¡FELICIDADES ORADORES EN NUESTRO DÍA!
• Marco Antonio Baños Avendaño, digno exponente de la palabra hablada y escrita, voz con eco en el tiempo.
DEDICATORIA: DON ESTEBAN MALDONADO BENÍTEZ, MI MAESTRO DE ORATORIA Y DECLAMACIÓN.
¡PIDO LA PALABRA! Desde esta tribuna periodística para elevar un brindis por los enamorados del verbo encendido. Brindo porque la palabra siempre esté envuelta en el manto resplandeciente de la verdad. El brillo del orador está en pulir su instrumento para iluminar este “tiempo nublado” como afirmaba Octavio Paz. Está dicho por el Rabí de Galilea: “Mi casa es santuario de oración, y ustedes la han convertido en cueva de ladrones”. La oratoria es oración sagrada, es elevar el pensamiento, la voz y el lenguaje corporal en la congruencia, en la lealtad, en el honor, en la verticalidad, en el decoro. Está vigente el llamado: “Arranca la oratoria de la boca de los mentirosos, de los que la han prostituido y la han mercantilizado”. Hay que defenderla de la acechanza de los modernos Judas, demagogos que aparecen en cada nueva campaña electoral, “chachalacos temporaleros”.
Brindo porque la palabra esté puesta al servicio de las causas más nobles: Libertad, Igualdad, Democracia, Derechos Humanos, Paz, Justicia, Equidad, Fraternidad, Amor, Respeto…
En esta línea de acción ha desarrollado su alto ministerio ético Marco Antonio Baños Avendaño, catedrático universitario, orador de fuego, escritor de “libros que se leen de pie” como decía Vasconcelos. Al sacerdocio de la palabra ha entregado sus esfuerzos y sus afanes este distinguido oaxaqueño, nacido el 23 de octubre de 1969. Hecho en Oaxaca para servirla.
Desde la Escuela Secundaria Técnica Industrial No. 1 hasta la Facultad de Derecho de la UABJO hilvanó primeros lugares en oratoria.
La palabra ha sido su fuente de inspiración, palabra verdadera. El año pasado el Encuentro de Oradores y Declamadores en Lenguas Indígenas del CSEIIO, le entregó merecido reconocimiento.
En el 2000 se desempeñó como Director Ejecutivo de las Juventudes de la Organización de las Naciones unidas (ONU), y a los jóvenes ha dedicado 15 años de formarlos en la palabra hablada, la que denuncia, la que enseña, la que ilumina. Ha contagiado su amor al verbo encendido en su Taller de Oratoria “José Muñoz Cota”, y de su escuela han salido campeones nacionales. Su voz tiene eco en el tiempo.
En este “Día Nacional de la Oratoria” envío mis felicitaciones a los oradores: Demóstenes, padre de la elocuencia, la voz que retumba en el vecindario galáctico; Ricardo Flores Magón, militante leal de la palabra, que ni se dobló ni se quebró ante los poderosos; José Muñoz Cota, formador de campeonísimos del verbo, y muchos más. ¡FELICIDADES!
LA FRASE A REFLEXIONAR: “PROCURA QUE TU PALABRA SEA MEJOR QUE TU SILENCIO”.
*DIRECTOR DEL PROGRAMA RADIOFÓNICO VOZ, EDUCACIÓN Y COMUNIDAD DEL CSEIIO. maldonado3001@hotmail.com