• Hamilton se aferra a su segunda victoria en el Autódromo Hermanos Rodríguez mientras los Ferrari flaquean

Lewis Hamilton ganó el FORMULA 1 GRAN PREMIO DE MÉXICO 2019™ para Mercedes por segunda ocasión con una insuperable exhibición de manejo en el Autódromo Hermanos Rodríguez el domingo por la tarde.

Hamilton, de 34 años, hizo una sola parada en pits, transcurrido un tercio de la distancia de la prueba de 71 vueltas, y logró administrar sus llantas de compuesto duro para recorrer el resto de la prueba y alzarse con la victoria, la 10ª para él en la temporada, 83ª en su carrera, y la 100ª para Mercedes en carreras de Campeonato Mundial, con una diferencia de 1.766 segundos sobre Sebastian Vettel a bordo de su Ferrari.

Después del violento accidente que sufrió al final de la clasificación el sábado, su coequipero Valtteri Bottas dio una gran pelea para terminar tercero. Eso significa que Hamilton no logró sumar suficientes puntos para asegurar su sexta corona mundial de pilotos, aunque para conseguirlo sólo necesita cuatro puntos más en Texas la próxima semana.

“¡Esta es la mejor afición que hemos visto!” dijo Hamilton, encantado. “Es un resultado increíble. Llegamos aquí pensando que estábamos en desventaja, conscientes de que es una carrera difícil para nosotros, pero salimos adelante. El segundo stint pareció muy largo…”.

Charles Leclerc tuvo cerca la victoria cuando mantuvo su Ferrari al frente en la primera curva, luego de arrancar desde una pole inesperada, pero su estrategia de dos paradas lo dejó en desventaja.

Aunque logró remontar y volver a la pelea en las últimas vueltas, un error poco común de Ferrari en la parada de boxes le costó cuatro segundos que, aunados a un error de frenada en la vuelta 59, significó que tuviera que conformarse con el cuarto lugar. El punto adicional por la vuelta más rápida en carrera, con 1:19.232 a 195.557 km/h en el giro 53, sirvió de poco consuelo para el piloto monegasco.

Max Verstappen, enfurecido por haber sido degradado de la pole el sábado, vio cómo empeoraban las cosas el domingo al cabo de unas cuantas vueltas: el contacto con el Mercedes de Hamilton en la curva 1 hizo que el holandés cayera a la octava posición, y luego su enérgico rebase al Mercedes de Bottas lo dejó con un pinchazo en la rueda trasera derecha que lo obligó a entrar a boxes. Verstappen se reincorporó a la carrera y logró terminar en sexto.

“Sorprendentemente, las llantas duras funcionaron realmente bien”, dijo Vettel. “Fue una carrera muy intensa, no hubo tregua: tenía a Valtteri detrás de mí presionando antes de poder concentrarme en Lewis, que iba adelante. Estoy feliz porque fue una buena carrera, pero creo que podríamos haber sido un poco más astutos con la estrategia”.

Alex Albon consiguió la que quizás ha sido la mejor actuación en su temporada como novato en F1® para terminar quinto en el otro Red Bull, mientras que una de las mejores batallas del día se produjo cuando el Renault de Daniel Ricciardo se acercó al Racing Point de Sergio Pérez, el favorito de la afición local.

El australiano de 30 años había arrancado con llantas duras y mantuvo a su Renault sobre la pista durante 52 vueltas antes de entrar a pits por un juego de neumáticos medios que le dieron un ritmo extraordinario, pero luego erró en una frenada tardía en la curva 1 a 10 vueltas del final, permitiendo a Pérez igualar su mejor resultado en el Autódromo Hermanos Rodríguez al quedar séptimo.

Hacia el final de la carrera hubo algo de drama cuando el Toro Rosso de Daniil Kvyat golpeó al Renault de Nico Hülkenberg, error que le costó al ruso una penalización de 10 segundos. Gracias a ello, su compañero de equipo Pierre Gasly se ubicó en noveno puesto y Hülkenberg se llevó el último punto del día, al terminar  décimo.

Y no hay que olvidarse de compadecer a Lando Norris. El joven piloto de McLaren entró a boxes en la vuelta 13 para cambio de llantas, con la mala suerte de que le dieron luz verde con la rueda delantera izquierda floja y tuvo que soportar la pesadilla de todo piloto: ser empujado en reversa por la calle de boxes a paso de peatón, después de lo cual se reincorporó a la carrera en último lugar y, finalmente, se retiró en la vuelta 51.

Transcurrida una tercera parte de la carrera, otro joven piloto en ascenso, Antonio Giovinazzi, sufrió el mismo destino cuando su Alfa Romeo perdió su llanta trasera derecha tan pronto como los mecánicos bajaron al piso su monoplaza. Su compañero de equipo, Kimi Räikkönen, que cumplió 40 años diez días antes de la carrera, fue el único otro retiro.