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Por: Gildardo Mota
A diferencia de Nabor Cárdenas Mejorada, “Papá Nabor”, fundador de la Nueva Jerusalén, Michoacán, Jesús López Rodríguez, diputado local del PRD, no contó con el apoyo de una “vidente” para ser ungido presidente de la Junta de Coordinación Política de la LXII Legislatura Local, su arribo a la citada representación popular es circunstancial, el enfrentamiento de su homólogo y antecesor, Félix Serrano Toledo contra el Gobernador, Gabino Cué Monteagudo, le permitió llegar a esta posición.
Admirador férreo de la vida y obra de Nabor Cárdenas Mejorada, “Papá Nabor”, Jesús López Rodríguez pretende hacer de la LXII Legislatura Local su “Nueva Jerusalén”, aunque en este caso no precisamente rompería con la iglesia católica a causa de un Concilio, sino que aprovecharía el poder para dar rienda suelta a sus pasiones que se derivan de su disfuncionalidad como persona, por tal razón convirtió a “Papá Nabor” en su referente ideológico.
Las vicisitudes que durante su infancia y adolescencia enfrentó López Rodríguez en su natal Santa María Apazco, municipio perteneciente al distrito de Nochixtlán, forjaron su personalidad sui géneris, es inestable emocionalmente, su escudo es una actitud agresiva ante toda aquella persona con capacidad cognoscitiva, popular o bien parecida, quizás el paso por la industria de la construcción lo dejó marcado cual pisada de despistado en concreto fresco.
Luego de su paso como Subsecretario de Normatividad Laboral en la Secretaría del Trabajo, López Rodríguez asumió la diputación local y posteriormente la presidencia de la mesa directiva de la LXII Legislatura Local durante el primer ejercicio de gobierno, el cargo le valió imponer a su hermano, Jaime López Rodríguez, en calidad de presidente municipal de Santa María Apazco.
Ya como presidente de la JCP de la LXII Legislatura Local, López Rodríguez pretende aplicar los principios de “Papá Nabor”, para en los próximos cuatro meses hacer un imperio económico personal, como lo ha hecho en otros municipios que pertenecen al distrito de Nochixtlán, las doncellas serían un ingrediente del poder.
Y es que López Rodríguez en menos de dos años se erigió en el súper legislador, primero diputado local, luego presidente de la mesa directiva y actualmente presidente de la Junta de Coordinación Política de la LXII Legislatura Local, un simple pasante egresado de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca.
Hasta antes de arribar a la LXII Legislatura Local, López Rodríguez se caracterizó por ser un agitador social, en calidad de dirigente del FALP bloqueó calles de la ciudad de Oaxaca y oficinas de los Gobiernos Federal y Estatal, su pasó como dirigente de la desaparecida Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca le permitió ingresar al Gobierno de Gabino Cué Monteagudo en la SETRAO, su desempeño fue gris, su servilismo para con el Gobernador le permite ser diputado local.
Tras su paso como Subsecretario de Normatividad Laboral en la Secretaría del Trabajo, López Rodríguez asumió la diputación local y posteriormente la presidencia de la mesa directiva de la LXII Legislatura Local durante el primer ejercicio de gobierno, el cargo le valió imponer a su hermano, Jaime López Rodríguez, en calidad de presidente municipal de Santa María Apazco.
Ya como presidente de la JCP de la LXII Legislatura Local, López Rodríguez pretende aplicar los principios de “Papá Nabor”, para en los próximos cuatro meses hacer un imperio económico personal, como lo ha hecho en otros municipios que pertenecen al distrito de Nochixtlán, las doncellas serían un ingrediente del poder.
El referente ideológico de quien dice representar a una de las fracciones del Frente Amplio de Lucha Popular, hoy presidente de la JCP, fue un párroco de Puruarán, Michoacán, quien disintió de la iglesia católica a causa del Concilio Vaticano II, mismo que maduró la idea de crear su propia iglesia: la Nueva Jerusalén.
“Papá Nabor” aprovechó la ignorancia de un pueblo para erigirse en un “papa y santo”, cuyo poder utilizó para cometer aberraciones como violaciones a niñas y mujeres adultas, agresiones físicas, asesinatos, saqueos, fraudes y hasta desvío de recursos públicos de los Gobiernos Federal y Michoacán.
En julio de 2012, todo México y parte de la opinión pública internacional volteó los ojos hacia Michoacán, un grupo de fanáticos de la Nueva Jerusalén, en el municipio de Turicato, atendiendo la orden de la Virgen del Rosario en voz de la vidente Catalina, destruyó la escuela “Vicente Guerrero”, con el argumento de aquí allí vivía el Diablo, aunque el mal subsistía en ellos y en el creador de la citada iglesia: “Papá Nabor”.
En la novela “Cara de Diablo”, editada por Grijalbo y escrita por el periodista Jesús Lemus Barajas, se refiere clara y extensamente la creación de “la Nueva Jerusalén”, los abusos de “Papá Nabor”, así como la vida de la supuesta vidente Gabina Sánchez “Salomé”, quien en los primeros meses de 1972 conoce a Nabor Cárdenas Mejorada, la cual mediante una “visión” convirtió al entonces párroco de Puruarán en el elegido de la Virgen del Rosario.
“Papá Nabor” también enfrentó una difícil infancia y adolescencia, su padre José Cárdenas, hasta su fallecimiento, tras una discusión de sobremesa, lo agredió verbal y físicamente, al igual que hacía con su madre, la señora Carmen, acontecimientos que lo marcaron y llevaron a ingresar al Seminario de Tacámbaro, pero sólo para saciar sus bajos instintos, tal y como lo narra Jesús Lemus en “Cara de Diablo”.
López Rodríguez no esconde su admiración por “Papá Nabor”, principalmente en aquellos casos en que dicho cura aprovechó la religión para abusar sexualmente de cientos de mujeres jóvenes y adultas, independientemente de la riqueza que acumuló a lo largo de casi 35 años, su representación eclesiástica le permitió recibir un camión para “la Nueva Jerusalén” por parte del Gobierno Federal, en ese entonces encabezado por Carlos Salinas de Gortari.
La vida de “Papá Nabor” está plagada de corrupción, tráfico de influencias, abusos y demás aberraciones que han caracterizado a muchos curas, está figura emblemática que representa lo negro de la iglesia católica, es el referente ideológico de Jesús López Rodríguez, hoy presidente de la Junta de Coordinación Política de la LXII Legislatura Local, cuyo pleno sesionaría conforme a las emociones de quien nunca se vio como Diputado Local.