El rey de Europa alcanza la tercera final de Champions consecutiva, la 16ª en su historia, tras empatar ante el Bayern con un doblete de Benzema.

Tres finales de Champions consecutivas, cuatro en los últimos cinco años. Este Real Madrid es un equipo de época que quedará para siempre en la historia del fútbol. Los de Zidane lucharán por la Decimotercera el 26 de mayo después de superar al Bayern en la semifinal. Con la ayuda de un Bernabéu que creó la atmósfera de las grandes noches, los blancos empataron ante el conjunto alemán para sacar su billete a Kiev. Benzema firmó los dos goles madridistas de un partido trepidante en el que el campeón supo sufrir para defender su corona continental.

Desde el comienzo, el partido fue un intercambio de golpes en el que los ataques se imponían a las defensas. El Bayern se adelantó en uno de sus primeros acercamientos. Ramos intenta despejar un centro desde la derecha y el balón queda muerto para que Kimmich marque a placer (3’). El Madrid no tardó en responder. En el 6’, Cristiano disparó desviado tras una asistencia de Benzema y en el 11’, el delantero francés hizo el empate rematando de cabeza un buen centro de Marcelo.

Ocasiones
Tras los goles, el encuentro continuó muy abierto. Con el balón, los dos equipos se volcaban a por el gol y cuando no lo tenían les tocaba sufrir. Al filo de la media hora, Marcelo y Kroos protagonizaron dos acciones consecutivas con peligro por la izquierda. Luego fue el turno del Bayern. Una gran jugada de Ribéry acabó en un remate de Müller que paró Navas.

Poco después, el portero blanco despejó otro disparo del ariete alemán y la jugada finalizó en un remate de James que se fue por poco. En el 39’, el Madrid tuvo una de las más claras. Cristiano amaga y dispara ajustado al palo, pero Ulreich despeja a córner. El saque de esquina fue cabeceado fuera por Ramos. Un disparo de Tolisso que buscó la escuadra en el 45’ fue una de las últimas ocasiones de una primera parte loca.

Doblete de Benzema
El segundo periodo no pudo comenzar mejor. Tolisso cedió el balón para Ulreich, que no acertó a despejar, y el balón quedó para que Benzema marcara a placer (46’). Sin nada que perder, el Bayern se fue arriba. Alaba hizo emplearse a fondo a Keylor. Pero el Madrid podía matar a la contra y daba sensación de peligro cada vez que se acercaba al área. Dos disparos casi seguidos de Modric y Cristiano se fueron por poco.

Pasaban los minutos y la intensidad no decrecía. El partido no tenía freno. Y en una de las llegadas del Bayern, James puso el empate. El colombiano batió a Keylor tras recoger un rechazo de su propio disparo (63’). Zidane movió ficha y dio entrada a Bale y Casemiro. En el 74’, Navas se erigió en héroe madridista con un paradón ante Tolisso. El partido estaba abierto y Bale y Cristiano buscaban sentenciar a la contra. Müller, de cabeza, volvió a toparse con Navas. Los últimos minutos fueron de pelea, sufrimiento y balones al área de Keylor. Pero para estar en otra final de Champions también hay que saber sufrir. Ahora, toca seguir aumentando la leyenda en Kiev.