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Jovel, Chiapas, México
Jorge Hernández / Frayba

“porque los castigos van siendo progresivamente más duros.”
(Pedro y el Capitán)

“no tienen piedad de ti, tú gritas y no les importa, te siguen golpeando. Los torturadores no razonan, sólo siguen sus instintos más salvajes, no les importa, no te ven como ser humano. Los policías creen que yo no puedo hacer nada, que tengo miedo, y reconozco que tengo miedo, pero si puedo hacer muchas cosas, tengo mucho coraje, puedo denunciar ” (testimonio de víctima de tortura)

El 26 de junio se conmemora el Día Internacional en Apoyo a las Víctimas de Tortura, esta fecha es para recordar que no existe ninguna justificación para la práctica de la tortura. En este contexto el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas presenta el informe: La Tortura, mecanismo de terror.

Este Informe Especial sobre la Tortura en Chiapas, es continuidad del documento: De la Crueldad al Cinismo, presentado el año pasado. Esta actualización de los casos documentados por este Centro de Derechos Humanos, demuestra que la Tortura no es sólo cifras, sino historias de hombres, mujeres, rostros, voces, dolores de las y los sobrevivientes y de sus familias.

El contenido de La tortura, mecanismo de terror, se basa en la información entregada, el 29 de abril de 2014, al Sr. Juan E. Méndez, Relator Especial de Naciones Unidas sobre la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, en una reunión sostenida con él en la ciudad de Tapachula, durante su visita oficial a México.

La tortura se vive frecuentemente en México, es un método de investigación policial, de control, de terror; producto de la violencia engendrada por el sistema político; ejercida por quienes desde el gobierno representan el poder.

La tortura como método recurrente devela un sistema de justicia corrupto y distante a la garantía de protección y seguridad jurídica. Aunque los gobiernos federal y del estado de Chiapas, realizan y publicitan reformas legislativas, políticas públicas y ratifican su compromiso en instancias internacionales, la realidad rebasa los límites. La tortura se oculta, es tolerada, permitida y ejercida desde quienes tienen la responsabilidad de la administración de justicia, desde las estructuras de gobierno las violaciones a los derechos humanos son la norma.

El regreso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el gobierno federal y de su aliado el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en Chiapas, que llevó a la gobernatura a Manuel Velasco Coello, han dado continuidad a aspectos como:

1. La construcción de un enemigo interno, para justificar la restricción de derechos a la población.

2. El aumento de la militarización en comunidades indígenas y zonas urbanas lo cual ha intensificado las violaciones a los derechos humanos.

3. La criminalización de quienes se organizan y defienden derechos humanos, así como de la sociedad en general.

4. Las propuestas de reformas constitucionales para legalizar prácticas violatorias de derechos humanos.

En este contexto, el Frayba documentó 17 eventos en donde se realizó al menos un acto de tortura. Los municipios donde se registraron estos actos son: Tuxtla Gutiérrez (6), Tapachula (2), Chenalhó (2) y con un caso cada uno en Simojovel, Maravilla Tenejapa, Arriaga, San Cristóbal de Las Casas, Palenque, Sabanilla y Acala.

En cuanto a las víctimas, 14 son hombres, uno de ellos menor de edad y 3 mujeres. Dos de las víctimas murieron bajo custodia policial, presumiblemente a causa de los golpes recibidos, una en el municipio de Acala y otra en Tapachula.

En el caso de las mujeres, quienes además han sufrido violencia en razón de género, la situación es muy vulnerable, ya que no confían en sus redes de apoyo (familia y/o comunidades) por el miedo a ser estigmatizadas y/o vueltas a violentar por denunciar lo sucedido.

En los actos de tortura cometidos contra mujeres, los métodos utilizados tienen una connotación sexual. La violencia sexual es una de las armas privilegiadas y elegidas por los perpetradores para degradarlas moralmente, humillarlas y aplicar un castigo diferencial de acuerdo a su género.

Entre los autores responsables de estos hechos se encuentran: militares; funcionarios de la PGJE de Chiapas, de manera específica la Fiscalía Especializada Contra la Delincuencia Organizada (FECDO) y la Fiscalía de Distrito Metropolitano; Policías Municipales; Policía Ministerial; Policía Estatal Preventiva; médicos legistas de la PGJE, autoridades comunitarias tradicionales y civiles con anuencia de agentes del Estado.

El Frayba ha tomado nota de las omisiones en los reportes del personal médico de la PGJE, quienes se limitan a realizar una revisión médica rutinaria de lesiones físicas. Estos mismos profesionales prolongan con su ineficiencia y falta de ética el sufrimiento de las y los sobrevivientes de tortura.

La intencionalidad de la tortura, en los eventos documentados, ha sido una forma de castigo para desalentar la denuncia y la participación en movimientos sociales críticos al gobierno. También ha funcionado como acto intimidatorio, para anular la personalidad de la víctima y para que se autoinculpe de delitos y/o inculpe a terceras personas.

Podemos concluir que los gobiernos federal y estatal se niegan a respetar, proteger y garantizar los derechos humanos. Su doble discurso sobre la construcción de instancias de derechos humanos, promulgación de leyes de protección en lo interno, la adopción de tratados y convenios internacionales donde se compromete a cumplir ante la comunidad mundial, son parte del velo que disfraza la realidad.

Hemos documentado certeramente que en la práctica el sistema judicial mexicano, tiene una vocación de tortura, inculca el miedo y el terror ante la población.

Aunque estemos en un cambio de sistema penal, la práctica de la tortura está enraizada en el actuar de los funcionarios y servidores de gobierno y difícilmente cambiara con medidas limitadas.

Ante este panorama, desde el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, impulsamos la construcción de redes de apoyo: familias, comunidades, organizaciones sociales, con las que pueden articularse las y los sobrevivientes de tortura en una acción de defensa integral.

Agradecemos a las y los sobrevivientes de tortura, a sus familias y comunidades por la confianza en el Frayba y su empeño en la búsqueda de la justicia. Así como a la red de médicas, médicos, psicólogas y psicólogos que acompañan la investigación, documentación y dan apoyo psicosocial a las y los sobrevivientes.

Leer el informe completo:
La tortura, mecanismo de terror. Informe Especial sobre Tortura en Chiapas
http://www.frayba.org.mx/archivo/boletines/140625_infome_tortura_frayba.pdf

Escuchar audios de la presentación del Informe Especial sobre Tortura en Chiapas, 25 de junio 2014, San Cristóbal de Las Casas, en: http://radiozapatista.org/?p=10073

Foto: No más tortura en Chiapas. Radio Pozol http://www.pozol.org/?p=9556

Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas