El INPI reitera su compromiso por garantizar el ejercicio de los derechos fundamentales de las mujeres indígenas y su plena participación y representación en la vida comunitaria y en las instancias estatales y federales.

Desde hace unas décadas se conmemora el valor y la importancia de las mujeres indígenas en el mundo, a partir de la iniciativa del propio movimiento de los pueblos, por ello celebramos este 5 de septiembre el Día Internacional de la Mujer Indígena y reconocemos su gran aporte al mundo en su calidad de dadoras de vida, de guardianas del conocimiento ancestral, de la continuidad de nuestras lenguas indígenas, de su aporte fundamental a la permanencia de nuestras identidades y culturas, a la protección de nuestros territorios y bienes naturales; al mismo tiempo que manifestamos nuestra solidaridad con sus justas demandas históricas.

Esta fecha fue instituida en el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de Abya Yala en honor a la luchadora aymara Bartolina Sisa, que ofreció su vida junto con los quechuas-aymaras contra la dominación colonial española, y quien en 1782, en la Paz, Bolivia, fuera brutalmente asesinada y además su cuerpo desmembrado y exhibido públicamente. Esto representa cada lucha y muerte de mujeres indígenas exigiendo sus derechos y buscando erradicar la discriminación que continua en el mundo contra nuestras hermanas.

El objetivo de conmemorar este día es un recordatorio de exigencia para el reconocimiento de sus derechos fundamentales y la atención de sus justas demandas, que en el mundo y en México siguen siendo amplias. Además, busca hacer escuchar sus voces y sus reclamos en los espacios de toma de decisiones sobre su entorno en todos los niveles, al igual que el reconocimiento de sus aportes a nuestra herencia cultural.

Las mujeres indígenas han sufrido históricamente tasas más altas de pobreza y limitantes de derecho a la salud y educación, esto les ha causado problemas de analfabetismo y desnutrición. Asimismo,  han padecido la falta de una plena participación en la vida política de sus países, lo que ha profundizado la situación de violencia en sus entornos.

La población global de mujeres indígenas asciende a 186 millones, en México la población indígena asciende a 12 millones, siendo el 10.1% de la población total, entre ellos 6 millones 146 mil 479 son mujeres (51.1%), más del 75% se concentra en 8 estados de la República: Oaxaca, Chiapas, Veracruz, México, Puebla, Yucatán, Guerrero e Hidalgo. 

El objetivo de conmemorar este día es un recordatorio de exigencia para el reconocimiento de sus derechos fundamentales y la atención de sus justas demandas, que en el mundo y en México siguen siendo amplias. Además, busca hacer escuchar sus voces y sus reclamos en los espacios de toma de decisiones sobre su entorno en todos los niveles, al igual que el reconocimiento de sus aportes a nuestra herencia cultural.

Las mujeres indígenas han sufrido históricamente tasas más altas de pobreza y limitantes de derecho a la salud y educación, esto les ha causado problemas de analfabetismo y desnutrición. Asimismo,  han padecido la falta de una plena participación en la vida política de sus países, lo que ha profundizado la situación de violencia en sus entornos.

La población global de mujeres indígenas asciende a 186 millones, en México la población indígena asciende a 12 millones, siendo el 10.1% de la población total, entre ellos 6 millones 146 mil 479 son mujeres (51.1%), más del 75% se concentra en 8 estados de la República: Oaxaca, Chiapas, Veracruz, México, Puebla, Yucatán, Guerrero e Hidalgo. 

También busca promover y fortalecer procesos de justicia comunitaria para las mujeres indígenas y afromexicanas e impulsar acciones para promover su participación y representación directa en los diferentes ámbitos donde se toman las decisiones que les afectan.

Finalmente, el INPI reitera su compromiso por garantizar el ejercicio de los derechos fundamentales de las mujeres indígenas y su plena participación y representación en la vida comunitaria y en las instancias estatales y federales, en reconocimiento a la digna historia de lucha y resistencia de las mujeres indígenas de México.