Oaxaca de Juárez, Oax., 09 de junio de 2020.-  Ante esta situación inédita mundial, derivada de la contingencia sanitaria y a causa de la cuarentena para evitar la propagación del contagio de Covid 19, las mujeres en particular enfrentan grandes retos y desafíos que se suman a lo que ya venían viviendo.

Así lo dio a conocer en entrevista para Radio Universidad, la doctora Charlynne Curiel Covarrubias, quien es profesora e investigadora del Instituto de Investigaciones Sociológicas de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (IISUABJO).

Explicó que derivado del confinamiento se ha incrementado la precarización económica y la violencia hacia las mujeres.

“Tenemos mucho tiempo sabiendo que las mujeres entraron en un proceso llamado feminización de la pobreza, es decir; el sector empobrecido está compuesto por mujeres y cada vez es mayor a nivel mundial, obviamente la pandemia y la serie de sucesos que esto detona tiene un efecto más nocivo y fuerte en sus vidas cotidianas” agregó la especialista.

Se trata de un sector laboral con muy poca posibilidad de ahorro, cuyo trabajo se desarrolla en la precariedad, con pocas o nulas prestaciones sociales, cuyos ingresos en porcentajes muy altos se invierten en la reproducción de sus familias y hogares.

Sostuvo que el confinamiento ha empeorado las condiciones en que se encuentran las mujeres, ante la falta de guarderías, el llevar el trabajo a casa, extender los horarios en el cuidado a niñas, niños y adolescentes, personas mayores o en algunos casos enfermas, además del acompañamiento escolar, sumado a las actividades domésticas.

“Estoy segura que un porcentaje altísimo de mujeres se encuentran desgastadas física, emocional y psicológicamente, lo que se suma a la vulnerabilidad y la violencia que se acentúa en esta etapa, elementos que complican su productividad”, afirmó.

Y por otra parte –dijo-  está un gran número mujeres que tienen que salir a trabajar diario y exponerse al riesgo de contagio, para llevar el sustento a sus familias.

Ante este panorama, la investigadora sostiene que no es necesario generar nuevas normativas o legislaciones, sino más bien que los tres niveles de gobierno apliquen la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, para prevenir, sancionar y erradicar la violencia.

Además de crear una política nacional encaminada a la distribución de los cuidados, redistribución de labores del hogar, puesto que ya no puede ser un trabajo exclusivo de las mujeres, es momento de que los varones asuman sus responsabilidades.

Finalmente dijo que falta mucho por hacer en materia de transversalización de la perspectiva de género, sensibilización y erradicación de la violencia, así como en la promoción del autocuidado colectivo.