TERCERA

* México se convierte en el mercado para productos transgénicos y de mala calidad provenientes de los Estados Unidos; aumentan importaciones de maíz en 2 mil 500 por ciento.

 

José Arturo Román Lugo

Carina García

Fotos: Agencia PAGOSA

 

A 20 años de que México, Estados Unidos y Canadá suscribieron el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), así como el Capítulo Agropecuario del convenio, el campo mexicano y en especial, el de estados marginados como Oaxaca, se encuentra devastado y condenado al fracaso, por la falta de políticas públicas para hacerlo competitivo.

Y es que México se ha convertido en el principal mercado para productos transgénicos, de dudosa calidad y peligrosos para la salud, que son importados desde los Estados Unidos, mientras que ambas naciones del norte se han dedicado a comprar exclusivamente productos de alta calidad, de preferencia orgánicos, para que se sirvan en la mesa de sus ciudadanos.

“Si fuésemos capaces de producir lo que aquí consumimos, entonces no tendríamos que estar soportando esta situación”, señaló la senadora Mely Romero, al reconocer que el 40 por ciento de los alimentos que consumimos se están importando. “Si seguimos con esta tendencia vamos a estar con una crisis alimentaria muy pronto”, advirtió.

En entrevista con DEBATE, la dirigente nacional de las Mujeres Rurales de México del PRI, estimó que los campesinos y productores mexicanos no han tenido respaldo para aprovechar el acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá, quienes tienen especificaciones muy claras para la importación de productos.

Reconoció que se debe revisar el tema de los productos transgénicos que se están comercializando en México, lo que seguramente se analizará en las discusiones de las reformas al sector rural que están iniciando.

Manifestó que más de 30 millones de ciudadanos se encuentran en situación de pobreza extrema en el sector rural y admitió que son pocos los casos de grandes productores que se están beneficiando con las reglas del TLCAN.

“Nos preocupa mucho que de la población rural que se encuentra en pobreza extrema, más de la mitad son mujeres que vive condiciones de vulnerabilidad, que en muchos casos por el problema de migración no cuentan con el apoyo de una pareja”.

 

Se agudiza la crisis

 

El sector agroindustrial se encuentra indefenso ante la falta de políticas que puedan proteger a los productores de fríjol, azúcar, y la comercialización de alimentos como el huevo y la leche, ante la entrada el retiro total de aranceles en el sector contemplado en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

“La entrada en vigor del Tratado nos afecta porque las empresas grandes nos quitan nuestros clientes», aseguró Joel Ochoa Carrasco, representante de agroindustriales del Valle de Oaxaca.

Señaló que los agro industriales, no cuentan con ningún política que permita enfrentar esta situación, “sólo estamos organizándonos para poder paliar los efectos negativos, porque sin duda está pegando  fuertemente a la economía de nuestros agremiados y de los productores del estado”.

Y es que a pesar de que las autoridades estatales y federales impulsan nuevos proyectos para que a partir de los productos primarios como el fríjol o la leche, se puedan generar agroindustrias con productos más elaborados, que les permitan mejorar los ingresos y poder ampliar los mercados de los productores, estos son solamente «sueños».

Ochoa Carrasco dijo que ya se exportan a diversos estados del país y el extranjero, productos como la pulpa de tamarindo o las gelatinas, debido a su aceptación, y consideró que estas pueden ser las alternativas para poder evitar una crisis en la economía del sector.

Sostuvo que es necesario que la población conozca y consuma los productos que se elaboran en Oaxaca, para que también se puedan promover en los mercados nacionales e internacionales, para que ayuden a la economía de los productores.

“La mayoría de los oaxaqueños no tienen conocimiento de los diversos productos que se elaboran dentro de la propia entidad, tal es el caso del nopal, que ya se comercializa en diversas partes del mundo en diversas presentaciones, así como la mermelada de tamarindo y las salsas”, explicó.

Indicó que se cuenta con una amplia gama de productos, los cuales, aseguró, son buena calidad y contribuyen en gran medida a mejorar la salud de los consumidores, ya que son alimentos que se elaboran con estrictas normas que establecen las dependencias federales.

En tanto, se informó que empresarios del sector agroalimentario en la entidad, podrán realizar un intercambio comercial con empresarios del sector hotelero, restaurantero y tiendas de autoservicio, a través de los convenios existentes.

“De esta forma se propiciarán encuentros de negocios sin intermediarios, con mayores ventajas comerciales, que promueva el consumo interno de los productos oaxaqueños en beneficio del desarrollo regional sustentable y la generación de empleos”, indicó

 

Aumentan importaciones

 

Por otra parte, el diputado local Fredy Gil Pineda, presidente de la comisión agropecuaria en el Congreso local, criticó que desde la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio las importaciones de granos provenientes de Estados Unidos se han incrementado en 2 mil 500 por ciento, por lo menos en variedades de maíz.

Al proponer un proyecto para la producción de granos básicos, mediante tecnología, asistencia técnica, financiamiento y comercialización oportunos, lamentó la situación de escases de alimentos como consecuencia del calentamiento climático, migración, falta de empleos, organización y acceso al crédito, que impactan en el medio rural.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), dijo que en el primer semestre del 2013 se importaron más de 222 mil toneladas de granos, por un valor de73.5 millones de dólares, cifra que, se estima, en 10 años se podría cuadriplicar.

“En el estado de Oaxaca se siembran anualmente alrededor de 557 mil hectáreas de maíz para grano, de las cuales, el 93.5 por ciento corresponde al ciclo primavera-verano, con un rendimiento de 1.3 toneladas por hectárea”, calculó.

Precisó que el 90 por ciento del cultivo de maíz en el estado se lleva a cabo con variedades criollas, el 7 por ciento con mejoradas y el 3 por ciento con híbridos. Sin embargo, agregó, existe un promedio de déficit de producción de más de 200 mil toneladas por año.

Pineda Gopar lamentó la pérdida de diversos cultivos a consecuencia de fenómenos climáticos, por lo que es necesario prevenir la escasez de alimentos y urgente implementar un programa estratégico de producción de granos básicos.

 

Cambio climático

golpea agricultura

 

(Agencias) Un reporte de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) –publicado a finales de septiembre de 2013- indicó que 534 mil hectáreas resultaron dañadas; de las cuales, 329 mil presentaron un grado de afectación importante.

A nivel estatal, Guerrero reportó 215 mil hectáreas dañadas, seguido de Tamaulipas con 76 mil; Michoacán, 38 mil; Sinaloa, 35 mil; Veracruz, 34 mil; Zacatecas, 34 mil; y Oaxaca, 23 mil.

En el sector ganadero, se estimó la pérdida de más de 100 mil unidades animal: 45 mil en Guerrero, 25 mil en Oaxaca; 20 mil en Veracruz; 9 mil en Michoacán; 4 mil en Jalisco; y 3 mil en Sinaloa.

Mientras que la hambruna que experimentó la comunidad Tarahumara en enero de 2012, como consecuencia de la grave sequía que azotó al estado de Chihuahua, fue una prueba más del continuo impacto de la variabilidad climática en el bienestar humano; por ello, el calentamiento global se ha convertido tanto en un problema de desarrollo como en uno ambiental.

De acuerdo con el Informe Stern (http://bit.ly/1jxtqMs), el aumento en la temperatura de la Tierra afectará los elementos básicos de la vida de personas de todas partes del mundo, en especial: el acceso al agua, la producción de alimentos, la sanidad y el medio ambiente.