Por: MARTHA BÁRCENA COQUI

Esperemos de la Cumbre resultados concretos en materia de competitividad de América del Norte. Que no se agote en simbolismos

Ayer comenzó el encuentro bilateral México- EU de esta X Cumbre de Líderes de América del Norte. Hoy se celebra, la Cumbre trilateral y el miércoles 11 el segmento bilateral México- Canadá.

Los dos temas más importantes con EU son migración y seguridad. En materia migratoria, el gobierno estadounidense anunció el jueves pasado las líneas de política migratoria que aplicará en los próximos meses. Entre ellas destaca el hecho de que México aceptará hasta 30 mil deportados de Cuba, Nicaragua, Venezuela y Haití. Un número igual al de solicitudes de asilo que EU procesará de los mismos países. México no tiene las condiciones para recibir a ese número de personas en las ciudades fronterizas ya saturadas. La Casa Blanca recordó también al Congreso de EU (y a los republicanos) que no habrá una frontera segura y una migración humana y regular sin una reforma migratoria.

Con este anuncio unilateral, EU marcó su línea roja en materia de migración. En la reunión bilateral y la Cumbre, prevalecerá su narrativa. Tomó el control de la comunicación y el gobierno de México tendrá poco que decir al respecto.

En lo que toca a seguridad, el tema central es el combate al tráfico de fentanilo. La detención de Ovidio Guzmán se inscribe en esa prioridad de los EU que, hasta ahora, percibía que el gobierno de nuestro país poco comprometido en esa lucha que ha llevado a la muerte de más de 90 mil estadounidenses en el último año. Fue un error de nuestro gobierno no haber reconocido y actuado con oportunidad contra el flagelo del fentanilo que corrompe y afecta por igual a ambos países. Como  en el caso de la migración, EU marcó su línea roja. Dos puntos de posible conflicto inmediato: la extradición de Rafael Caro Quintero y la del propio Ovidio Guzmán.

Hoy se celebrará la reunión trilateral cuyo objetivo principal será evaluar los avances sobre lo acordado en la pasada reunión celebrada en 2021 en lo relativo a cambio climático, relocalización de cadenas de valor y competitividad de la región de América del Norte, tema fundamental para el futuro de México.

Para avanzar en ese objetivo debe resolverse el diferendo energético. Como dijo a la prensa el primer ministro Trudeau, México debe cumplir con las normas del pacto comercial, a fin de atraer más inversión extranjera al país.  

La celebración de la Cumbre en sí es importante como símbolo y mensaje. Esperemos que no se agote en el simbolismo y que los resultados concretos sean un paso en esa consolidación de la competitividad de la región de América del Norte.

La posición del presidente López Obrador en los últimos días ha sido menos rijosa con EU. Quizás se impuso la realidad. Quizás reconoció que la economía de México depende de EU y Canadá, que el presidente Biden ha sido mucho más eficaz y fuerte de lo que suponía Palacio Nacional, que los republicanos están profundamente divididos, que Trump es ya un lastre y no un activo. 
EMBAJADORA EMINENTE
@MARTHA_BARCENA