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La maestra Leticia Eugenia Mendoza Toro, Secretaria General de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (UABJO), tuvo en sus manos la valiosa oportunidad y no quiso aprovecharla en aras de evitar la caída y todo lo preocupante observado hoy día en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (FD y CS).
No lo hizo en tiempo y forma. Le apostó a lo contrario de la legalidad, por lo que hoy, las consecuencias se están pagando más de lo debido, con una huelga de hambre, la del catedrático, Pedro Sosa Gutiérrez, mientras estudiantes hacen lo suyo, desde el pasado lunes, concentrados en bloquear el paso automovilístico en avenida Independencia, entre García Vigil y Macedonio Alcalá.
Por ejemplo, el significado de la redacción de oficios, documentación oficial, turnados a la Secretaria General y en poder de éste reportero, presentan a la también ex Rectora universitaria, como juez y parte en un problemática universitaria que ya rebasó el límite de la tolerancia por la afectación tanto a estudiantes como catedráticos y sobre todo, el daño irreparable a la imagen de la universidad de los oaxaqueños.
Aunque la maestra Mendoza Toro goza de importante investidura como funcionaria no sigue el protocolo de la institucionalidad, avanza por su propio camino trazado. Nadie logra distraerla de su juego de ajedrez universitario; mueve sus piezas, por lo regular pocas veces para bien de la causa de la Máxima Casa de Estudios, sino para el fortalecimiento de su corriente buscando permanecer y avanzar en el nombre del poder.
Se niega sistemáticamente apoyar el buen desarrollo de la gestión institucional de las Unidades Académicas, caso concreto, lo que en estos momentos sucede en la FDySC, del edificio central, el cual pudo evitarse con antelación, pero como no se le apostó a la institucionalidad, otro día será.
Un dato: la maestra Mendoza Toro recibió una indicación superior y con ello todas las facultades del caso para regresar a la FDyCS al buen desarrollo del trabajo institucional. Sucedió el pasado 13 de febrero.
En la redacción del citado oficio, primero le subrayan:
“Como es de su conocimiento el 4 de noviembre de 2016 el Honorable Consejo Técnico de la FDyCS, erigido en Colegio Electoral, emitió la convocatoria para la elección de Director o Directora, período 2016-2019, mediante el procedimiento de voto uninominal, libre, directo y secreto. La votación tuvo verificativo el 11 de noviembre. La comunidad de la citada facultad universitaria se pronunció por el triunfador de la contienda, Lic. Miguel Ángel Vásquez Ramírez.
Luego, en el texto enviado, le piden lo que no ha cumplido hasta la fecha:
“Por lo anterior y con la finalidad de favorecer el buen desarrollo de la gestión institucional de la Unidad Académica de la FDyCS, haga del conocimiento de su personal de área y direcciones adscritas a las mismas la información citada en el párrafo anterior, con el objetivo de garantizar la atención correspondiente a los trámites del actual director y su administración en términos de ley, al tiempo de otorgarle todas las facilidades necesarias para el buen desempeño de su gestión institucional ante la Secretaría General, que de manera particular permita la regularización de todos los estudiantes de dicha Facultad”.
No cumplió.
De paso, se estableció que en la Secretaría General de la UABJO no existe el alto sentido universitario que la Máxima Casa de Estudios necesita de todos para vencer retos, asegurar logros y rendir fruto con mejores catedráticos y egresados a la altura de los requisitos universales.
Las consecuencias negativas se multiplican para la vida universitaria tras un craso error, el hecho de que la SG de la UABJO no haya acatado la indicación de reconocer a la autoridad recién nombrada en la FDyCS.
El origen de la sencilla estrategia de cerrar ojos y oídos a toda posible solución de problemas universitarios, lleva como objetivo la desestabilización, el clásico a “río revuelto ganancia de pescadores” para además de entronizarse en el poder, pensar en la posibilidad de rescatar la máxima silla universitaria en la próxima cita en las urnas azul y oro.
El hecho de no acatar la indicación institucional, significa un buen movimiento en el ajedrez universitario en dirección al jaque mate.
Se trata de ayudar a posicionarse al grupo contrario de los que dirige el líder formal de la nueva organización gremial, SUA, Amado Wilchis, pero en realidad, encabezada y manipulada por el secretario de Administración, Amilcar Sosa Velasco.