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Es una lástima comprobar que los primeros que dicen querer a Oaxaca, sean también quienes más se dedican a sembrar inquina e intrigas. El ex funcionario del Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez, Jaime Castellanos del Campo, que actualmente dice aspirar a una candidatura por la vía ciudadana, está tratando de construir, a través de la destrucción y del cobro de sus resentimientos personales.
Para entender esta situación es necesario recordar los desafortunados antecedentes de Jaime Castellanos en su relación con el sector público. Éste individuo, que dice ser egresado del Tec de Monterrey, llegó a Oaxaca con la misión de sorprender a autoridades de buena fe con proyectos como las incubadoras de negocios y otros proyectos relacionados con la creación de empresas. A varios gobiernos les vendió, a precios estratosféricos, sus encuentros de líderes empresariales según como una forma de alentar el emprendedurismo en jóvenes. Sin embargo, a pesar de lo costoso de los encuentros nunca encontró la forma de comprobar que de verdad sus estrategias servían para detonar la actividad económica en el sector privado.
No obstante, con esa bandera del fomento económico logró que el gobierno municipal creyera en sus planteamientos y fue nombrado, al inicio de la presente administración municipal, como Secretario de Desarrollo Económico, cargo que apenas ocupó unos meses, hasta que fue cesado, primero por involucrarse en escándalos en redes sociales (en donde sin ningún recato publicaba fotos de sus costosos viajes, o sus quejas sobre el salario que devengaba como servidor público, e incluso imágenes en las que aparecía sin ropa); pero sobre todo, fue cesado porque su gestión no podía demostrar ningún resultado favorable relacionado con el fomento económico en la capital oaxaqueña.
Una vez que Castellanos del Campo quedó fuera del gobierno se dedicó a propagar amenazas de venganza en contra del Ayuntamiento citadino, y en los últimos meses ha tratado de pasar de las palabras a los hechos. Hace algunas semanas, el gobierno de Oaxaca de Juárez denunció judicialmente a Juan José Ramírez Narcia, por intentar extorsionar al gobierno citadino a través de la usurpación del cargo de presidente del Colegio Especializado de Ingenieros Civiles de Oaxaca. Con esa maniobra, Ramírez Narcia intentó cobrar 5 millones de pesos argumentando la elaboración de la documentación con la que se obtuvieron los recursos federales para remodelar algunos mercados en la capital oaxaqueña como el 20 de Noviembre, y el de La Merced.
Sobre esto, el titular de la Secretaría de Desarrollo Económico Municipal, Celestino Gómez y Gómez dijo, específicamente, que nada tuvo que ver Ramírez Narcia en las gestiones que se hicieron a través del Programa de Competitividad en Logística y Centrales de Abastos para bajar los recursos económicos y remodelar cuatro mercados de la capital del Estado, “ahora el ingeniero me pide cinco millones de pesos por la labor de gestión que se hizo gracias a él”, dijo cuando dio a conocer esta extorsión.
Hoy se sabe que quien está detrás de Ramírez Narcia es justamente Jaime Castellanos del Campo. Es él quien le habría entregado información a Ramírez Narcia para que éste tratara de hacer dicho cobro indebido al Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez. Esto se corrobora con el hecho de que el funcionario que recibió la encomienda de dar seguimiento a las gestiones que ya se habían realizado ante PROLOGYCA, y por tanto era uno de los que conocía diversos detalles de la información existente, la cual se habría utilizado para tratar de sorprender a la autoridad municipal.
Aún así, hay más. Esta semana, un grupo de locatarios del Mercado Benito Juárez protestaron en el Palacio Municipal supuestamente por la falta de socialización del proyecto de remodelación de dicho mercado. La protesta fue encabezada por Maximiliano Ortiz Jiménez, y aunque dijeron que representaban a todos los locatarios de dicho mercado, en realidad no eran ni 15 personas las que se apersonaron en la protesta.
Funcionarios de la administración municipal intentaron establecer diálogo con los inconformes, aunque su cerrazón al diálogo dejó en claro que no iban a tratar de conseguir un acuerdo con la autoridad sino simplemente a desestabilizar. El Municipio de Oaxaca de Juárez advirtió que esas actitudes ponen en riesgo la urgente remodelación del mercado Benito Juárez, que presenta diversas fallas que con estos recursos podrían ser corregidas.
Ante esta protesta, otros locatarios denunciaron que detrás de dicha protesta se encuentra también Jaime Castellanos del Campo, quien de esta forma ha pretendido generar inestabilidad y división entre los propios beneficiarios de las gestiones municipales. Su finalidad es tratar de cobrar la afrenta por su despido. No sólo no reconoce que razones para su despido hubo de sobra, sino que además ahora ambiciona llegar a cargo de elección popular a costa de sembrar intrigas, y de utilizar este tipo de maniobras para su beneficio personal.