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El pebetero de Maracaná es, según los organizadores, voluntariamente de tamaño pequeño y produce una llama mínima con un volumen escaso de emisiones. Es manera simbólica de luchar contra el calentamiento global de la atmósfera. “No se puede ya considerar hermosa una llama gigantesca”, dicen los organizadores de Río. Para enmarcar la llama el artista Anthony Howe ha creado una gran escultura mecánica que representa al sol, la fuente de energía que el mundo debería explotar. Cuando la llama luce, la estructura gira en espirales que representan la vida. Así, Río clausuró su ceremonia recordando al mundo el esfuerzo que hay que hacer para cambiar la forma de vida en el planeta.

En Maracaná, el pebetero arderá para nadie, esperando un partido de fútbol y la ceremonia de clausura, ya que el atletismo se celebrará en otro estadio. Una réplica en tamaño pequeño del pebetero se instaló en la Plaza de Pío X, ante la iglesia de la Candelaria, A las dos de la mañana del sábado, una llama robada de Maracaná fue trasladada hasta la iglesia, donde arderá en el pebetero replicado hasta el domingo 21, el día en que terminan los Juegos.

Fuente: deportes.elpais.com nota

Foto: olympic.org