En México existen 15.7 millones de indígenas que padecen rezago educativo. De acuerdo al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), 19.2 por ciento son analfabetas; además, las escuelas de educación preescolar, primaria y telesecundaria carecen de condiciones idóneas, lo que impide dar a este sector una formación eficiente y oportuna, afirmó el diputado Alfredo Miguel Herrera Deras, PAN.

Los estados que concentran el mayor retraso histórico y sistemático son Puebla, Veracruz, Oaxaca y Chiapas; el Programa Especial de los Pueblos Indígenas 2014-2018 señala que es un tema cíclico caracterizado por bajos niveles de logro escolar, alta deserción y escaso rendimiento académico.

Ante ello, Herrera Deras plantea en una iniciativa reformar el artículo 33 de la Ley General de Educación para que las autoridades educativas desarrollen programas de apoyo a maestros que prestan sus servicios en comunidades indígenas.

El diputado panista menciona que el objetivo es fomentar el arraigo en sus lugares de origen, y alentar la formación que permita a los estudiantes integrarse a otros espacios nacionales y cumplir con el calendario escolar.

El documento que se encuentra en la Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos, cita que las modalidades de enseñanza como primaria, educación bilingüe y bilingüe intercultural no han podido reducir las brechas entre la población indígena y la que no lo es, sobre todo, al medir las tasas de continuidad educativa y rendimiento escolar.

Señala que no todos los niños con alguna lengua indígena terminan la educación básica. En 2010, únicamente 53 por ciento de alumnos de 12 a 14 años tenían primaria completa, y sólo 37 por ciento de 15 a 17 años terminaron la secundaria; además, la tasa de deserción es de 1.51 por ciento, mientras que la de reprobación alcanza 5.6 por ciento.

El Informe Anual 2014 de Unicef, establece que 69.3 por ciento de adolescentes indígenas asisten a la secundaria, frente a 83.9 por ciento que no son.

En el estudio “Buenas prácticas sobre educación indígena”, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia puntualiza que “dos tercios de las escuelas de las comunidades pertenecen a la modalidad de multigrado, en la que un mismo docente tiene la responsabilidad de atender a alumnos que cursan más de un grado, lo cual puede tener un efecto negativo en la calidad de los servicios educativos si el maestro no dispone de metodologías, técnicas o herramientas pedagógicas acordes con el entorno en el que se desempeña”.

Los profesores de escuelas de multigrados han enfrentado agudos desafíos al hacerse responsables de la planeación y la enseñanza del contenido académico; la mayoría se desenvuelve en lugares de alta marginación en donde se habla poco español, señala la iniciativa.

Los docentes no tuvieron la suficiente instrucción durante su formación y carecen de métodos adecuados de enseñanza de lectura y escritura en lenguas originarias.

La iniciativa considera apremiante una formación multidisciplinaria de los profesores para dotarlos de las herramientas necesarias que les permitan guiar a estudiantes de estas poblaciones, y sean promotores de una educación más equitativa que no conozca de limitaciones geográficas.

Con la conformación de programas multidisciplinarios, se estaría haciendo frente al reto de ampliar la visión tanto de los cambios socioculturales del contexto nacional global, como los nuevos contextos multiculturales.

Mientras no se consolide un verdadero esfuerzo, acorde a la realidad de México, se continuará con las mismas omisiones que afecten la socialización en el desenvolvimiento educativo durante las diferentes etapas, señala la iniciativa.