Religiones a la Baja. Jesús Lemus Barajas
* “Cara de Diablo”, la historia de la “Ciudad Santa” denominada “Nueva Jerusalén” en Michoacán, sometida por el Padre Nabor y una vidente que se aprovecharon del fanatismo hacia la Virgen del Rosario y ofrecieron vida eterna.
José Luis Sarmiento Gutiérrez
Fotos: Gildardo Mota
Ante la falta de oportunidades para una vida digna y deficientes respuestas de las instancias gubernamentales, las personas —principalmente los pueblos más pobres— recurren a la Religión como una vía de escape, señaló en Oaxaca el periodista y escritor, Jesús Lemus Barajas.
Durante la presentación de su libro Cara de Diablo, “La Historia de Nueva Jerusalén y el hombre que quiso ser Dios”, el acreedor al Premio Internacional Pluma a la Libertad de Expresión 2011, entregado por la fundación no gubernamental Oxfam Novib / Rory Peck en Holanda, señaló:
“Es un claro ejemplo de la manipulación de la gente, en base a la idea principal de salvación y entregarse a una vida mejor, a cambio de un buen comportamiento”.
Y es que en su obra Cara de Diablo, el también autor del libro Los Malditos describe lo ocurrido en un pueblo del estado de Michoacán, donde el Padre Nabor creó lo que él llamó una “ciudad santa” denominada “La Nueva Jerusalén”, donde manipuló a cientos de personas que iniciaron con un culto siniestro y fanático hacia la Virgen del Rosario.
Con el ofrecimiento de la vida eterna, el sacerdote mantuvo el control de la comunidad que en el año 2012 —en un sucedo real— destruyó la escuela del pueblo por supuesta instrucción de la Virgen del Rosario, quien les aseguró a través de una vidente que se trataba del refugio del Diablo.
Los pueblos que son manipulados por la Religión, advirtió Jesús Lemus, no tienen otras opciones hacia las cuales aspirar. “Es la pobreza, las condiciones de abandono, donde la gente en ocasiones puede comer sólo una vez al día y no hay los mínimos indispensables para la vida cotidiana en el hogar”.
Mencionó que el abandono por parte de los gobiernos federal, estatal y municipal, y cuando las personas ven que no tienen posibilidades de remontar su condición de pobreza, no solamente aceptan gustosas el ofrecimiento de salvación en la Religión, sino que además la siguen ciegamente como la única esperanza de vida.
Al ser entrevistado por este medio de comunicación en la ceremonia de presentación del texto “Cara de Diablo” en la Biblioteca Pública Central de Oaxaca, refirió que en la Nueva Jerusalén la gente entiende que esta vida es lo de menos, por lo que aceptan la religión con estoicismo.
“Un día se va a acabar el mundo y el mundo no va a existir más. La Nueva Jerusalén —que es esto que delimita 200 hectáreas de terreno—, no va a arder en fuego como el resto del mundo. En el resto de la tierra va a caer lumbre todos los días, se va a acabar todo el mundo y la Nueva Jerusalén será como el edén, donde florecerán árboles frutales, animales y comida; donde va a bajar Dios a platicar y convivir todos los días con su hijo Jesucristo, la Virgen del Rosario y todos los Santos. Si ustedes hacen oración todos los días, entonces la salvación está garantizada…”
Con un ofrecimiento así, agregó Lemus Barajas, entonces quién no va a aceptar una religión como tal. Cuando estamos tan desprendidos de todo como seres humanos y nos ofrecen una alternativa de salvación, “creo que ese es el beneficio que nos puede dar”, cuestionó el periodista, que fue víctima de persecución y encarcelamiento en el sexenio de Felipe Calderón por su aguda crítica a la guerra contra el Narcotráfico.
En tanto el sociólogo Antonio Berthier Sánchez, consideró que no podemos esperar que las instituciones religiosas o políticas nos vengan a resolver la vida. Creo que nosotros debemos hacernos cargo de eso y debemos ser cada vez más responsables, mencionó en presencia del investigador Isidoro Yescas Martínez.
El especialista en materia de Teología y Religión, catedrático en la Universidad La Salle, reconoció que existe una crisis de credibilidad en las instituciones religiosas, aunque no en todas. “En este país la religión que más crece son las Iglesias Pentecostales y esas no están en crisis, están en boga. Hay elementos económicos involucrados pero también religiosos”, acotó.
Puso como ejemplo el caso del Islam, que —estimó—, no puede pagar los platos rotos del Fundamentalismo Islámico, del terrorismo, como tampoco la Iglesia Católica puede pagar los platos rotos de Marcial Maciel o de Joseph Ratzinger (Papa Benedicto XVI que dimitió entre los escándalos de los Curas pederastas) o un Juan Pablo II que mantuvo una postura conservadora durante se papado.
“No todos los católicos son conservadores y no todos los Musulmanes son Terroristas”, diferenció. “Si hay una crisis, no solamente de la religión, sino también de la política; entra en crisis el estado benefactor, entra en crisis el mundo soviético. Vivimos en una sociedad que se está volviendo más líquida que sólida, donde no sabemos donde aferrarnos para decir esta es mi identidad”, recalcó.
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