Las asambleas comunitarias son las instancias donde se autorizan las obras camineras, se evalúan los avances y se rinden cuentas del ejercicio de los recursos.

Ciudad de México, a 29 de mayo de 2020.

  • El titular del INPI destacó que 20 por ciento de quienes ejecutan los proyectos son mujeres, quienes participan en las tomas de decisiones de las asambleas y realizan el trabajo artesanal de alta calidad
  • Se trabaja con 133 cabildos de usos y costumbres que firman los convenios y reciben las partidas presupuestarias correspondientes para la ejecución de los caminos

La participación y la organización comunitaria son la clave para el éxito que se ha tenido en el “Programa de Pavimentación de Caminos a Cabeceras Municipales Indígenas”, en 2020 se llevarán a cabo 532 asambleas comunitarias (150 a la fecha), expresó el director general del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), Adelfo Regino Montes, en conferencia de prensa sobre “Avances y Resultados de los Programas de Bienestar y Reactivación Económica” en Palacio Nacional.

Las asambleas son las instancias donde se autorizan las obras camineras, se evalúan los avances y se rinden cuentas del ejercicio de los recursos, destacó el titular del INPI y aseguró que en este programa el papel de la asamblea comunitaria ha sido fundamental.

Regino Montes subrayó la prioridad que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha otorgado a las comunidades indígenas, y aseguró que el programa de Pavimentación de Caminos es una muestra muy importante de que el Gobierno de México reconoce a los pueblos indígenas y a sus sistemas organizativos.

Acompañado por la secretaria del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde Luján, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, así como del subsecretario de Infraestructura Cedric Iván Escalante Sauri, informó que es el gobierno municipal indígena constituido legítimamente por el sistema de usos y costumbres en ‘asamblea comunitaria’, es el que ejecuta los acuerdos y administra los recursos públicos que transfiere la federación de manera directa y sin ningún intermediario.

Por ello, dijo, “estamos trabajando con 133 cabildos de usos y costumbres, alrededor de 2 mil 660 autoridades indígenas, que firman los convenios y reciben las partidas presupuestarias correspondientes para la ejecución de los caminos”.

El titular del INPI, destacó el papel de las mujeres indígenas en la realización de las obras, indicó que el 20 por ciento de participantes en los proyectos son mujeres, quienes se involucran en las tomas de decisiones de las asambleas, en la integración de los comités de caminos y en la realización de las obras, “realizan el trabajo artesanal de alta calidad, lo que le da un toque muy especial”, indicó.

Precisó que la asamblea comunitaria, que constituye la máxima autoridad en los municipios regidos por ‘usos y costumbres’, tiene entre sus objetivos vigilar los avances de las obras y resolver los problemas que se van presentando durante los trabajos.

“Un aspecto muy importante es la rendición de cuentas, la autoridad municipal reporta ante la asamblea el dinero que ha recibido y cómo se va gastando, lo que es fundamental para evitar la corrupción, y cuando se termina el camino es la asamblea la que recibe la obra y además hace fiesta en la comunidad”, indicó el titular del INPI.

Añadió que además de las asambleas comunitarias se conforma un comité de caminos con mujeres y hombres de la comunidad, cuyos integrantes trabajan de manera honoraria, sin cobrar, y sus funciones básicas son coordinar el proceso de construcción de la obra, contratar al personal, preferentemente de la localidad, organizar y pagar a las cuadrillas de ocho personas que avanzan en los tramos en construcción día con día, adquirir los materiales que son necesarios para la construcción y mantener relación con el personal de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y el INPI. 

Adelfo Regino destacó el aporte de la cultura, los valores y bienes comunitarios en este proceso, ya que desde el inicio de las obras se realizan rituales para pedir a la Madre Tierra que los trabajos se desarrollen satisfactoriamente, así mismo se pone en práctica el ‘tequio’ para labores no contempladas del proyecto, como la limpieza y la donación de bienes por parte de las comunidades, además de otros valores culturales compartidos que permiten un trabajo de calidad, honesto y transparente durante todo el proceso, “son valores como la austeridad y la rendición de cuentas los que han sido enarbolados por el gobierno de la cuarta transformación y que se vuelven una realidad en la construcción de este camino”.

En ocasiones han sido las mismas localidades beneficiarias quienes aportan voluntariamente bienes comunitarios como arena, grava, piedra y madera. “Los pueblos entienden muy bien el sentido de la austeridad, lo que permite hacer más con menos”, recalcó el titular del INPI, al exponer que en diversos municipios de Oaxaca se han podido construir más kilómetros e incursionar muros de contención, entre otras obras adyacentes.