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La Policía de Oaxaca cuenta con un equipo reconocido por su potencial humano y canino; son 20 oficiales y 14 ejemplares con especialidades en detección de narcóticos, municiones y armas, detección de explosivos y células muertas, así como de búsqueda y rescate. Este equipo conforma la Unidad Canina.

Mundialmente conocida como K9, por su similitud fonética con la palabra en inglés canine, que en español significa canino, la unidad de perros policía surge en Oaxaca en el año 2000, como apoyo a la Unidad Policial de Operaciones Especiales (UPOE), el grupo de élite de la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca (SSPO).

Pocos conocen los esfuerzos y dedicación que requiere ser esa figura que recorre las calles para prevenir el delito, así como la capacitación necesaria para que la coordinación hombre-biosensor dé frutos. Esta labor, no tiene descanso.

“Desde las 7 de la mañana, el elemento ya debe estar uniformado y armado porque en el patrullaje se saca a un binomio que, desde luego, ya debe estar alimentado e hidratado. A esa misma hora, los manejadores inician el entrenamiento con las especialidades que les corresponden”, refiere el Policía Marcos López Balderas, coordinador de la Unidad Canina de la Policía Estatal.

El reclutamiento y adiestramiento de los binomios hombre-can

Una vez dentro de la Policía Estatal, se hace una selección del personal contando con las aptitudes y disposición para trabajar en un binomio canino.

“En esta fase, se procura que estén dispuestos a establecer un vínculo con el perro, ya que se trabaja en binomios definidos para una mayor adaptación. La capacitación se hace de forma interna y también en otros estados. Algunos compañeros han sido certificados en entidades como Veracruz y México”, refiere López Balderas.

Para los caninos, el entrenamiento comienza a los dos meses de edad, con una etapa de socialización, que comienza con paseos por las calles a fin de que conviva con los diferentes sonidos y personas; esto, para que en la edad adulta no tenga dificultades para realizar su trabajo.

“Los canes intervienen a una orden, por sí mismos no atacan”, enfatiza el Policía Marcos Fernando. De ahí la importancia del proceso de adiestramiento de los biosensores que son criados expresamente con esta finalidad en las instalaciones del Cuartel General de la Policía Estatal, bajo lo más estrictos cuidados y asesoramiento veterinario. Asimismo –dijo- se priorizan en este proceso a las razas pastor belga o pastor holandés, por su aptitudes para el trabajo policial en equipo.

Todos los ejemplares tienen la capacitación de obediencia básica y avanzada para un mayor control de su manejador, quien se encarga de su elemento alfa desde su iniciación.

La obediencia básica comprende acciones como sentarse, echarse y caminar junto al manejador; en tanto, en la obediencia avanzada, se prescinde de la correa y las indicaciones, pues solo se realizan señas y ademanes.

Una vez cubierta esta fase, la especialización vendrá de acuerdo con las aptitudes del can. Los hiperactivos son útiles en la detección de narcóticos, municiones y armas, o bien, para la detección de células muertas, o labores de búsqueda y rescate, mientras que los más pasivos pueden ser empleados en la detección de explosivos.

Campos de especialización

Son cuatro las áreas de especialización que con base en el entrenamiento constante, han obtenido los conjuntos que actualmente forman parte de esta unidad:

· Detección de narcóticos, municiones y armas.

Como su nombre lo dice, se ocupa del combate a los delitos contra la salud sin importar la escala, así como de la portación ilegal de armas de fuego o con fines delictivos. Tanto canes como humanos con esta especialidad tienen la capacidad de realizar labores de guardia y protección. Esto se requiere cuando una persona opone resistencia a una revisión, para evitar el uso de las armas de fuego como primer recurso del sometimiento policial. Lo anterior, con base en el Protocolo de Uso Racional de la Fuerza y respeto a los derechos humanos.

· Detección células muertas.

Regularmente se requiere su intervención para la búsqueda por tierra de cadáveres. Como en todos los escenarios operativos, en este caso la Unidad Canina trabaja coordinadamente con instituciones de los tres órdenes de gobierno.

· Búsqueda con especialidad de rescate a campo abierto.

Para la búsqueda de personas desaparecidas o sepultadas bajo escombros, nieve o barro, como consecuencia de los fenómenos naturales. Esto para facilitar el trabajo e intervención policial.

· Detección de explosivos.

Esta especialización hace destacar a la Policía Estatal entre otras instituciones -incluso federales con presencia en Oaxaca- ya que únicamente la Secretaría de la Defensa Nacional y la SSPO cuentan con personal especializado en la búsqueda de artefactos explosivos.

A diferencia del resto de las intervenciones en las tres especialidades anteriores, en este caso, los canes realizan lo que se conoce como “marcaje pasivo”, lo que significa que una vez localizado el objeto potencialmente explosivo, únicamente indicará su ubicación al sentarse en esa dirección, para evitar su activación o detonación mediante el contacto.

Lo contrario ocurre al identificar narcóticos, municiones, armas, cuerpos o personas con vida, donde el biosensor emite ladridos y rasca la zona para indicar que ha finalizado exitosamente su tarea.

Áreas de acción

La base de la Unidad Canina se encuentra en el Cuartel General de la Policía Estatal, no obstante, si se requiere en el interior de la entidad o cualquier dependencia solicita su intervención, se presta el apoyo una vez evaluada la especialidad requerida.

El apoyo se ha brindado en escuelas, centros comerciales o dependencias de gobierno, donde se acude a corroborar o descartar reportes de explosivos, lo mismo que en zonas de conflicto agrario o cuando es necesario realizar la búsqueda de personas desaparecidas.

Como parte de sus actividades y servicios habituales, la Unidad Canina de la Policía Estatal participa en los recorridos de vigilancia, realizando inspecciones preventivas y de seguridad.

Asimismo, en el Aeropuerto Internacional de Oaxaca, en apoyo a la Policía Federal, se encuentra un binomio con especialidad de narcóticos, municiones y armas, así como actualmente se encuentra uno en la región de la Costa e Istmo, como parte de los operativos que se despliegan en la zona. Dicho esquema de seguridad es aplicado también en las terminales de autobuses de Oaxaca de Juárez.

“Ejemplo de ello, es el resultado de uno de los operativos realizados en centrales camioneras, el cual permitió que luego de revisar las diferentes paqueterías, en unas cajas con fruta se encontraron paquetes de droga, lo que a simple vista no se hubiese localizado, pero con el olfato agudo de los canes fue posible su decomiso”, cuenta al respecto el encargado de la Unidad Canina.

Ello ofrece una prueba de las claras ventajas del trabajo en equipo hombre-can, al servicio de la seguridad de Oaxaca, donde la combinación de habilidades y destrezas de uno, son la extensión de la agudeza de los sentidos del otro.

Oaxaca de Juárez, Oaxaca, 25 de abril de 2016