Tenemos las herramientas para construir un mundo mejor, pero un gran enemigo: la voraz velocidad de nuestros días. La hiperproducción enloquecida. Todo tiene que ser rápido, efectivo y generar el máximo de ganancias. Pero ¿por qué estamos bajo el influjo de ese ritmo trepidante? ¿Hacia dónde vamos? ¿Hacia dónde podríamos ir? ¿Qué tenemos que cambiar? Las preguntas brotan mientras los algoritmos mejoran, la tecnología gana terreno sin que podamos alcanzarla, la inteligencia artificial evoluciona y el poder económico se concentra. Sin lugar a dudas, estamos en un punto de inflexión, y en una carrera a contrarreloj. La inteligencia artificial está atravesada por nuevos dilemas éticos, es fundamental detenerse en todos estos aspectos, y observar a la sociedad. ¿Cuál es la diferencia entre un futuro distópico y utópico? ¿De qué somos capaces?

En colaboración con la Casa Universitaria del Libro (Casul) y la Cátedra Nelson Mandela de Derechos Humanos en las Artes.