PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Amigas, amigos de Tlacolula:

Me da mucho gusto estar de nuevo con ustedes.

En efecto, estamos terminando aquí en Tlacolula una gira de tres días por Oaxaca. Y estamos informando de cómo va en estos meses el gobierno, cómo va marchando el nuevo gobierno.

Yo podría resumir diciéndoles que vamos bien y de buenas; es muy importante ir bien, pero también tener suerte; la fortuna, la suerte cuenta mucho. Maquiavelo decía que la política era virtud y era fortuna. Vamos bien y de buenas.

No han podido nuestros adversarios detener la marcha de la transformación, no han podido agruparse y conformar una reacción, un movimiento reaccionario como lo hubo después de las tres transformaciones que se han llevado a cabo en el país

Cuando se luchaba por la Independencia hubo el movimiento realista; cuando Juárez y los liberales luchaban por la Reforma hubo un movimiento conservador, reaccionario; y en la Revolución, lo mismo, se apostó a la reelección.

Ahora no, afortunadamente; hay cuestionamientos, hay oposición, pero no ha pasado a mayores. Y es muy importante tener en cuenta que se está llevando a cabo esta nueva transformación sin sobresaltos, sin violencia, de manera pacífica, porque las tres transformaciones que ha habido se tuvieron que hacer con las armas, hubo violencia; ahora tenemos la dicha enorme de poder transformar de manera pacífica. Vamos al cambio por el camino de la concordia.

Por eso desde Tlacolula un aplauso a los adversarios, que no son nuestros enemigos.

Y tenemos que garantizar el derecho a disentir, sólo en las dictaduras hay pensamiento único, la democracia es libertad, es pluralidad, es expresarse libremente y lo que estamos haciendo es construyendo una auténtica democracia, no una dictadura, es gobierno del pueblo, para el pueblo y con el pueblo.

Vamos bien en lo que tiene que ver con la administración pública. Tenemos una fórmula muy buena, una receta que cura el mal principal de México, esa receta, esa fórmula consiste en acabar con la corrupción y que no haya derroche en el gobierno, gastos superfluos, que no haya lujos en el gobierno, ni corrupción ni derroche en la administración pública. La corrupción está abolida, no se permite, está mal vista en este gobierno, no hay corrupción en la Presidencia y no va a haber corrupción en los estados ni en los municipios.

Ya estamos limpiando, barriendo de arriba para abajo, como se barren las escaleras, porque la corrupción -aunque se piense lo contrario- no se da de abajo para arriba, se da de arriba para abajo. Llegaron a decir de manera insensata que la corrupción era parte de la cultura del pueblo de México. Falso, nuestro pueblo es honesto, nuestro pueblo está lleno de valores, en nuestro pueblo hay una gran reserva de valores culturales, morales, espirituales. Los ladrones son los de arriba, no los del pueblo de México.

Por eso se va a avanzando. Esa fórmula es eficaz porque se tiene presupuesto. Si hay corrupción, nos alcanza el presupuesto, se va todo a unas cuantas manos; cuando no hay corrupción, el presupuesto rinde.

Por eso vengo a decirles que vamos a cumplir todos los compromisos, no les vamos a quedar a deber nada, nos vamos a poner al corriente con Tlacolula, con Oaxaca y con el pueblo de México. No les vamos a fallar.

Y lo otro que también ayuda mucho. Dicen los tecnócratas neoliberales, que introdujeron hasta un nuevo lenguaje en todo, que vamos a buscar ir haciendo a un lado, dicen ‘el nuevo paradigma’. Dicen, por ejemplo: ‘la visibilidad’. ¿Sí han escuchado todo eso?, ‘las políticas públicas’, cosas por el estilo y otros tecnicismos.

Bueno, pues el nuevo paradigma -parafraseando a los tecnócratas- es que haya austeridad republicana. Pero no es tan nuevo ese paradigma, eso era lo que recomendaba Juárez, decía Juárez: ‘Que el funcionario, el servidor público aprenda a vivir en la justa medianía’. Eso es la austeridad.

Me llamó la atención lo que dijo la doctora, dice: ‘Sabemos que usted está aplicando una política de austeridad, pero tome en cuenta que nos hacen falta equipos médicos, renovar los equipos del hospital’.

Bueno, la austeridad es para eso precisamente, la austeridad no es para que no se puedan comprar equipos nuevos o renovar los equipos del hospital; la austeridad es quitar los excesos, todo el gasto superfluo para que de esa manera se tenga presupuesto y se puedan comprar los equipos del hospital, para eso es la austeridad.

No es austeridad mantener los mismos equipos, que muchos están para el museo, eso no es austeridad. Austeridad es que ya no haya funcionarios -como había- que ganaban 700 mil pesos mensuales.

Sí se entiende, ¿verdad?

Austeridad es que ya no se le dé la pensión de cinco millones de pesos mensuales que recibían los expresidentes de México. Esa es austeridad.

¿Qué es austeridad?

Que nadie pueda ganar más que lo que obtiene el presidente de la República y que el actual presidente se haya bajado a menos de la mitad el sueldo de lo que ganaba el presidente Peña, sin compensaciones. Esa es austeridad.

Austeridad es no trasladarse en aviones privados, en el avión presidencial, vender todos los aviones, los helicópteros del gobierno y recorrer el país a ras de tierra. Eso es austeridad.

Austeridad es que ya no haya privilegios, que no tengan los altos funcionarios públicos atención médica privada y que se puedan hacer -como sucedía- hasta cirugías plásticas, se estiraban a costillas del erario y costaba seis mil millones de pesos al año. Eso ya se acabó, esa es austeridad.

¿De acuerdo?

Imagínense cuánto ahorro. Por eso tenemos presupuesto para aumentar la pensión a los adultos mayores al doble, ya no mil 160 pesos, dos mil 550 pesos. Eso ya no es austeridad, eso es justicia.

Por eso estamos aumentando los sueldos de los de abajo, nunca había aumentado el salario mínimo en 36 años 16 por ciento. Eso es justicia, eso se llama justicia laboral.

INTERVENCIÓN: (Inaudible)

PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Espérame, primo hermano, espérate.

Imagínense, por no derrochar el dinero, por no permitir la corrupción, ahora todos los niños y niñas pobres con discapacidad tienen una pensión. Imagínense cuánta dicha debemos de tener por eso. Un millón de niñas, niños pobres con discapacidad con una pensión de dos mil 550 pesos. Imagínense lo importante que es.

Este año se van a entregar 10 millones de becas a estudiantes. Nunca en la historia de México se había entregado tanto apoyo a los estudiantes como este año, y a las pruebas me remito. A ver, qué me digan quién. Por eso es importante acabar con la corrupción y que haya austeridad.

Vamos a atender a todos, vamos a escuchar a todos, vamos a respetar a todos, y le vamos siempre a dar la preferencia a la gente humilde. Por el bien de todos, primero los pobres.

Estamos atendiendo el problema educativo, ya dimos el primer paso, se canceló la mal llamada reforma educativa, faltan todavía otras acciones, pero ya comenzamos, ya esa pesadilla que fue la reforma educativa, ya se hizo a un lado.

Y vamos a mejorar la calidad de la enseñanza, pero no imponiendo nada, sino de común acuerdo con padres de familia, con maestras, con maestros. Decía el presidente Juárez: ‘Nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho’, ahí vamos a ir avanzando.

Son muchos los problemas, grandes, graves problemas nacionales. Decía Madero cuando enfrentó a Porfirio Díaz que el pueblo de México tenía hambre y sed de justicia. Es una frase bíblica. Bueno, pues es lo mismo ahora, el pueblo tiene hambre, tiene sed de justicia; y vamos a saciar esa hambre, esa sed de justicia, poco a poco se va a ir avanzando y se van a atender todos los problemas.

Pero vamos a darle prioridad a lo más urgente. Por eso tomé la decisión de hacer esta gira por el país a recorrer los hospitales, porque está muy mal el sistema de salud pública.

Siempre se pensaba, por las circunstancias, porque había toda una campaña en radio, en televisión, bueno hasta se pagaba publicidad para imponer la llamada reforma educativa, para desprestigiar a los maestros.

Se habló mucho de que estaba muy mal la educación, pero la verdad, la verdad, hablando en plata, está peor el sistema de salud que el sistema educativo, nada más que no se difundía nada, no se sabía nada, pero aquí me llevaría todo el día hablándoles de la corrupción en la compra de medicamentos, de las obras inconclusas, de la desarticulación del sistema de salud, por un lado el Issste y por otro lado el Seguro.

El Seguro, dos sistemas: régimen ordinario, el sistema IMSS-Bienestar, la Secretaría de Salud, también como institución normativa.

¿Saben cuántos hospitales maneja de manera directa la Secretaría de Salud federal?

Siete hospitales en todo el país y la mayoría de esos siete, en la Ciudad de México; el resto de los centros de salud y hospitales que manejaba anteriormente la Secretaría de Salud federal, en manos de los estados.

Crearon el llamado Seguro Popular, que significaba dar los servicios a los gobiernos estatales y se les entregaba una cantidad -todavía se sigue haciendo- para el mantenimiento de centros de salud, de hospitales.

¿Qué sucedía? Mucha corrupción. Y lo del Seguro Popular llegó a ser muy, muy ineficiente, ni era seguro ni era popular.

Pero ya no es el tiempo del diagnóstico, ya ahora es el tiempo de la acción, de lo que vamos a hacer para levantar al sistema de salud.

Yo les digo que conozco bien este programa de IMSS-Bienestar, porque cuando inició este programa, hace 40 años, 1979, yo era director del Instituto Nacional Indigenista en Tabasco, allá en la región maya chontal trabajé seis años en comunidades indígenas; y me tocó iniciar este programa en Tabasco, porque era yo también delegado de Coplamar.

Así surgieron las unidades médicas y los hospitales, hace 40 años empezó este servicio a funcionar, muy bien, porque ante el seguro sólo atendía al régimen ordinario y se tomó la decisión de que se diera atención a población abierta, y fue una muy buena decisión.

Y este programa es de los mejores que hay para la atención a la salud. Resistió, aguantó todo el vendaval de la política neoliberal resistió, porque hasta en el sistema ordinario, ahí subrogaron, es decir, contrataron todos los servicios, se avanzó en la privatización, entregaron hasta las guarderías a particulares. Ya ni quiero hablar de eso porque también me da tristeza por todo el daño que ocasionaron.

Bueno, pero este sistema se mantuvo 40 años, fue cambiando nada más de nombre: primero IMSS-Coplamar, luego IMSS-Solidaridad, IMSS-Progresa, IMSS-Oportunidades, IMSS-Prospera y ahora IMSS-Bienestar. Va a continuar este programa y va a mejorar el servicio.

Vamos a mejorar todo el sistema de salud, ya tomamos la decisión y se van a destinar 40 mil millones de pesos adicionales; es decir, va a aumentar el presupuesto del sector salud en 40 mil millones de pesos.

Se va a ocupar ese dinero en cuatro acciones prioritarias:

Primero, que no falten las medicinas en unidades médicas, en centros de salud, en hospitales; y que sea parejo en cuanto a los medicamentos, que todos los niveles de atención tengan las claves, las medicinas que se necesitan, porque es muy discriminatorio que, en una unidad médica rural, 120 claves; aquí en el hospital, 300; en el sistema ordinario, 600; en el sistema de atención especializada hasta mil 200 claves. No puede ser así, se tienen que tener todos los medicamentos, y esto se va a garantizar.

No es por falta de presupuesto, también debe de quedar claro. El año pasado se ejercieron 90 mil millones de pesos en compra de medicinas y de materiales de curación, y no había medicinas en centros de salud, en unidades médicas, en hospitales. Entonces, eso lo vamos a resolver.

Si hace falta adicionar más recursos para las medicinas, va a haber más recursos. Vamos a garantizar medicamentos gratuitos, se va a garantizar, como lo establece el artículo cuarto constitucional, el derecho a la salud a todo el pueblo sea derechohabiente o no sea derechohabiente.

Ya para eso se creó el Instituto de Salud para el Bienestar. Juan Ferrer, que está aquí, es el director de este instituto; y el encargado así, -porque esto no es cargos, esto es de encargos, yo no doy cargos, yo doy encargos- el encargado de que no falten las medicinas está aquí, que es el doctor Alejandro Calderón Alipi, es el que está a cargo de esto.

Así como llega la Sabritas y la Coca-Cola hasta la comunidad más apartada, así tienen que llegar los medicamentos. Me canso ganso.

Lo segundo, que no falten las enfermeras, que no falten los médicos. Miren el saldo negativo de la política neoliberal en materia educativa: estuvieron cerrando tanto las puertas a los que querían ingresar a las universidades a estudiar, por ejemplo, Medicina, que ahora, después de 36 años de esa política absurda, ahora no tenemos los médicos en México que necesitamos.

Miren el daño que causaron, porque iban a ingresar, querían estudiar mil y admitían 100 con la mentira de que no pasaban el examen de admisión, cuando no es cierto; no es que no pasaran el examen de admisión, es que no había cupo, no había espacio porque no había presupuesto suficiente para las universidades y porque había también la intención de que se impulsara la educación privada, que estudiara el que tuviera para pagar colegiatura.

Yo no estoy en contra de la educación privada, el que tiene para pagar colegiatura lo puede hacer, está en su derecho, pero el gobierno está obligado a garantizar la educación pública, gratuita, de calidad en todos los niveles escolares.

¿Qué pasó con esa política? Llegó el momento que crecía y crecía la matrícula de las universidades privadas, pero se estancó el crecimiento de los que ingresaban a universidades privadas, a las escuelas de medicina pagadas.

¿Por qué? Porque, ¿de dónde va a sacar la gente para pagar una colegiatura de tres mil, cuatro mil pesos?

Los vigilantes que trabajan aquí en el Seguro Social, por lo general… allá en Villa Alta, al vigilante le pregunté: ¿Cuánto ganas? Cuatro mil pesos mensuales.

¿De dónde va a sacar, si tiene una hija o un hijo, para pagar una colegiatura en una escuela privada?

Bueno, eso fue precisamente lo que ocasionó que ahora tengamos ese déficit, ese faltante de médicos y de especialistas.

Y luego tenemos el problema de que no quieren ir a trabajar a las comunidades, ni siquiera a los hospitales rurales, los especialistas, quieren estar en Oaxaca, quieren estar en la Ciudad de México.

¿Qué vamos a aplicar como política ahora?

Un nuevo tabulador. El especialista que quiera estar en Oaxaca, que quiera estar en la Ciudad de México está en su derecho; que se quede ahí el pediatra, pero el pediatra que trabaje en Villa Alta va a ganar más que el pediatra que trabaje en Oaxaca o en la Ciudad de México.

Ahorita estaba yo también hablando ahí, cuchicheando con Zoé y le decía: Oye: ¿Por qué no…?, porque todos los profesionistas quieren entrar al régimen ordinario, porque está mejor, ¿no?, le decía yo: ¿Por qué no pones como condición que cuando menos cinco años tienen que estar en IMSS-Bienestar?

Para fortalecer el programa IMSS-Bienestar vamos a tener médicos. En el caso del Seguro, fíjense lo que sucede, hay vacantes, pero no se tienen los médicos, no se tienen los especialistas. Esto se va a resolver. Ya nombramos a Alejandro Svarch, que es doctor, que va a hacerse cargo de este asunto, se va a encargar Alejandro de esto.

Lo tercero es que vamos a mejorar la infraestructura de salud, lo que hablábamos, la construcción o ampliación de centros de salud, unidades médicas, hospitales y el equipamiento de los hospitales. Por ejemplo, aquí hace falta, además de otros equipos que hay que reponer, hace falta ambulancia, así está en el país.

Entonces, vamos a hacer compras consolidadas; por eso esos 40 mil millones, para reponer equipos en centros de salud, en todos los hospitales. Y va a darse mantenimiento a la infraestructura de salud, para eso está encargado el arquitecto Carlos Sánchez Meneses, que me acompaña aquí.

Y el punto cuatro es el de regularizar la situación de los trabajadores de salud, porque hay más de 80 mil trabajadores de la salud trabajando como eventuales, es decir, sin plazas. Eso se va a atender. Igual, es mi palabra, se van a basificar todos los trabajadores de salud.

Para eso es ese dinero, no todo es para la basificación, es para cuatro acciones: medicinas, médicos, infraestructura y la regularización, para que se vaya basificando a quienes están por contrato.

Vamos a llevar a cabo ese programa empezando con los que tienen más antigüedad, nada de recomendados, eso ya se acabó. Le hago un llamado respetuoso a los dirigentes sindicales, nada de recomendados, porque miren, me repiten y me repiten y me repiten -yo siempre recojo los sentimientos del pueblo, por eso ando a ras de tierra- me repiten y me repiten que sólo entran a trabajar familiares y que sólo entran a trabajar recomendados. ¡Eso se va a ir al carajo ya!

Para resolver lo de la basificación está aquí el doctor Víctor Lamoyi Bocanegra, que es el secretario de Finanzas y Administración. Y vamos adelante.

¿Por qué esta basificación, este reconocimiento a ustedes, los trabajadores de la salud?

Porque les pido que nos ayuden. Todos tenemos que ayudar en la transformación, porque lo que encontramos fue un elefante echado, eso era el gobierno, un elefante echado, reumático y mañoso y hay que ponerlo de pie y hay que empujarlo para que camine.

¿Me van a ayudar a empujar el elefante?

Claro que va a caminar, van a ver, hasta va a trotar el elefante.

El gobierno va a estar al servicio del pueblo, lo vamos a hacer entre todos. Ayúdenme a que todos los programas lleguen, por eso también se tomó la determinación, ya no se va a entregar apoyo a intermediarios, va a ser directo a los beneficiarios, porque si no, no llega el apoyo, se queda en el camino o llega con moche o con piquete de ojo. Ya no va a ser así.

Todos los que tengan un derecho social, ya sea el derecho a la pensión para un adulto mayor, va a recibir de manera directa con una tarjeta su apoyo; los familiares de discapacitados, su apoyo; los becarios, directo su apoyo; los campesinos van a recibir su apoyo para la producción. Todos de manera directa.

Y ayúdenme para que se cumpla todo este plan de Bienestar. Todos tenemos que ayudar, todos tenemos que ser vigilantes, guardianes del dinero del presupuesto, que es dinero del pueblo, que es dinero sagrado. Tenemos todos que acabar con la corrupción.

Me dio mucho gusto terminar mi gira aquí en Oaxaca, en Tlacolula.

Quiero… no me importa lo que digan, ya saben que yo siempre digo lo que pienso y mi pecho no es bodega, me está ayudando mucho en Oaxaca Alejandro Murat, así como lo oyen.

Ni modo, respeto a los que piensen de otra manera, pero tengo que decir la verdad.

Nos está ayudando el gobierno de Oaxaca y estamos trabajando unidos, gobierno federal y gobierno estatal.

Y una recomendación respetuosa, cariñosa, fraterna: ya no hay que seguirnos peleando, ya nos peleamos bastante, ya no hay que pelearse.

¿Saben cuándo se puede, está permitido? Cuando vengan las elecciones, entonces cada quién de nuevo agarra su partido y vámonos. No a la confrontación política, pacífica. Cada quién a defender su partido, a defender su candidato; pasan las elecciones, la unidad de todo el pueblo.

La patria es primero.

¿Nos vamos a unir todos?

A ver, que levanten la mano los que quieran seguir peleando.

Que levanten la mano los que quieran ir al cambio, a la transformación por el camino de la concordia y de la unidad.

¡Que viva Tlacolula!

¡Que viva Oaxaca!

¡Que viva Juárez!

¡Viva México!

¡Viva México!

¡Viva México!