixteca, así como en los propios valles centrales y zona metropolitana.

 

 

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