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“No se nace mujer. Se llega a serlo.” Simone de Beauvoir

Nely Méndez Vásquez

Oaxaca, 07/2016.- La mujer del siglo XXI se desenvuelve y se desarrollan en un medio que estimula la persecución de nuevas metas. No hace mucho tiempo conquisto su inmersión en la vida pública, su derecho al voto y el creciente protagonismo en la vida política, económica, artística y literaria.

La mujer ha sufrido discriminación desde los inicios de la civilización en los ámbitos de la vida pública y privada. La participación política ha sido uno de los grandes obstáculos que ha tenido que enfrentar, en la antigüedad se consideraba a la mujer como un ser que no poseía capacidades mentales suficientes para emitir una opinión referente a los asuntos de la vida pública, mucho menos formar parte de la vida política; existía la creencia que las mujeres no estaban hechas para trabajos intelectuales, solo estaban hechas para cumplir las labores del hogar por esa razón no tenían oportunidad de una educación.

En las constantes luchas por la igualdad, la mujer puede estudiar, votar, expresarse, disfrutar su sexualidad, opinar y tomar decisiones acerca de su vida y del entorno que la rodea. Sin embargo el logro de estas libertades no es para todas, ya que un número importante de mujeres se encuentran en condiciones de pobreza y sin acceso a la educación, sin oportunidad de poder tener acceso a puestos importantes dentro de una organización. Las mujeres que han alcanzado puestos altos tanto en la esfera pública como privada son las que tuvieron la oportunidad de tener acceso a una educación y socialización distintas.

En México, el 17 de octubre de 1953 apareció en el Diario Oficial un decreto en el que se anunciaba que las mujeres podían votar, y ser votadas para puestos de elección popular. Esto se dio en el sexenio de Adolfo Ruíz Cortínez, cuando Elvia Carrillo Puerto, se convirtió en la primera diputada que tuvo nuestro país en 1923, sentando las bases para las futuras sufragistas mexicanas.

Yucatán se convirtió en un estado clave en el movimiento para lograr el derecho al voto. En la gubernatura de Felipe Carrillo Puerto, las yucatecas pudieron tener acceso al voto en 1922.

El septiembre de 1937 el entonces presidente Lázaro Cárdenas envía una iniciativa de reforma para otorgar el sufragio femenino, y aunque la Cámara de Senadores la aprueba, la Cámara de Diputados la rechaza.

El triunfo final llega cuando, en 1952, el entonces candidato a la presidencia de la república Adolfo Ruíz Cortínez, se compromete con las mujeres a otorgarles el derecho al voto si llegaba a ser presidente y lo cumplió.

Con el sufragio Femenino, no solo les dio la facultad para poder decidir el rumbo del país, sino que se les dio la posibilidad de luchar para poder ocupar un lugar dentro de la toma de decisiones.

En nuestro país, las mujeres comenzaron a ganar terreno en la política con la legislatura del voto femenino. Ya que en la actualidad existen las leyes de paridad de género que da la oportunidad de que existan diputadas y senadoras, así como gobernadoras en diferentes estados. En los últimos años, Latinoamérica ha visto a varias mujeres conducir sus países desde el puesto de la presidencia, como en el caso de Argentina, Brasil y Chile algo que no se pensaba en siglos pasados.

La mujer en la actualidad ha buscado defender sus derechos y posiciones en el ámbito político se ha agrupado y organizado de diversas formas. Para que las mujeres pudieran tener una representación en la política, se pugno por el sistema de cuotas en los cargos de representación popular. Si bien las mujeres que participan en política por lo general no lo hacen en temas que vayan relacionados con la mujer, una vez electas la mayoría no se aboca a temas con la defensa de los derechos de género, las mujeres en el poder tiene una deuda pendiente con las mismas mujeres.

Las mujeres en la sociedad actual son ejemplo de fortaleza para superar adversidades que trae consigo ser mujer, porque no es fácil, debido a que aún existe discriminación a pesar de que la sociedad se considera igualitaria y tolerante.