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* Se debe revisar por qué en esta región hay insurrecciones armadas y expresiones subversivas como el EZLN y EPR, lo que tiene que ver con las deudas históricas que son un verdadero agravio para las entidades. Calles inseguras, violencia y narcotráfico, desempleo galopante, pobreza y hambre, van generando condiciones revolucionarias en este momento en el país.

José Luis Sarmiento Gutiérrez

Oaxaca, Oax.- Con las medidas autoritarias, privatizadoras y regresivas que está implementando el gobierno priísta de Enrique Peña Nieto, existe un grave riesgo de que ocurran estallidos sociales en el Sur-Sureste del país, advirtieron a este medio de comunicación senadores del grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
El senador por Chiapas, Zoe Robledo, presidente de la comisión especial para el Sur-Sureste, admitió que existe mucha inconformidad que se podría traducir en nuevos levantamientos sociales, lo que se puede prevenir con atención y con el reconocimiento de que hay un abandono y una desatención histórica.
Consideró que se debe revisar por qué en esta región del país hay insurrecciones armadas y expresiones subversivas como las de los Ejércitos Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y Popular Revolucionario (EPR), lo que tiene que ver con las deudas históricas que son un verdadero agravio para las entidades, donde no hay calidad en los servicios de salud y donde existen enfermedades que han sido erradicadas en el resto del país, pero que en las comunidades siguen matando personas.
Insistió en que el regreso del PRI a Los Pinos y su estilo de gobernar —impulsando reformas como la privatizadora de los recursos energéticos, la fiscal recaudatoria y la laboral-administrativa, está última, disfrazada de educativa—, representa una “bomba de tiempo” en la región, que podría derivar en levantamientos violentos.
“No hay nada peor que querer hacer lo mismo del pasado y buscar resultados diferentes, porque si el PRI empieza a gobernar de la manera en que nos llevó durante 70 años a un estado autoritario, donde la tolerancia a las ideas diferentes era mínima, pues no deberá sorprendernos que haya inconformidad social.
“El gobierno tiene que hacer una rectificación al respecto, sobretodo hoy que se están presentando reformas estructurales que están llevando a la gente a la calle, desde los profesores y padres de familia, así como otros sectores que se están manifestando contra la reforma hacendaria que afecta el ingreso y no tiende a generar empleos ni una recaudación eficiente”.
Zoe Robledo recordó que existe una deuda histórica con los nueve estados de la zona, que son los que hacen más aportaciones en términos de energía hidroeléctrica, petróleo y gas natural, así como biodiversidad, identidad cultural y pluralidad política, donde existen gobiernos de los diversos partidos políticos. Sin embargo, lamentó, “somos la región más atrasada, con los peores indicadores del país…”
Manifestó que a los estados del Sur-Sureste, durante muchos años, los gobiernos federales del PRI y el PAN los había convertido en competidores de presupuesto, en una situación donde los gobiernos locales se asumían como competencia, no como aliados para el desarrollo regional.
“Hoy hay una serie de proyectos que nos están uniendo, como el corredor Transístmico que conectará los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos que lleva 156 años discutiéndose en el país, hoy es tiempo de que el gobierno federal de una muestra por restituir las grandes deudas que tiene con el Sur”.

El hambre y la irritación social.

Los índices de pobreza extrema que padecen millones de mexicanos en el sur-sureste mexicano y los efectos de la desnutrición y el hambre pueden llevar a las comunidades a escenarios de irritación social, reconoció el senador Isidro Pedraza, presidente de la Comisión de Autosuficiencia Alimentaria.
“Estamos en esquemas de vulnerabilidad, que mezclados con el entorno político, nos darían un coctel de inestabilidad muy grave, porque tenemos devolución de paisanos desde Estados Unidos a México, calles inseguras, violencia y narcotráfico, desempleo galopante, pobreza y hambre, que van generando condiciones revolucionarias en este momento en el país”.
Opinó que la llamada “Cruzada contra el Hambre” no debe ser un programa con fines electorales, por lo que se debe impulsar es una ley que permita reactivar la producción de alimentos y evitar las ocurrencias o modas sexenales, que tienen un contenido muy fuerte de populismo y no van al fondo del asunto.
Y es que según cifras oficiales más de 7 millones 400 mil personas viven en extrema pobreza y padecen hambre, enfermedades y desnutrición, mientras que el actual, gobierno no ha establecido políticas agropecuarias sólidas y únicamente se ha dedicado a difundir su dichosa cruzada.
El representante popular hidalguense consideró que nos debe preocupar a los mexicanos el que realmente podamos ser autosuficientes en lo que comemos.
Sin embargo, condenó, “el resultado de las políticas de los gobiernos neoliberales del PRI y el PAN resultó en el desmantelamiento de toda la planta productiva en México, al retirar subsidios y dejar de invertir en infraestructura”.
Citó como ejemplo que se están gastando más de cinco mil millones de dólares cada año en la compra de alimentos mientras que la misma banca —como está concebida—, no está financiando el desarrollo.

La reforma que no es educativa.

El senador de Michoacán, Raúl Morón, secretario de la Comisión de Educación en el senado, lamentó la aprobación de la llamada “Reforma Educativa” que ha despertado la inconformidad de cientos de miles de maestros del país, que se han desbordado en expresiones de descontento social que mantuvieron sitiada la capital de la república durante semanas.
Aclaró que esta reforma no es educativa, sino que contempla medidas laborales y administrativas, porque ha habido permisibilidad de que todos puedan hacer lo que quieran en el sistema educativo y no se aplica la norma por los acuerdos que han existido entre la dirigente nacional del SNTE, Elba Esther Gordillo y los gobiernos en turno, desde Salinas, Zedillo, Fox y Calderón.
Estimó que para elevar la calidad de la educación se tiene que abrir un debate nacional para ver qué papel va a jugar la educación en México.
“Esta reforma no cumple con esas características, porque tiene muchos ingredientes de carácter laboral que mantienen en la inestabilidad a los maestros de México.
Esta reforma, subrayó, “en vez de actuar en pro de la educación parece que está actuando en contra, con planteamientos que no pueden llevarse a la práctica, como despedir, en el caso de Oaxaca, a unos 70 mil maestros que realizaron un paro durante semanas, o a 30 mil de Chiapas, simplemente no se puede”, subrayó.
Refirió que se tienen que buscar mecanismos para que los derechos de los maestros no sean trastocados, además de discutir a fondo el tema educativo con la participación de todos los sectores de la sociedad, para avanzar hacia otros niveles de desarrollo de la educación en México.

Medidas neoliberales.

El representante popular perredista por Michoacán lamentó que el gobierno de Peña Nieto haya adoptado medidas neoliberales en la reforma “educativa”, dictadas por organismos internacionales como el Banco Mundial (BM) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
“México ha atendido esas medidas de manera indiscriminada y lo que tiene que atender la educación en un país son las características específicas de sus habitantes, de las diferentes zonas y regiones, del contexto socio-económico en que se realiza o se lleva a la práctica el proceso educativo, y en base a ello establecer qué es lo mejor para los mexicanos”.
Estimó que la falta de planeación educativa está propiciando que México esté produciendo profesionistas desempleados, no especialistas que requieren las ramas del desarrollo nacional.