image

* La desnutrición infantil y padecimientos derivados del mismo, han cobrado la vida de al menos cinco niñas y niños en Santa Ana Zegache, Ocotlán, municipio incluido dentro de los supuestos beneficiarios.

Carina García

Esperanza Galván

Fotos: Agencia PAGOSA

La desnutrición infantil severa incrementa, se devora y consume a la Cruzada Nacional Contra el Hambre; si bien existe un registro oficial de 195 muertes por esta causa, la cifra podría duplicarse. Tan sólo en Santa Ana Zegache, uno de los tantos municipios considerados por el programa, se ha documentado  el fallecimiento de cinco menores de edad.

La localidad, ubicada en el Distrito de Ocotlán de Morelos, fue una de las principales que figuraban en la lista de las 133 localidades que serían atendidas por esta iniciativa.

La falta de operatividad, estructura y de orden, ha generado que esta, así como otras comunidades, continúen en la espera de que los recursos materiales, alimentarios y económicos aterricen, mientras que sus niños y niñas pierden la vida.

El municipio de Santa Ana Zegache no cuenta con comedores comunitarios, reveló el presidente municipal, Elmer Gaspar Guerra, quien aseguró que la desnutrición infantil y padecimientos derivados del mismo, han cobrado la vida de al menos cinco niñas y niños.

“Proponemos un ejercicio en donde no sólo pueda salir beneficiado el sector educativo, también personas de la tercera edad y de escasos recursos”, dijo  al exponer que este tipo de programas son indispensables debido a que existen un número significativo de infantes que presentan bajo peso y estatura que no coincide con la edad.

Al recordar que se han presentado fallecimientos infantiles, manifestó que las administraciones pasadas del municipio no se preocuparon por esta situación, al contrario, dijo, sólo realizaron obras que nada tienen que ver con el desarrollo y bienestar social de la comunidad.

“Han fallecido cerca de cinco niños ante la falta de una nutrición”, expuso  al considerar que con dicho programa federal se podrá abatir esta situación, así como los índices de marginación y pobreza que se registran en la zona, pero no se le ha dado el interés necesario y los resultados tardarán para poder palparse.

Debido al protocolo y a las reglas de operación los servicios y recursos del mismo no han sido aterrizados. Sin embargo confió en que en breve se pueda realizar las obras de agua potable y electrificación en coordinación con la Comisión Nacional de los Pueblos Indígenas (CDI) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua), que juntos sumarían una cantidad de 11 millones de pesos, esto a pesar de que la gran parte de las dependencias estatales y federales han registrado un subejercicio, porque no aplicaron el dinero.

 

Municipios pobres fuera de la Cruzada

En el año 2010, unos 28 millones de mexicanos presentaron carencias graves en la alimentación, lo que ha incrementado las tasas de mortandad por desnutrición y complicado muchas enfermedades que se podrían combatir –además de tratamientos médicos– con una buena alimentación, principalmente en la infancia y la tercera edad, así como en las mujeres en edad reproductiva.

En el sitio oficial de Internet del programa, aparece el “mapa del hambre”, donde en Oaxaca se citan los municipios que presentan problemas graves de desnutrición, en donde habitan unas 250 mil personas.

Sin embargo, al anunciarse el plan estratégico de la federación, no se incluyeron de “manera automática” los 400 municipios prioritarios ni las localidades con índices más graves de pobreza, pero, eso sí, muchas comunidades de estados que parecen rentables en la estrategia electoral.

Les dieron prioridad a ciudades como Aguascalientes, donde según el CONEVAL (Consejo Nacional de la Evaluación de la Política de Desarrollo Social) sólo el 2.3 por ciento de la población se encuentra en pobreza, así como Tijuana, Ensenada y Mexicali, en Baja California, donde sólo el 3.5 por ciento de la población se encuentra marginada.

Sin embargo, San Francisco Tlapancingo, Oaxaca, donde el 56.1 por ciento vive en pobreza extrema, o Zirándaro, Guerrero, con un 57.4 por ciento, son comunidades que no están previstas en la cruzada contra el Hambre.

Otros municipios con alto índice de marginación en Oaxaca son Huatepec y San Bartolomé Ayautla con casi el 60 por ciento por ciento de la población afectada por la pobreza y desnutrición.

Del mismo modo, San Cristóbal Amatlán, con el 53 por ciento; San Martín Itunyoso, con el 52; Santa Cruz Acatepec y Santa María La Asunción con el 48 por ciento; SantiagoYaitepec con el 46 por ciento; San Juan Coatzóspam y San Simón Zahuatlán con el 45; San Juan Lachao con el 44 y San Lucas Ojitlán con el 42 por ciento, igual que Coicoyán de las Flores.

Otros municipios del mapa del hambre que rebasan el 40 por ciento de población afectada, son Magdalena Mixtepec, Santa María Zaniza, Santiago Jutlahuaca, San Felipe Jalapa de Díaz, San Francisco Chapulapa, San Miguel Chicahua, San Miguel Huautla y San Pedro El Alto, entre otros con menores índices.