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Por: Gildardo Mota
Candidatos a diputados federales del PRD no recibieron el recurso suficiente para realizar sus campañas ante la intervención de un grupo de operadores financieros del presidente del comité ejecutivo estatal del PRD, Carol Antonio Altamirano, ex militante del PRI, quienes derrocharon las prerrogativas en placeres.
Se trata de Deysi Román Mecott , Ariadna Cancino Guzmán y Víctor Hugo Ruiz López, quienes se atribuyen funciones financieras fuera de la estructura legal del PRD, pero que utilizan las prerrogativas para disfrutar de convivencias sociales en restaurantes de lujo en la ciudad de Oaxaca, mientras candidatos de dicho partido no recibieron playeras para su promoción.
El grupo financiero de priistas, hoy disfrazados de perredistas, operan en una oficina que se ubica en el número 600 de la calle de Xicoténcatl, en la ciudad de Oaxaca, quienes laboran en favor del PRI, es la dirigencia de Carol Antonio Altamirano, sobrino de Carlos Altamirano, titular de la Auditoría Superior del Estado, familiar del ex gobernador de Oaxaca, Diódoro Carrasco Altamirano.
A continuación reproducimos una nota del que suscribe en julio de 2012, que refiere la persona del hoy dirigente estatal del PRD:
El 20 de noviembre de 1995, cerca de las 16 horas, un grupo de 10 personas armadas con pistolas y fusiles M1, encabezados por Rey Cruz Toledo arribaron a la escuela primaria “Jesús Rasgado”, ubicada en la sexta sección del municipio de Asunción Ixtaltepec, lugar en el que se hallaba instalada la casilla número 53.
Faltaban dos horas para el cierre de la jornada para elegir concejales, pero unos disparos de M1 violentaron el proceso electoral, al tiempo que el cuerpo de Alberto Antonio Calderón, hermano del entonces candidato del PRD a la presidencia municipal, José “Ché” Calderón, caía abatido por las balas disparadas del arma de Cruz Toledo.
Familiares y perredistas recuerdan aún con coraje el artero asesinato de Alberto Antonio Calderón, y los involucrados en el homicidio hoy transitan libremente por las calles de Asunción Ixtaltepec, incluso algunos como Jairo y Adelino Cruz, se encuentran desempeñando cargos como director y comandante de la policía municipal.
En Asunción Ixtaltepec todos saben quién mató a Beto Calderón, identifican perfectamente a los autores materiales e intelectuales que orquestaron la ejecución para evitar que en 1995 triunfara el PRD a través de su entonces candidato, José Antonio Calderón, quien prácticamente derrotaría a su oponente del PRI, Bersaín Toledo López.
Se entiende el coraje de los perredistas y familiares de Beto Calderón, sobre todo cuando refieren que en noviembre de 1995, al frente de la presidencia del comité municipal del PRI en Asunción Ixtaltepec, se hallaba el hoy diputado federal electo del PRD, Carol Antonio Altamirano, quien por aquel tiempo desvirtuó el asesinato del perredista y encubrió a los autores materiales.
Aquella tarde del 20 de noviembre de 1995, las personas armadas arribaron a la primaria “Jesús Rasgado” a bordo de una camioneta Nissan de color blanca, propiedad de Mecot Gómez, quien posteriormente, durante el periodo de gobierno municipal de Carol Antonio Altamirano (2008-2010), se convirtió en el constructor favorito del ayuntamiento de Asunción Ixtaltepec, rememoran los entrevistados.
Rey Cruz Toledo, identificado como el autor material del homicidio de Beto Calderón, es también involucrado en delitos como abigeato, extorsión y secuestro, y por lo que respecta a Jairo y Adelino Cruz, ambos ya fueron recluidos en el penal, el primero por homicidio y el segundo por extorsión, sin embargo, hoy ostentan sendos cargos en la policía municipal de Asunción Ixtaltepec, incluso desde la administración de Carol Antonio Altamirano.
Tras el asesinato de Beto Calderón, el entonces priísta Carol Antonio Altamirano, con el apoyo de su tío y funcionario de la Presidencia de la República, Carlos Altamirano Toledo, hoy titular de la Auditoría Superior del Estado, realizaba la entrega de aparatos electrodomésticos, ropa, calzado deportivo y fertilizante decomisado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y la Procuraduría General de la República. Una gran cantidad del producto de contrabando decomisado por el gobierno federal se repartía durante la festividad del 10 de mayo en Asunción Ixtaltepec.
Y es que la posición de Carlos Altamirano Toledo en calidad de funcionario de la Presidencia de la República, en los tiempos de Ernesto Zedillo Ponce de León, le permitía lucrar con programas federales y hasta con la mercancía de contrabando que decomisaba la PGR y SHCP. La entrega de regalos hizo por un momento, en un sector de la población de Asunción Ixtaltepec, olvidar el asesinato de Beto Calderón, situación que aprovechó Carol Antonio para convertirse en militante del PRD y aspirar a la presidencia municipal del lugar en 2007, posteriormente a la diputación local y actualmente a la legislatura federal.
En menos de 6 años, Carol Antonio Altamirano se ha desempeñado como presidente municipal de Asunción Ixtaltepec, diputado local y coordinador de la fracción parlamentaria del PRD, así como diputado federal en los próximos tres años, y por si fuera poco pretende asumir la figura de coordinador estatal de diputados federales para medrar con dicha representación ante el gobierno del estado.
Algunas voces del PRD estatal ya se oponen al oportunismo de Carol Antonio Altamirano, sobre todo cuando algunos de ellos ya se enteraron que pretende imponer como candidato del PRD a la presidencia municipal de Asunción Ixtaltepec a su hermano, Rubén Antonio Altamirano, a quien por cierto se le refiere por cometer auto robos en calidad de funcionario de los organismos operadores de agua potable en Juchitán de Zaragoza, Matías Romero y Santo Domingo Tehuantepec.
Y es que Rubén Antonio Altamirano creció bajo la protección de su tío, Elpidio Altamirano, ya fallecido, quien se desempeñó como titular de la Comisión Estatal del Agua durante el gobierno de José Nelsón Murat Casab.
Familiares y perredistas exigen al gobierno del estado retomar las investigaciones del asesinato de Beto Calderón, al tiempo de pedir su intervención para frenar los abusos de la familia Altamirano en Asunción Ixtaltepec.