Óscar Rodriguez.

En Oaxaca, una mujer mayor, identificada como Victoria Conzatti, de 103 años, es víctima de ataques y fraudes por parte de personas que se dicen sus familiares y que le quieren despojar con trampas, violencia además de fraudes de sus propiedades.

El caso ya está en manos de juzgados y de la Fiscalía General de Justicia, además de la Contraloría estatal por la forma en que los falsos familiares de la mujer, adulta mayor,  tratan de apoderarse de sus bienes.

Primero trataron de usurpar su identidad y firma para tener poderes legales y luego cometieron acciones de corrupción, denunció Jorge Merlo  verdadero nieto de la víctima.

El caso ha causado mucha polémica, hasta en redes sociales  donde se hizo viral la historia, ante el fraude inmobiliario que pretende cometer en contra la mujer, sus falsos nietos.

Doña Victoria  y su esposo Casiano Conzati, son fundadoras prácticamente de Oaxaca, benefactores de muchas personas que radican en esa ciudad.

Don Casiano Conzzaty su esposo un gran hombre, en su tiempo, tuvo una gran hacienda, que vendió y que después se convirtió en el hotel casa Conzzaty.

Antes había donado parte de sus predios para fines comunes, al ayuntamiento, sitio donde se encuentra el parque Conzzaty.

Y solo dejó antes de morir como testamento a su esposa dos propiedades. Entre ellas una casa de 500 metros cuadrados  donde habita Victoria Conzzaty y otra casona de 300 metros cuadrados que se ubica en el centro histórico de Oaxaca.

Las dos únicas propiedades y bienes,  que tiene doña Victoria Conzatty en 2010,  la sede mediante acta notarial a sus dos últimos nietos,  que en el resto de su vida la han cuidado y se preocupan de su manutención y salud.

Sin embargo, tres personas entre ellos dos doctores y su madre que se dicen hijos de uno de los hijos de doña Victoria Conzatti, resultado de un concubinato, quiere quitarle sus bienes a la mala a la mujer de 103 años.

En entrevista el único nieto de doña Victoria Jorge Merlo, refiere que pese a los alegatos y “argucias legales” que cometan quienes se dicen nietos de su abuelo, no podrán tener la posesión de los bienes de su abuela.

“Ellos presentan una escritura del 2012, es decir 2 años después de que el padre de Jorge Merlo y su abuelo, transmitieron las propiedades a nombre de su prima Elizabeth y su persona, propiedad que respetamos como lugar donde vive mi abuela”, refiere.

“Mi abuela es propietaria de los bienes y yo  y mi prima tendremos la posesión de los mismos, cuando mi abuela fallezca, pero mi abuela se encuentra bien de salud y se cuida incluso de no ser contagiada por el Covid-19”.

Denuncia que mediante “trampas” legales, los hijos fuera del matrimonio Conzzaty han usurpado familiaridad en la familia y cobran rentas incluso de un edificio público en Oaxaca en la zona del centro histórico, hechos por lo que hay denuncias penales en la FGJO.

DENUNCIA ROBO DE IDENTIDAD

Además como estrategia jurídica de sus abogados para provocar un fraude inmobiliario, los tres hijos y nietos del concubinato de la familia Conzatti, han denunciado un presunto robo de identidad en el Registro Civil de Oaxaca, donde dicen que desaparecieron sus nombres.

Los reclamantes presentaron documentos apócrifos en una demanda ante el Registro Civil y un acta que los ampara, sin embargo, los apellidos  relacionados con la familia Conzatty no son consecuentes.

Por tanto doña Victoria Conzzaty considera que están coludidos con autoridades, funcionarios menores e instancias oficiales.

En redes sociales circula un video en el que Victoria Conzatti comparte su experiencia, también asegura que Caleb Herculano Conzatti Martínez y Asmar no son sus familiares. Por tanto, no pueden reclamar derecho alguno sobre las propiedades.

En relación a este hecho la Contraloría de Oaxaca, investiga a los funcionarios que intervinieron en la presunta alteración de la identidad de los quejosos.

Los bienes de doña Victoria Conzatti están valuados en 70 millones de pesos  y son un edificio se encuentra en la calle Morelos 900 y  una casa a media cuadra del Jardín Conzatti en Quintana Roo 206.

Fuente: trasfondo.com.mx