Existe el “mito” o la idea de que a los niños les gusta más el deporte que a las niñas, pero no hay ningún estudio que pruebe esto. Lo que sí sabemos quienes convivimos con niños es que, jugar y hacer deporte (que para los niños puede ser lo mismo cuando son pequeños), les gusta por igual a ambos. El problema es cuando empiezan a crecer, en la adolescencia, ya se presenta una terrible combinación de falta de oportunidades, falta de apoyo a los equipos de mujeres, la idea equivocada de que “tú eres niña, no debes correr tanto, no tan rápido, no empujes tan fuerte, no juegues como niño, si nadas mucho se te van a hacer las espaldas anchas, etc…,” y una falta de estímulo en general que ocasiona que las niñas abandonen el deporte a un ritmo dos veces mayor que los niños. Por otra parte, lo que sí se ha demostrado es que las niñas que no practican deporte antes de los 10 años de edad, será muy difícil que, en el futuro, gusten de practicarlo.

Lo que SÍ es cierto y comprobable son los grandes beneficios que proporciona el deporte a niños y niñas por igual. De hecho, hay beneficios adicionales, tanto fisiológicos como psicológicos, para las niñas que SÍ practican algún deporte, comparado con las niñas que no lo hacen.

Beneficios de la participación deportiva en niños y niñas:

El jugar haciendo deporte ayuda a los niños y niñas a conocer nuevos amigos que quizá no conocerían de otra manera. Esto es muy importante en especial para los niños que son hijos únicos, que no tienen hermanos y necesitan jugar con niños de su edad. Evita el aburrimiento quedando solo en casa con su “celular” como única compañía.

El deporte aumenta la confianza en sí mismos y crece su autoestima. Ayuda a superar la timidez, aprender a ser asertivo y a tomar decisiones.

El carácter del niño y niña y los valores y principios vienen de casa, de su familia, pero se fortalecen en el juego limpio del deporte. Y hay muchos valores importantes que los niños y niñas pueden aprender practicando deporte y que les servirá para aplicar en otros ámbitos de su vida.

Por ejemplo, EL RESPETO, todo juego o deporte tiene sus reglas. El deporte nos enseña a respetar y seguir las reglas, así como a respetar a nuestros compañeros de equipo y de otros equipos. Los niños y niñas deben aprender a respetar a todos, desde papá, mamá, abuelito(a), hermano(a), maestro(a), entrenador(a), así como los animales, a la naturaleza, a todo. Pero si desde casa los padres no enseñan a respetar poco podrá hacer el deporte al respecto.

El deporte refuerza también el valor de la honestidad, la cual se “mama” en la familia pero se refuerza en la escuela y haciendo deporte. Si queremos un deporte limpio, tenemos que educarlo desde niños.

Los padres enseñan a sus hijos a ser disciplinados, y el deporte como disciplina en los niños y niñas es muy efectivo. El deporte los ayuda a ser organizados, a tratar de cumplir mejor las tareas, a poner más atención en sus maestros o entrenadores, así como a ser perseverantes.

El trabajo en equipo es otra enseñanza del deporte. Los niños y niñas aprenden a relacionarse unos con otros y a trabajar entre sí para conseguir un objetivo en común.

El deporte es todo un ambiente de aprendizaje para niños y niñas. Numerosos estudios han demostrado que los niños que practican algún deporte tienen un mejor desarrollo de aprendizaje en la escuela.

Los niños y niñas que juegan con tantas ganas mientras practican algún deporte generalmente inspiran a otros niños y se convierten en modelos a seguir tanto en la escuela como en su vecindario y los inspiran a jugar también.

Haciendo deporte los niños y niñas aprenderán a aceptar sus éxitos y fracasos. Y aunque a nadie le gusta “perder”, se motivarán para entrenar más y hacerlo mejor la próxima vez. A muchos papás no les gusta la idea de que a sus hijos “les vaya mal”, no les gusta sentir que “fracasan”, pero la realidad es que están aprendiendo a vivir. Como adultos sabemos que la vida no son solo éxitos, de hecho hay que fracasar muchas veces para llegar a tener éxito. Enseñemos a nuestros hijos a sobre ponerse ante las pequeñas derrotas que se les van presentando. Habrá que enseñar que, cuando uno cae, se levanta y sigue adelante.

¿Cuáles son los beneficios «extras» para las niñas que practican algún deporte?

Las mujeres y niñas que son activas en los deportes y actividades recreativas adquieren mucha más confianza en sí mismas, crece su autoestima y se enorgullecen de su estado físico y social. Más que aquellas que eran sedentarias de niñas.

Diversos estudios han demostrado que las niñas y mujeres que practican algún deporte son menos propicias a involucrarse en drogas, así como menos probable quedar embarazadas a temprana edad

También se ha probado que las niñas que hacen deporte es más probable que lleguen a graduarse de preparatoria y universidad que aquellas que no hacen ningún ejercicio.

Las mamás deportistas son un buen ejemplo para sus hijas. Los niños aprenden lo que ven, lo que viven. Si viven en un ambiente sano donde se practica el deporte y los valores, seguramente lo aprenderán bien.

La mitad de las niñas que participan en cualquier clase de deporte tiene un promedio mayor de niveles de autoestima y menos depresión que quienes no practican deporte.

Una a tres horas de ejercicio a la semana durante la edad reproductiva de la mujer (desde la adolescencia hasta los 40s) puede reducir de un 20 a 30% en el riesgo de cáncer de mamá y 4 o más horas de ejercicio a la semana puede reducir en casi un 60% el riesgo.

El Instituto Nacional de la Salud reporta que una de cada 4 mujeres mayores de 60 años tiene osteoporosis (pérdida de masa ósea)

El deporte ayuda a reducir la ansiedad y el mal humor (esto solo si los papás no presionan al niño a hacerlo “perfectamente bien” y a ganar como único objetivo). Más bien el deporte ayuda a sentirse bien, física y emocionalmente, a quien lo practica. El deporte puede evitar que los jóvenes caigan en la delincuencia juvenil, o sean personas conflictivas o agresivas.

Es un hecho que, cuando los niños aprenden lecciones positivas a través del deporte, no hay ninguna duda de que serán personas honestas, adultos confiables que estarán dispuestos a ayudar a otros en el momento en que lo necesiten.
En conclusión, el deporte es, sin lugar a dudas, un educador por excelencia no solo para desarrollar las habilidades y destrezas de los niños y niñas que los practican, sino también para educar valores y principios IMPORTANTES para formar hombres y mujeres de bien, y con ello, un mejor mundo para todos.

Fuente: asdeporte.com