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Por: Gildardo Mota

A Bertha Elena Muñoz Mier se le escucha fuerte y convincente, al igual que en 2006 lo hacía ante el micrófono de Radio Universidad promoviendo la organización y resistencia civil ante los embates de los gobiernos de Ulises Ruiz Ortiz y Vicente Fox Quesada, pero esta vez es una despedida para siempre, cubierta de un discurso de conciencia social, como siempre caracterizó a la apreciada “doctora escopeta”.
Una pantalla digital, colocada a un costado de su féretro, muestra a Bertha Muñoz postrada en su cama, el video fue grabado días antes de su muerte, sus palabras son escuchadas con atención por decenas de personas presentes en la funeraria Núñez Banuet, algunos sollozos se mezclan con el mensaje final de la doctora, a quien algunos actores sociales reconocieron hasta el último momento de su vida como una verdadera luchadora social.
El cáncer pulmonar fue el único enemigo al que no pudo vencer Bertha Muñoz, no así los gobiernos de Ulises Ruiz Ortiz y Vicente Fox Quesada que pretendían aplicar en ella la ley de los tres “ierros”: destierro, encierro y entierro.
Bertha Muñoz se convirtió no solo en el conflicto político de 2006 en un símbolo social, muchos años atrás era ya un referente en la lucha sindical como trabajadora del Centro Urbano de Salud No. 1 y del Hospital Civil “Dr. Aurelio Valdivieso”, también realizó una gran aportación a la Facultad de Medicina y Cirugía de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, en calidad de catedrática, quizás por ello se escucha en el video decir a Bertha:
“Mi gran amor fue Oaxaca, no fue un amor a primera vista, fue como dice la canción, despacito se me fue metiendo en mi corazón. Amo a Oaxaca por encima de todas las cosas”. Y es que Bertha Muñoz, originaria de Michoacán y profesional de la medicina egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México, llegó a Oaxaca para quedarse y conocer sus dos pasiones: La Facultad de Medicina y Cirugía de la UABJO, y el Hospital Civil “Dr. Aurelio Valdivieso”.
En el video Bertha Muñoz pide a los presentes en su funeral que exijan al gobernador en turno que destine mayores recursos para contratar personal médico, equipo y medicamentos para el Hospital Civil “Dr. Aurelio Valdivieso”, manifiesta indignación ante la indolencia gubernamental que padece dicho nosocomio.
Hasta el último momento de su vida, Bertha Muñoz estuvo convencida de que solo la organización ciudadana puede evitar los abusos de poder, “que cada ciudadano asuma su responsabilidad para no ceder ésta a los partidos políticos, organizaciones sociales y delictuosas, que se convierta cada actor social en vigilante del interés público”.
Ni en cama la doctora Bertha dejó de ser sarcástica, en el video se le escucha decir que hay que dar las gracias a Ulises Ruiz Ortiz, “porque si no hubiera sido por sus tonterías y su camarilla no nos hubiéramos conocido, el grado de solidaridad que alcanzamos en las colonias y calles de la ciudad de Oaxaca fue gracias a Ulises, hay que mantener esa solidaridad en base al análisis y debate sobre la realidad social que hoy vive nuestro estado”.
Hay que tener las piernas bien firmes en el suelo, la cabeza alta, erguida, con el cabello entre las nubes si quieren, porque es de ahí de donde vienen nuestros sueños y los sueños junto con la realidad son muy importantes para lograr mejorar nuestro entorno; el corazón activo y la mente firme, nunca se les olvide, culmina la doctora.
La doctora Bertha falleció el 26 de julio por la noche, sus restos fueron cremados la tarde de este sábado.
Descanse en paz Bertha Elena Muñoz Mier.