Por: Gildardo Mota
A menos de un mes de que fuera asesinado el dirigente del Frente Nacional Indígena y Campesino, Arturo Pimentel Salas, anoche fue ejecutado con disparos de arma de fuego el diputado local del PRD y presidente municipal electo de San Andrés Cabecera Nueva, Everardo Hugo Hernández Guzmán, esto en la colonia La Paz, perteneciente al municipio de Santa Cruz Xoxocotlán.
De acuerdo a información oficial, el diputado Hernández Guzmán culminó por la noche una reunión de trabajo con integrantes de la fracción parlamentaria del PRD de la LXI Legislatura Local, posteriormente cerca de las 23 horas arribó a un establecimiento comercial en la colonia La Paz, en donde se disponía a cenar, cuando arribó una persona con pistola en mano y le realizó varios disparos.
Hugo Hernández Guzmán obtuvo en julio el triunfo electoral histórico en el municipio de San Andrés Cabecera Nueva, cuya población solicitó el cambio de elección de autoridades municipales, dejando así los usos y costumbres para pasar al esquema de partidos políticos.
La participación electoral de Hernández Guzmán resultó incómoda para el grupo de caciques y criminales que operan en San Andrés Cabecera Nueva y en la zona de Juxtlahuaca, y desde su elección como diputado local recibió una serie de advertencias en caso de afectar intereses del grupo que encabezó en vida Efraín Cruz Bruno.
Cabe referir que en la última semana de junio fue asesinado Efraín Cruz Bruno cuando acompañaba a su esposa, la priísta Rosalía Palma López, hoy diputada local electa, por lo que familiares y personas cercanas al fallecido responsabilizaban del hecho a Hernández Guzmán, sin embargo, las líneas de investigación establecían un ajuste de cuentas entre grupos del crimen organizado.
Y es que Efraín Cruz Bruno era conocido en la región de la Mixteca como un matón y cacique, incluso enfrentó un juicio por el asesinato del entonces candidato a diputado del PRD, Fidel Mejía Bautista, pese a las pruebas que lo inculpaban, durante el gobierno de Ulises Ruiz Ortiz, el mencionado fue absuelto e incluso apoyado con recursos económicos por gobiernos priistas para conformar una fábrica de muebles, que hoy se encuentra abandonada.