image

* La ineptitud del cuerpo médico del Hospital Regional de San Pablo Huixtepec,cortó de tajo los sueños de una familia, al propiciar la muerte de una menor.

Gildardo Mota

Zimatlán de Álvarez, Oax.-  El 16 de enero cumpliría nueve meses de vida yllevaría por nombre Mía Soledad; sería una alegre compañía para su hermana Gala Yamilet y una bendición para sus padres Zúlma Arely Aquino Martínez y Francisco Abel Mejía López. Pero la ineptitud del cuerpo médico del Hospital Regional de San Pablo Huixtepec,cortó de tajo los sueños de una familia, al propiciar la muerte de la menor.

— Qué ironías tiene la vida —susurra el padre de Mía Soledad—. Su nombre (Mía) —lo dice con palabras entrecortadas —, ¡nos la quitaron…!

Consternado habla el joven padre, quien además fue despedido de la policía municipal de Zimatlán en septiembre de 2013, como si no bastara la pérdida de su menor hija, como si las calamidades en un momento se convirtieran en un rosario.

La Iatrogenia (acto médico dañino) fue cometida la madrugada del 16 de abril de 2013 por el responsable del área de urgencias del turno de la noche, Carlos Eduardo Arrona Bautista, asistentes médicos y enfermeras, de las que se desconocen sus nombres.

El error médico que acabó con la vida de Mía Soledad, lamentable acontecimiento encubierto hasta la fecha por el director del Hospital Regional de San Pablo Huixtepec, Luis Armando Flores Vásquez.

Del citado “acto médico” se derivó una denuncia penal que presentaron los padres de Mía Soledad ante el agente del ministerio público de Zimatlán de Álvarez, cuya averiguación hasta enero del año en curso no se ha consignado ante la intervención del director del Hospital de San Pablo Huixtepec, Luis Armando Flores Vásquez, quien haobstruido las investigaciones para encubrir al médico, Carlos Eduardo Arrona Bautista.

Los casos de negligencia médica como sucedieron en el centro de salud de Jalapa de Díaz y San Antonio de la Cal, se quedan cortos al acto criminal que cometió personal médico del Hospital de San Pablo Huixtepec.

Sin embargo, lo grave es la indolencia y encubrimiento que cometen funcionarios de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), como es el Director de Atención Médica, Ignacio Zárate Blas, quien en tres ocasiones evitó conceder una entrevista a este medio informativo para abordar el tema en referencia.

Del mismo modo, al director del Hospital de San Pablo Huixtepec, Luis ArmandoFlores Vásquez, en dos ocasiones se le solicitó una entrevista para conocer las circunstancias del “fallecimiento” de Mía Soledad, pero nunca se obtuvo respuesta.

 

La historia de

esta Iatrogenia

 

A bordo de la ambulancia del ayuntamiento de Zimatlán de Alvarez, el 16 de abril de 2013, cerca de las 02:00 horas, Francisco Abel Mejía López arribó al Hospital Regional de San Pablo Huixtepec, junto con su esposa Zúlma Arely Aquino Martínez, quien fue atendida por un parto “fortuito”, situación que no permitió que se le atendiera en el área denominada de “expulsión”.

La atención a la paciente se concedió bajo la responsabilidad de Carlos Eduardo Arrona Bautista, responsable del Servicio de Urgencias en turno, con apoyo de Médicos Internos de Pregrado (estudiantes de medicina autorizados) y enfermeras de la institución, quienes posteriormente en su reporte informaron haber atendido un parto de un producto muerto del sexo femenino, lo que fue informado al padre alrededor de las 04:00 horas.

Como lo establece el protocolo en estos casos, el cuerpo de la niña se turnó al área de pediatría en donde se “confirmó” su muerte, por lo que las enfermeras del turno envolvieron el cadáver en sábanas, taponearon orificios nasales y boca con algodón (amortajar) y la trasladaron el cuerpecito al mortuorio, lugar en el que permanecen los cuerpos hasta ser entregados a sus familiares.

El cuerpo de la menor “fallecida” permaneció en el mortuorio hasta el inicio del turno matutino del personal médico, en tanto el padre consiguió un pequeño ataúd para llevar elcadáver de su hija.

Cerca de las 14:00 horas de ese mismo día, el padre fue acompañado al mortuorio por la trabajadora social, en donde destaparon una caja de cartón sellada con cinta canela, en su interior se encontraba un cuerpo envuelto en una sábana de color azul.

Una vez desenvuelto el cuerpo de la menor, la trabajadora social y el padre observan que el algodón de los orificios nasales se movía, así como el abdomen y tórax, por lo que inmediatamente retiran el algodón y llevan a la niña al área de pediatría… ¡Estaba viva!

Ante ello, el especialista confirmó signos vitales y atendió médicamente a la recién nacida que había sido declarada muerta, para luego ingresarla a una incubadora, en donde la menor peleó por su vida por cerca de seis horas, para finalmente fallecer a las 20:00 horas de ese 16 de abril.

Por ser un producto a término, se elaboró el certificado de defunción, declarándose el fallecimiento a las 02:00 horas del 16 de abril de 2013, sin embargo, este documento no fue firmado por el doctor Arrona Bautista, sino por el director del Hospital Regional de San Pablo Huixtepec, Luis Armando Flores Vásquez, como lo revela en entrevista el padre de la víctima.

Los médicos que atendieron el parto de Zúlma Arely Aquino Martínez, encabezados y organizados por Flores Vásquez, pretendieron cambiar el registro de horas en elcertificado de defunción, intentabron incluso argumentar que la muerte de la niña se habría registrado en el trayecto que realizó la ambulancia de Zimatlán de Álvarez hacia San Pablo Huixtepec, con el fin de evitar responsabilidades.

 

Pobres, objeto de prácticas médicas.

 

“El doctor me explicó que así aprendían los futuros médicos, con errores que cuestan vidas humanas”, lamentó desconsolado Francisco Abel Mejía López, sobre su encuentro con el director del Hospital Regional de San Pablo Huixtepec, Luis Armando Flores Vásquez, horas después de la muerte de su hija.

“Luego firmó el certificado de defunción de mi niña, como si fuera un cheque…”

Las palabras de Mejía López calan en lo hondo, es la voz de impotencia de los desprotegidos:

“Para tener un hospital necesitan tener gente capacitada, eso de que los futuros médicos aprenden perdiendo vidas humanas no es justo, mejor que paguen y manden gente capacitada, hay muchas casos que suceden aquí y que por falta de dinero y estudio no se procede en contra de malos servidores”.

Mejía López tiene 18 años, hasta septiembre de 2013 laboraba como policía municipal en Zimatlán de Álvarez, adquirió el Seguro Popular para su esposa Zulma Arely Aquino Martínez, pues el ayuntamiento nunca le concedió el Seguro Social, ambos esperaban con alegría la llegada de una nueva integrante a la familia, se llamaría Mía Soledad.