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* Los desafortunados niños y niñas que “cayeron” a este albergue infantil sufrieron maltratos físicos y desatención en sus necesidades básicas de manera sistemática.

Ninguna madre o padre que tuviera conocimiento de lo que sucedía dentro de esas viejas paredes, en esas sucias y descuidadas instalaciones, hubiera entregado a sus propios hijos para un supuesto cuidado. Pese a las graves necesidades económicas de las madres solteras y de los mismos padres, ningún menor merece vivir una pesadilla todos los días, en una etapa de su vida que debería ser de alegría y aprendizaje, de juegos, de amigos. Lo que sucedió en la Casa Hogar Hijos de la Luna, donde fueron rescatados 24 menores, debe poner en alerta a toda la sociedad para que este tipo de aberraciones no vuelvan a ocurrir.

Carina García
José L. Sarmiento

Las atrocidades que se cometían en el interior de la Casa Hogar Hijos de la Luna, ubicada en la calle Lázaro Cárdenas 212 de la colonia Guadalupe Victoria, ya se conocían, ya se comentaban. Este medio de comunicación, independientemente a las denuncias ante la Fiscalía General de Justicia del Estado, ya había recibido comentarios de fuentes que solicitaron su anonimato.
Acusaban a los familiares que tenían bajo su poder la casa, de maltratar a las y los niños con castigos físicos, con golpes y con dejarlos sin comer, bajo cualquier pretexto, además de que sabían de varios casos de abuso sexual.
Al revisar la página de Internet del albergue (www.hijosdelaluna.org) cuando se encontraba en funciones, pues hoy muestra una advertencia de que se está cerrado por problemas con las autoridades, se apreciaba que ofrecían sus servicios a hijos de madres solteras que trabajan de noche (para no llamarlas de otra manera), de ahí el nombre Hijos de la Luna.
Sin ningún respeto para los menores, se exhibían sus fotos sin distorsionar los rostros, además de que había un link donde se podía ver la carita de todas y todos los chiquillos.
Tras revisar la información, una valiente compañera de los medios de comunicación, ajena a la Revista DEBATE, accedió ingresar a la Casa Hogar, por lo que hizo una cita por vía telefónica.
Acompañada por este medio, fue preparada para montar su papel y poder extraer una grabación, por lo que se hizo pasar por madre soltera dedicada a trabajar en bares y cantinas, a sobrevivir de la prostitución; argumentó que no tenía tiempo para atender a su hijo y que tenía muchos problemas con su madre, quien le ayudaba a cuidarlo.
La testigo de este medio, constató visualmente el desaseo de la casa, que en vez de un albergue parecía para uso particular, donde prevalecía la suciedad y el desorden. Finalmente, al abandonar las instalaciones y conseguir el audio, comentó:
“El señor que me recibió (uno de los hermanos, pues el otro se presentó como terapeuta) no traía puesta ropa adecuada, estaba utilizando un `shorcito` horrible y unas chanclas, con una playera sin mangas”.
Luego en el audio, aparte de grandes elogios para la casa hogar, el hoy detenido habló de la excelente atención para los niños, por lo que la “compañera infiltrada” manifestó que su hijo era muy mal portado y desobediente, que cómo hacían para corregirlos.
“Aquí nos encargamos de corregirlos, hay varios tipos de castigos para que se porten bien”, admitió descaradamente, sin saber que estaba siendo grabado.
Además, cínicamente advirtió que la madre tendría que signar la patria protestad a beneficio del albergue y que no devolverían al niño hasta que una autoridad diera la instrucción de hacerlo, situación que va contra toda normatividad legal y que simplemente no procede.
Antes de que fuera publicada cualquier línea y al mantener este trabajo periodístico bajo mucha discreción, el día 8 de Octubre de este año, finalmente terminó la pesadilla de 10 niñas y 14 niños.
La Fiscalía de Justicia, a través de la Subprocuraduría de delitos contra la Mujer por razón de género, llevó a cabo un operativo para rescatar a los menores ante una serie de denuncias anónimas por maltrato y abuso infantil, por lo que cuatro representantes de este lugar fueron detenidos.
Y es que al menos dos niñas y un niño fueron abusados sexualmente en el albergue “Hijos de la Luna”, ubicado en la capital oaxaqueña, la cual fue cateada por autoridades de investigaciones, salud y derechos humanos.
Ese mismo día fueron detenidos por el delito de violación agravada los hermanos Aarón y José María Larracilla Ramírez; al segundo se le imputó también el ilícito de violación equiparada agravada.
Además, por los delitos de abuso sexual infantil agravado, violación equiparada agravada y abuso agravado fue consignado José Pastor Larracilla Carranza, conocido como “Papá Pastor”.
En tanto, por el delito de Violencia Intrafamiliar fue detenida María del Socorro Ramírez González, conocida como “Mamá Coco”, la fundadora de dicha Casa Hogar. Los otros tres integrantes de su familia también fueron acusados de esta transgresión.

Albergue improvisado

Desde hace 14 años, María del Socorro Juana Ramírez «mamá Coco» inicio con esta labor supuestamente «altruista», que hasta este 8 de octubre fue auspiciada por donaciones de diversas organizaciones nacionales e internacionales.
Durante más de una década, por este albergue transitaron poco más de 100 niños de entre cuatro y doce años, todos hijos e hijas de madres solteras y familias con escasos recursos económicos.
De acuerdo a las autoridades estatales las instalaciones se encuentran en mal estado; durante el cateo fueron “rescatados” 24 niños y niñas de unos 45, que supuestamente eran atendidos y que se encontraban hacinados y en condiciones insalubres.
Los cuartos con los que cuenta este lugar, funcionaban como comedores, aulas y habitaciones. Cepillos dentales revueltos, sin información de cada menor y olores de comida putrefacta, se constataron durante el cateo por parte de las autoridades.
Niñas y niños de todas las edades dormían juntos, mientras que sus pertenencias no estaban debidamente identificadas; ropa sucia y revuelta de todos en la habitación con dos literas, fue lo que encontraron las autoridades.
Varios de los menores mostraron síntomas de desnutrición al momento de ser rescatados, además de que las instalaciones no contaban con medidas de seguridad necesarias para estos niños y niñas, a quienes se les ofrecía una casa hogar en instalaciones similares al de un domicilio particular.
Desde noviembre del 2014, la entonces Procuraduría General de Justicia Estatal (PGJE), presuntamente inició una serie de investigaciones por maltrato infantil, sin embargo «mamá Coco» negó estos hechos, al señalar que la PGJE realizaba visitas periódicas al albergue que incluso recibió de manos del Dalai Lama el premio «Héroes de la Compasión».
El pasado 8 de octubre autoridades judiciales, de salud y de derechos humanos catearon el lugar ante una serie de denuncias anónimas recibidas 15 días antes.
Durante un recorrido realizado se ha comprobado que este lugar funciona bajo medidas insalubres. Además de que este sitio condicionado como tal no cuenta con los espacios necesarios, entre otra serie de irregularidades.
Las autoridades determinaron la situación de los infantes quienes fueron albergados por el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y otros más remitidos con sus familiares.
Al cierre de esta edición, 3 menores permanecían en el DIF y el resto ya se encontraba con sus familias.
Ileana Hernández Gómez, subprocuradora de Delitos Contra la Mujer y el Menor, confirmó que las instalaciones se encontraban en mal estado y explicó que desde el primer momento las y los niños rescatados recibieron toda la atención física, psicológica y su debida alimentación.
Personal de la subprocuraduría narró a este medio la felicidad que sintieron los pequeños al dejar la Casa Hogar, quienes rindieron sus testimonios con apoyo psicológico y respaldo de sus madres, por lo que se dictó el auto de formal prisión contra los 4 integrantes de la “altruista” familia.

Se defiende la familia

María del Socorro Juana Ramírez fue recluida en el penal de Tanivet Tlacolula, mientras que su esposo José Pastor Larracilla Carranza y sus hijos José María y Aron Iván Larracilla Ramírez, en la penitenciaría central de Ixcotel.
El representante jurídico de la familia, Víctor Hugo Garrido Zarco, aseguró que no fueron respetados los protocolos internacionales en derechos humanos toda vez que se indujo a los niños y niñas a declaraciones y a firmar una serie de acusaciones.
«Los detenidos se encuentran en la etapa de instrucción, a mamá Coco se le dictó el auto de formal prisión por el Juez Segundo de lo Penal», señaló.
Lo anterior al señalar que preparan la demanda de amparo para exigir la liberación de los cuatro debido a que la denuncia no fue integrada debidamente.
«No sólo se violaron los derechos de la señora», quien junto con sus familiares expuso que se realizaban inspecciones mensuales y visitas psicológicas semanales al albergue.
El hermano de la acusada Antonio Ramírez González aseguró que «mamá Coco» como se le conoce a María del Socorro directora de «Hijos de la Luna» ha trabajado por más de 14 años y durante esta trayectoria ha ayudado a más de 100 niños y niñas que viven en condiciones deplorables.
No descartó que detrás de estas anomalías existe intereses oscuros, aunque desconoció los detalles de los mismos.
Sin embrago dijo que un menor de edad quien tenía escasos 44 días de haber ingresado a la institución debido al rechazo por parte del DIF estatal por su condición psiquiátrica, fue a quien se le indujo a dar declaraciones.
«Es un menor de edad que sufre de esquizofrenia y que al momento de ser cuestionado no dio el nombre de su tutor ni la dirección en donde vive», expuso el hermano de la acusada.
Quien además señaló que la perito afirmó que el niño se encontraba en perfecto estado mental y de salud pese a que su expediente marca todo lo contrario.