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* Oaxaca regresa recursos millonarios a la federación asignados a ese programa “de relumbrón” y la desnutrición sigue cobrando vidas inocentes.

Los Objetivos de la Cruzada

Desde un inicio, se establecieron los objetivos de la cruzada, los cuales no se han cumplido en Oaxaca.

* Cero hambre a partir de una alimentación y nutrición adecuadas de los mexicanos en extrema pobreza y con carencia alimentaria severa.

* Eliminar la desnutrición infantil aguda y mejorar los indicadores de crecimiento de niños y niñas en la primera infancia.

* Aumentar la producción y el ingreso de los campesinos y pequeños productores agrícolas.

* Minimizar las pérdidas post-cosecha y de alimentos durante el almacenamiento y transporte, así como en los comercios.

* Promover la participación comunitaria.

Fuente: Sitio Oficial del Programa

 

La Cruzada Nacional Contra el Hambre (CNCH) languidece, se desmorona y es derrotada en  la mayor parte de los 133 municipios más pobres de la entidad que forman parte de esta iniciativa peñanietista; la falta de atención, recursos y la ineptitud de los funcionarios han provocado que a un año de haber arrancado con este programa, la desnutrición ha cobrado al menos 196 vidas de niños y niñas de Oaxaca, eso según cifras oficiales. Sumida en la demagogia, la parálisis y el caos, la estrategia social aún se encuentra en su fase de diseño y experimentación, sin mayores resultados, pero con muchas inconformidades por parte de quienes piensan que no se trata más que de una estrategia política del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

 

Carina García/José Luis Sarmiento

Fotos: Pablo Gómez

Mientras que muchas de las delegaciones federales y dependencias estatales se dieron el lujo de regresar a la federación recursos millonarios autorizadosconcretamente para la cruzada contra el Hambre en el 2013, por la ineptitud de funcionarios, falta de talento y creatividad, la Desnutrición severa cobró la vida de 196 niños y niñas en ese mismo año, en el que entró en vigor el citado programa.

En Oaxaca, el panorama es deprimente, difícil y lastimoso toda vez que nadie sabe cómo y quiénes son realmente los operadores de esta iniciativa que ha dejado no sólo muertes, sino también recursos sin ejercer y trabajadores sin recibir un peso por su labor.

La supuesta implementación de tiendas Diconsa, lecherías Liconsa y comedores escolares, y la entrega de suplementos alimenticios de la Secretaría de Salud para lograr resultados rápidos, no han logrado combatir la pobreza extrema y alimentaria.

De acuerdo con la solicitud 24C/011/2014 enviada al Instituto Estatal de Acceso a la Información Pública (IEAIP), los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) documentaron196 defunciones del 01 de abril 2013 al 01 de enero del 2014; de esta cifra, 12 victimas eran  menores de cinco años; siete niños y cinco niñas.

Pero además y aunque la dependencia no documenta todas las muertes, éstas  se registraron en las ocho regiones de la entidad pero con mayor incidencia en los municipios de la Sierra Sur, Sierra Norte, Mixteca y Valles Centrales, mismas que se convirtieron en “cifras oficiales”.

 

Millones de pesos a la basura

 

La cadena de irregularidades y falta de acuerdos, ha evidenciado que las autoridades tanto federales como estatales no cuenten con padrones establecidos, comités comunitarios organizados y presupuesto etiquetado; parece que todos desconocen su labor y sólo han servido de acompañamiento en los eventos políticos y sociales para aplaudir un programa que ha dejado mucho que desear.

En el 2013, el gobierno federal y estatal dispuso de más de 6 mil 296 millones de pesos para el estado de Oaxaca, dentro del programa contra el hambre, que sedistribuyeron de la siguiente manera:

4 mil 579 millones 336 mil 586 pesos para 18 delegaciones de las dependencias federales en el estado, las cuales, al cierre del ejercicio, habían invertido sólo el 61 por ciento de los recursos.

Del mismo modo, 17 dependencias estatales contaron con recursos del orden de mil 717 millones 337 mil 313 pesos, pero ejecutaron únicamente el 58 por ciento del dinero, a pesar de las graves condiciones de pobreza y hambre que se padecen en la entidad, principalmente en las comunidades indígenas y cinturones de miseria urbanos.

En el documento oficial obtenido por este medio de comunicación, destacan dependencias que no invirtieron un solo peso del dinero, como las Comisiones Nacional y Estatal del Agua, la primera, que tenía asignados más de 75 millones de pesos y la segunda más de 25.

Del mismo modo, CEVI, que no ejerció más de 13 millones de pesos; IEBO no aplicó más de 2.5 millones y SSO dejó de invertir en la Cruzada más de 76 millones de pesos.

Especialistas informaron que los recursos asignados a la cruzada no se entregan directo a las dependencias, sino que son los funcionarios que deben crear, de acuerdo con la normatividad de sus dependencias, los programas de acción para aterrizarlos, de lo contrario, no se ejercen y se regresan a la federación.

 

SSO: no nos dieron ni un quinto

 

Ante esta situación, el titular de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), Germán Tenorio Vasconcelos, descartó haber recibido financiamiento por parte de este programa:

«Los Servicios de Salud de Oaxaca, no han recibido absolutamente ningún recurso etiquetado en la Cruzada Contra el Hambre», se defendió tajante.

Pero además, el médico de profesión, precisó  que las acreditaciones de las unidades, el fortalecimiento del personal medico y la infraestructura se han realizado con recursos propios, «no se destinó ni un quinto», insistió.

“Nosotros no recibimos nada, no sé de dónde sale la cifra», manifestó de manera contundente el funcionario, quien ante los cuestionamientos mostró su extrañeza y descartó que los reportes sean reales.

 

Delegaciones incapaces

 

Otras delegaciones federales con funcionarios priístas que no mostraron interés en aplicar los recursos de la Cruzada contra el Hambre son la CDI, que tenía casi 600 millones de pesos y sólo invirtió el 17 por ciento; DICONSA, que contaba con 31 millones y sus metas fueron 2.5 por ciento, a pesar de que se trata justamente de una comercializadora de alimentos.

En la mediocridad, destacan la CFE que aplicó el 54 por ciento de más de 2.2 millones; LICONSA, con 69 por ciento de mil 605 millones; SAGARPA, con 49 por ciento de más de 608 millones; SEDATU, con 54 por ciento de más de 132 millones y la SCT con 59 por ciento de 126 millones.

Bueno, ni la delegación de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), titular del programa Cruzada contra el Hambre, alcanzó invertir el cien por ciento de los 798 millones 266 mil 863 pesos, al haber aplicado el 91 por ciento de los recursos.

Destaca que sólo la delegación de la SEMARNAT, aplicó el cien por ciento de los 23 millones, 562 mil 269 pesos.

 

Dependencias inoperantes

 

En el caso de las dependencias estatales que tampoco cumplieron con el ejercicio del programa, se encuentran CAO, que sólo gastó el 42 por ciento de los 311 millones de pesos; el sistema DIF Oaxaca, con el 68 por ciento de los 248 millones; SEDAFPA, con el 57 por ciento de los más de 62 millones; SEDESOH, con el 73 por ciento de los más de 206 millones; SEFIN, con el 39 por ciento de los más de 403 millones de pesos y SINFRA, con el 82 por ciento de los 17 millones de pesos que tenían

Destacan en Oaxaca el IEEPO, STYDE, IEEA y CEDDNA que aplicaron el cien por ciento de los recursos destinados a través de la Cruzada contra el Hambre.

Cabe aclarar que el plazo para ejercer las partidas asignadas a cada dependencia venció el 15 de febrero del 2014 y el balance financiero antes presentado es al cierre del año pasado, por lo que diversas dependencias pudieron incrementar su aplicación de recursos e incluso cumplir las metas al cien por ciento.

 

Explotan a trabajadores de la Cruzada

 

Mientras que las dependencias federales y estatales se dan el lujo de no combatir el hambre y la pobreza extrema en la entidad, encima trabajadores de la Cruzada contra el hambre no cobraron sus sueldos del año pasado y podrían generar denuncias laborales por haber trabajado “de gratis”.

Un grupo de 20 promotoras del programa, encargadas de asistir a las comunidades marginadas a dar a conocer “las acciones” de las instancias gubernamentales, denunció que hasta diciembre del año pasado no les habían pagado, por lo que denunciaron su inconformidad con la forma de operar de la Cruzada.

Además, hace unas semanas en la Sierra Mazateca otros trabajadores fueron despedidos ante los intereses políticos y económicos de sus coordinadores.

En la comunidad de Huautla de Jiménez, un grupo de brigadistas fueron corridos de manera injustificada, de acuerdo al testimonio de los propios afectados, quienes omitieron sus nombres por temor a represalias.

En este municipio la líder de las mujeres del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y coordinadora del programa en la zona, Estela Elvira Ramírez Mendoza,condicionó a los empleados para que le entregaran su primera quincena si queríanasegurar su puesto.

A los afectados se les adeuda dos meses, además los gastos que generaron en materia de hospedaje y alimentación.

Sin embargo, el argumentó de la coordinadora, ha sido la falta de presupuesto, por lo que manifestaron que «sabemos que si existen los recursos necesarios para nuestro pago».

Además los inconformes expusieron que en contubernio con las autoridades y ex autoridades municipales, la priista ha hecho del programa un negocio para unos cuantos.

Entre los más interesados se encuentran Pomposo Rocha e Iván Carvajal, quienes fueron parte de la administración municipal de Huautla de Jiménez «y quienes han ordenado se contrate sólo a brigadistas de la zona».

Por lo que exigieron a la antropóloga Silvia Solís López, al delegado estatal de la Secretaría de Desarrollo Social en Oaxaca, José Antonio Aguilar San Sebastián  y a la encargada de la Secretaría de Desarrollo Social a nivel federal, Rosario Robles, una investigación para que se despida a Estela Elvira Ramírez Mendoza.

 

La Cruzada, en fase inicial

 

En Oaxaca la Cruzada Nacional Contra el Hambre, se encuentra en su fase inicial y será cuando se conformen los dos mil 760 comités, cuando se puedan visualizar las metas, aseguró el titular de la Secretaría de Desarrollo Social y Humano (SEDESOH), Alejandro López  Jarquín.

Explicó que se ejecutaron seis mil millones de pesos en este primer año, de los cuales, 750 millones fueron aportados por el gobierno de Oaxaca y 190 millones de pesos por los municipios, mientras que el resto por la federación.

Para combatir los rezagos en materia de salud, educación y sobre todo alimentación, explicó el funcionario estatal, quien dijo que para este año se espera un techo financiero mayor y la conformación total de los comités.

Reconoció que existen intereses políticos en algunos municipios o regiones que pretenden abanderar el programa, pero aseguró que se trabaja de forma coordinada con la federación para evitar que se politice, incluso los candados de la propia iniciativa no lo permiten.

 

No hay operadores del programa

 

Por su parte el diputado local del PRI por la Sierra Norte, Adolfo García Morales,reconoció que hacen falta operadores para los programas y que se informe bien la forma como se aterrizan, para evitar que se sigan regresando recursos a la federación.

“Los funcionarios no han entendido que es el programa, no han podido asimilar los mecanismos ni las reglas de operación. Ellos (los funcionarios) todavía están preguntando ¿Qué es esto? ¿Cómo le vamos a hacer? y siguen sin entender como bajar los recursos del programa, ese es el problema”, estimó.

Consideró que hace falta una persona que coordine las acciones entre las dependencias federales y estatales para que puedan aplicar las partidas eficientemente en acciones concretas.

Informó que como legislador ha gestionado gestiones conjuntas ante dependencias estatales y federales para fomentar la comercialización de alimentos que se producen incluso, de manera natural en la Sierra Norte, para generar alimentos para los oaxaqueños y que a su vez los productores tengan ingresos.

 

Criminal regresar recursos

 

En su oportunidad el coordinador de los diputados federales de Oaxaca, Hugo Jarquín, calificó como criminal que se etiqueten recursos para combatir el hambre y que se regresen a la federación, en perjuicio de las comunidades más desprotegidas del estado.

“Si no hay una estructura para aplicar los programas ni se cuenta con una organización operativa para que se ejerzan los recursos, pues nadie los va a ir a solicitar porque las reglas de operación no están acordes con la realidad del estado ni hay difusión, lo que hace que fracasen los programas por muy buena intención”, explicó.

Hugo Jarquín reprobó además los actos de los delegados federales y de los funcionarios estatales que no lograron los acuerdos para atender a las comunidades consideradas dentro de la Cruzada contra el Hambre.

“Esto es muy grave porque en Oaxaca hay muchas familias que se están muriendo de hambre y desnutrición, que no tienen el acceso al trabajo ni servicios de calidad, situación crítica porque un año más se van sin aterrizar el recurso y este 2014 pinta para lo mismo, para que siga de experimento que pueda abortar”, culminó.

 

Cifras oficiales

 

Según cifras que se difundieron desde los inicios de la llamada Cruzada Nacional contra el Hambre, en México 74 millones de personas viven en pobreza extrema y carecen de alimentación suficiente, estable, de calidad y nutritiva.

En el año 2010, unos 28 millones de mexicanos presentaron carencias graves en la alimentación, lo que ha incrementado las tasas de mortandad por desnutrición y complicado muchas enfermedades que se podrían combatir –además de tratamientos médicos– con una buena alimentación, principalmente en la infancia y la tercera edad, así como en las mujeres en edad reproductiva.

En la página de Internet oficial del programa, aparece el “mapa del hambre”, donde en Oaxaca se citan los municipios que presentan problemas graves de desnutrición, en donde habitan unas 250 mil personas.

Sin embargo, al anunciarse el plan estratégico de la federación, no se incluyeron de “manera automática” los 400 municipios prioritarios ni las localidades con índices más graves de pobreza, pero, eso sí, muchas comunidades donde se ha aplicado con visión paternalista y electorera.