Por: Miriam Oroz Caballero

Sonaba una jota y María Teresa San Román parecía no poder evitar dar pequeños botecitos a su pie derecho. Quizás no se daba cuenta, pero su espíritu natural no podía estarse totalmente quieto en esa silla de ruedas. En absoluto, estaba más que entrenado tras haber bailado ya 100 sanfermines. Junto a ella otras siete mujeres de su edad escuchaban la jota “Respetar a los mayores” del grupo Voces Navarras, en una celebración que pretendía precisamente eso: rendir un homenaje a las personas centenarias de Pamplona. 

El acto tuvo lugar el 12 de julio en la sala de recepciones del Ayuntamiento de Pamplona y estuvo presidido por Joseba Asiron Sáez, alcalde la ciudad. A la cita habían sido llamadas nueve personas, ocho mujeres y un hombre, que han celebrado o celebrarán este 2024 su 100 cumpleaños. Bernardo Martínez García, el único hombre de esta quinta, no pudo finalmente acudir. Pero sí lo hicieron Consuelo Zabalza Garate, Dolores Larrea Erro, Amelia García Alonso, Magdalena Pérez Albéniz, Herminia León Ruiz, Silvestra Díez Roitegui, la mencionada María Teresa San Román y la más longeva de todas ellas: María Luisa Medina, a sus 105 años. 

“La palabra clave de estos Sanfermines es la convivencia y, en esa palabra, entra también la convivencia para todas las edades”, dijo Asirón mientras habría el acto. Un evento que irónicamente comenzó con 15 minutos de retraso, dado que los taxis en los que iban las protagonistas tenían limitado el acceso a la plaza por la fiesta que continuaba en la calle. No obstante, el resto del acto se desarrolló de forma muy emotiva. Tanto el alcalde como un grupo de miembros de la Corporación municipal entregaron a las asistentes un pañuelico bordado con su nombre y un ramo de rosas rojas. La mayoría de ellas se acercaban a recoger los obsequios empujadas en las sillas de ruedas por sus familiares. Solo dos lo hicieron andando: Consuelo Zabalza Garate, y Amelia García Alonso. 

Consuelo Zabalza se presentó a sí misma rimando “la que viste y calza”, con una risa encantadora. “Nací en el Valle del Roncal, en Burgi, pero he vivido toda mi vida en Pamplona”, explicaba antes del evento. “Los Sanfermines me gustan de toda la vida. De pequeña me gustaban mucho porque les pegaba a los kilikis y a los gigantes”, añadió sonriendo. También Amelia García habló bien de los Sanfermines, de joven “subía desde San Pedro a Pamplona” para las fiestas y ayer llegó a decir “me gusta el ambiente, me gusta todo”. Además, explicó que ahora, a los jóvenes que viven los sanfermines, les diría que “disfruten, pero que sean sencillos, que no se metan con las chicas, que lo hagan bien, como debe ser”. Eso sí, sobre el homenaje en el Ayuntamiento se rió diciendo: “A mí me da mucha risa, 

Estas son solo dos de las muchas historias que las protagonistas tenían para contar, sin embargo, el resto no han podido hacer frente a la maraña del olvido y ahora no pueden conocerse.
De cualquier forma, el alcalde afirmó que los Sanfermines de ahora se construían sobre los anteriores y que “les debemos buena parte de la personalidad de la ciudad y de la personalidad de las fiestas”, añadiendo que “esta es una manera de devolverles toda esa aportación”. 

Asimismo, la celebración no acabó ahí, sino que, a lo largo del resto del día, se desarrollaron bailes y encuentros para las personas mayores de 65 años. Ciudadanos que son, según el Padrón Municipal el 23% de la población de Pamplona, es decir, 48.752 personas. 
Fuentes:
noticiasdenavarra.com