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Por. Gildardo Mota

Un canto con caracola, velas encendidas, incienso, flores, pancartas, flores, fotografías y cientos de hojas que portaban nombres formaron este sábado parte de un ritual a favor de la vida y en memoria de las más de 200 mujeres que han sido asesinadas desde 2010 a la fecha, cuyas familias exigen justicia al gobierno de la alternancia del cambio que encabeza Gabino Cué Monteagudo, que por momentos muestra desmemoria.

 

No queremos más muertes de mujeres y hombres, queremos vida, amamos la vida, alto a los feminicidios, basta de la indolencia gubernamental, fue el reclamo de decenas de familias que asistieron al zócalo de la ciudad y que participaron en la “Calenda por la Vida”, convocada por 20 agrupaciones civiles, sociales y campesinas. En contraste, el Palacio de Gobierno registraba un servicio de fumigación, razón por la que hasta sus huéspedes, los funcionarios públicos, cambiaron de sede hasta nuevo aviso, solo los policías preventivos, informantes-orejas de corporaciones policiales, del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, del ayuntamiento de la ciudad de Oaxaca y de partidos políticos se mantenían atentos al desarrollo del programa artístico-cultural de la “Calenda por la Vida”.

Durante el evento se citaron solo 100 de los más de 200 nombres de mujeres asesinadas de 2010 a la fecha, entre ellos: “Alberta “Bety” Cariño Trujillo, ex directora del Centro de Apoyo Comunitario Trabajando Unidos, asesinada el 27 de abril de 2010 por integrantes de la organización paramilitar priísta la Unión de Bienestar Social de la Región Triqui. Se escucharon otros nombres, seguidos de la frase “sigue la luz”, como: Verónica Cruz, Victoria Severiano González, Luz Lorena García, Reyna Elías Sánchez, Venancia Gutiérrez Hernández, Martha Jazmín Hernández Chamorro, María Karla Cortés, Narcisa Cruz Merino, María Teresa Carrera Osorio, Eugenia Lara Avendaño, Azucena Denis García Reyes, Elena Hernández Ríos y Victoria Díaz Hernández, entre otros. Y es que de acuerdo a las organizaciones convocantes de la “Calenda por la Vida”, las vías tradicionales de la política se encuentran en franca crisis, las instituciones están debilitadas y el marco jurídico que las regula adolece de serias deficiencias, lo cual coloca a Oaxaca ante un escenario de descomposición social que desencadena en un estado de confusión y vacío en la ciudadanía.

A más de dos años de gestión del gobierno de Gabino Cué Monteagudo el proceso del cambio democrático en Oaxaca quedó en un cambio de colores, una muestra es que políticos del antiguo régimen ostentan cargos de importancia en la actual administración, mientras que el uso de la fuerza pública para resolver demandas ciudadanas se ha vuelto un hecho común, se han privilegiado los intereses de los inversionistas extranjeros sobre los derechos del pueblo de Oaxaca, manifestaron los dirigentes de Servicios para una Educación Alternativa (EDUCA) y de Organizaciones Indias por los Derechos Humanos en Oaxaca.