La hermana mayor continúa hospitalizada grave y la de dos años, sin síntomas, ha sido dada de alta.

Por: Rodrigo Soriano

La autopsia efectuada al niño de siete años que murió el día 24 en un hospital de Oaxaca ha confirmado que la causa fue la rabia transmitida por la mordedura de un murciélago, como se presumió desde el inicio. El mismo murciélago que entró en la casa de la familia atacó también a la hermana de ocho años, que sigue hospitalizada grave en la capital oaxaqueña, mientras que la menor, de dos años, ha sido dada de alta tras tenerla en observación en los últimos días, puesto que no presentaba síntomas ni evolución alguna de la enfermedad. La deficiente atención médica recibida tras el incidente sufrido por los hermanos en Palo de Lima, una humilde comunidad rural a 100 kilómetros de la capital, ha sido la causa, según los expertos, de que la enfermedad evolucionara fatalmente. El 1 de diciembre los niños dormían cuando se coló el animal, pero acudieron a un médico privado de la zona unos días después que no les supo diagnosticar. Los dos hermanos mayores entraron al hospital Doctor Aurelio Valdevieso de Oaxaca ya graves el día de Nochebuena.

Lo ocurrido anteriormente a su ingreso hospitalario está siendo investigado. Aún se desconoce quién fue el médico que los atendió en su comunidad ni qué les diagnosticó. La autopsia efectuada el pasado día 28, cuando falleció el niño, ha disipado una de las dudas que se tenían, si efectivamente había sido la rabia o no, la causa del malestar. En el hospital La Paz, de Santo Domingo de Teojomulco, donde también los revisaron antes de ser ingresados en la capital, les dijeron que tenían una retención urinaria. El subdirector de Salud de Oaxaca, Jesús Alejandro Ramírez, ha confirmado este viernes a EL PAÍS que una muestra tomada en el tejido cerebral al niño tras fallecer detectó la rabia.

A falta de la ratificación por parte del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (Indre), “existe un preliminar de positividad“, ha señalado el subdirector. Han tenido que pasar seis días para que la familia reciba una respuesta. Al niño se le tomaron con anterioridad muestras de saliva y cuero cabelludo que dieron resultado negativo. “Eran pruebas previas, que ayudan a dar un diagnóstico”, explica Ramírez en referencia al examen que se realizó el día 24, cuando los menores fueron ingresados.

Para el epidemiólogo Adrián Sosa, consultado por este periódico, dicho resultado negativo fue un tanto extraño. “Es muy raro que no se haya detectado. Existe un riesgo de que la muestra no tenga un buen rendimiento si la toma y el transporte fueron malos”, explica Sosa, quien asegura que la autopsia era, finalmente, “la única forma” de diagnosticar con exactitud la enfermedad.

La mayor de los tres hermanos, aunque no hay pruebas concluyentes para ella, ya se da por hecho que está afectada por lo mismo. La niña se mantiene al borde de la muerte cerebral desde hace días. Se le efectuaron las mismas pruebas de cabello y saliva que también dieron negativo. La hermana menor ha corrido mejor suerte. Aunque también fue mordida por el murciélago en la mano derecha, según confirmó el subdirector de Salud de Oaxaca, no ha desarrollado síntomas, por lo que ha sido dada de alta sin hacerle pruebas. “[El ingreso] fue un mero trámite administrativo, ya tiene el alta. Fue ingresada para mantener el antecedente”, indica Ramírez.

El epidemiólogo Sosa ha explicado a este periódico que hay varias formas de obtener un resultado, aunque mantiene que las muestras del cerebro son las más seguras. “Hay afecciones que solo aparecen en el caso de la rabia. Tienen el nombre de Cuerpos de Negri [elementos presentes en neuronas infectadas] que se encuentran de manera específica en los ganglios basales [estructuras localizadas en la profundidad del encéfalo]”, resume. Otras formas de detectar esta enfermedad son la biopsia del cuero cabelludo, estudios de sangre y un método denominado impronta corneal.

El Gobierno de Oaxaca mantiene abierta una investigación para determinar si hubo negligencias en el proceso. 29 días después de que los menores fueran mordidos por un murciélago, todavía se desconoce con detalles suficientes la atención médica que recibieron y el por qué de la tardanza para llegar al hospital. Los hermanos recibieron asistencia médica hasta en tres ocasiones antes de ingresar en el hospital oaxaqueño. Aún se ignora la identidad del médico y el lugar al que fueron a recibir dicha valoración. En un primer momento, se achacaron las debilidades que presenta este caso a la pobreza en que está sumida la familia y el desconocimiento para resolver un asunto como este. También se ha cuestionado fuertemente estos días el precario sistema sanitario que presentan algunas zonas aisladas de México. La rabia es una enfermedad conocida en todo el mundo cuya cura es en estos tiempos accesible si se trata pronto y con eficacia.
Fuente: elpais.com