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* Tras desalojo fallido de la Policía Federal en el cuartel estatal de Oaxaca, Policías amotinados entregan armas a la Secretaría de la Defensa Nacional.

José Luis Sarmiento Gutiérrez Texto y Fotos

Los elementos del Ejército Mexicano de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) pusieron el orden en Oaxaca, luego de que policías estatales se amotinaran y apoderaran por 13 días de armas cortas y largas, granadas, balas de diversos calibres, radios, escudos y protecciones anti-motines, equipo táctico, logístico y de inteligencia, uniformes, camiones, camionetas, patrullas, separos, oficinas, computadoras e inmuebles y demás bienes estatales, como supuesta protesta laboral.

Este viernes 13 de febrero quedó en claro que el gobierno encabezado por Gabino Cué fue rebasado y no pudo solucionar el problema de seguridad, mucho menos con apoyo del titular de la SEGOB, Miguel Ángel Osorio Chong y sus policías federales, por lo que las fuerzas armadas castrenses del país salieron al quite.

Y es que los uniformados de Oaxaca repelieron y desarticularon un intento de desalojo en el cuartel de la Secretaría de Seguridad Pública del estado (SSP), a manos de elementos de la Policía Federal —que dependen de la Secretaría de Gobernación—, quienes fracasaron ante la embestida violenta de los oaxaqueños y tuvieron que retirarse.

El operativo fue repelido con armas de fuego por un grupo de elementos insurrectos de la Policía Estatal, que se encontraban atrincherados en el interior de las instalaciones policiales, quienes lograron herir en las piernas a 5 elementos de la Policía Federal, con esquirlas de bala disparadas con armas oficiales, que rebotaron al impactar los proyectiles contra el suelo.

Los federales y estatales intercambiaron como si fueran mercancía u objetos a sus compañeros retenidos por ambos bandos durante la gresca, lo que distensó de momento el conflicto y permitió que se abriera la circulación en la carretera federal. Un balance de 3 mil 434 armas largas y cortas; alrededor de 500 mil cartuchos de diferentes calibres, así como equipo táctico y vehículos de la propia corporación, mantenían en su poder los policías estatales, de acuerdo con el comunicado del poder ejecutivo de Oaxaca.

Trascendió que en el paro realizado por los mismos elementos el año pasado, fueron robadas metralletas, granas de fragmentación y cientos de balas de alto poder, por lo que la Policía Ministerial detuvo a policías acusados por sus propios compañeros.

Con casi el 100 por ciento de sus demandas cumplidas —la principal, la renuncia de Alberto Esteva Salinas como Secretario de Seguridad—, los policías de Oaxaca reaccionaron violentamente contra los representantes de los medios de comunicación. Se mantenían armados con palos y piedras para amedrantar a la prensa, lo que provocó el ataque a golpes a un reportero de reciente ingreso, de nombre José Sánchez, a quien acusaron de “oreja”.

Luego de arremeter contra la Policía Federal, los policías estatales doblegaron las manos ante la llegada de soldados del Ejército Nacional, quienes recuperaron el control del armamento y demás bienes del estado, que mantuvieron secuestrados los uniformados que en todo momento recibieron muestras de apoyo de sus familiares.

Por la tarde el Secretario de Administración del Gobierno de Oaxaca, Alberto Vargas Varela, llegó al cuartel para supervisar los inventarios de armas y demás bienes destinados a la Seguridad Pública, los cuales fueron incautados por el Ejército para su correspondiente estudio. Después de un día de tensión y bloqueos de la carretera federal Oaxaca-Costa y el desalojo de las escuelas aledañas, presencia de civiles en apoyo a los estatales, el Ejército logró estabilizar el problema que se venía agudizando desde hace meses.

Los Policías del estado se encuentran a la espera de que sea presentada una iniciativa de Ley de Pensiones especial para ellos, lo cual, podría llevar varias semanas o meses, incluso, ser congelada por parte del poder Legislativo.

Inseguridad en Oaxaca

Pese al maquillaje de cifras oficiales, Oaxaca es uno de los estados donde se ha incrementado más le delincuencia del fuero común —no los ilícitos de alto impacto, como se ha dado a conocer en este medio de comunicación—, cuyo combate requiere en mucha medida de la Policía Estatal.

La inseguridad en Oaxaca ha igualado los índices de Michoacán y Tamaulipas, de acuerdo a Calidad RRS y Asociados. El último informe revela que los índices de robo a casa habitación, negocios, vehículos, lesiones, extorción y demás se han incrementado considerablemente.

El estudio denominado “Semáforo Delictivo Nacional” revela que en las ocho regiones de la entidad no está garantizada la seguridad, debido a que los delitos crecieron entre un 190 hasta un 200 por ciento.

Pero además de ello, la percepción de la ciudadanía refleja que las pocas e ineficientes políticas públicas que han emprendido las autoridades en esta materia, tienen que ver con que el 87 por ciento de la población se siente insegura y desconfía de la justicia y procuración de la misma.

Los oaxaqueños y oaxaqueñas han manifestado que los niveles de inseguridad son similares a Michoacán y estados del norte, en donde el crimen organizado ha gado terreno al igual que sus efectos.

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