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Por: Cuauhtémoc Sigüenza
La primera realidad irrefutable sobre las instituciones formadoras de docentes en Oaxaca, es que son muchas, es decir que es mayor la oferta que la demanda. El promedio de alumnos atendidos por cada maestro ha ido descendiendo con los años, sobre todo por causas demográficas, y las escuelas normales no sólo han sostenido su matrícula, sino hasta la han incrementado.
Las instituciones formadoras de docentes existentes en el estado son:
Centro Regional de Educación Normal de Oaxaca. Licenciaturas en Educación Primaria y Educación Física.
Centro Regional de Educación Normal de Río Grande. Licenciaturas en Educación Preescolar y Primaria.
Escuela Normal de Educación Preescolar. Licenciatura en Educación Preescolar. ​
Escuela Normal de Educación Especial de Oaxaca. Licenciaturas en Educación Especial.
Escuela Normal Rural “VANGUARDIA” de Tamazulapan del Progreso. Licenciatura en Educación Primaria.
Escuela Normal Experimental de Teposcolula. Licenciaturas en Educación Preescolar y Primaria.
Escuela Normal Experimental de Huajuapan de León. Licenciaturas en Educación Primaria y Educación Física.
Escuela Normal Experimental “Presidente Lázaro Cárdenas” de Putla de Guerrero. Licenciaturas en Educación Preescolar, Primaria y Educación Física.
Escuela Normal Experimental “Presidente Venustiano Carranza” de San Juan Cacahuatepec. Licenciaturas en Educación Preescolar y Primaria.
Escuela Normal Urbana Federal del Istmo. Licenciaturas en Educación Preescolar y Primaria.
Escuela Normal Bilingüe Intercultural de Oaxaca. Licenciatura en Primaria Bilingüe.
Escuela Normal Superior de Oaxaca. Licenciaturas en Educación Media.
Escuela Normal Superior del Istmo de Tehuantepec. Licenciaturas en Educación Media.

Universidad Pedagógica Nacional Unidad 201. Se incluye porque en ella estudian los bachilleres sin formación pedagógica a los que se les ha otorgado una plaza docente frente a grupo. De esta manera se pretende que obtengan el perfil necesario para el desempeño de la función docente.
Sería de esperarse que con tantas normales funcionando en el estado, Oaxaca tuviera un papel destacado a nivel nacional en el renglón educativo, pero la realidad es todo lo contrario, puesto que no existe relación alguna entre el número de maestros que egresan de estas escuelas, la cantidad de alumnos que atienden (que cada vez es menor) y el rendimiento escolar.
Cada año miles de aspirantes a ingresar a estas escuelas presentan el examen de admisión. Invariablemente, después de la publicación de resultados, se organiza un movimiento estatal de rechazados que mediante marchas, plantones, bloqueos y “tomas” de oficinas públicas, logra la ampliación de la matrícula. También invariablemente las autoridades ceden a las medidas de presión, aun cuando algunos aspirantes tienen en el examen de admisión un rendimiento menor al 15 por ciento. La causa subyacente en este fenómeno es que los aspirantes a maestros consideran que estudiar en una normal les asegura la asignación de una plaza que resolverá de por vida su problema de empleo. Ha habido intentos de darle fin a este problema, como el ofrecimiento de becas a los aspirantes rechazados para que estudien en otras instituciones, pero son rechazadas porque no hay garantía de empleo al final de la carrera.
Estos movimientos de rechazados son auspiciados por la dirigencia de la Sección 22, que con el dudoso argumento de “democratizar” la educación, engrosa las filas de su militancia con gente afín a sus acciones. Existe la Coordinadora de Estudiantes Normalistas del Estado de Oaxaca (CENEO) que es parte de este entramado y que sin formar parte del sindicato, se suma habitualmente a las acciones políticas programadas por la sección. Además, sin conocimiento de causa, dogmáticamente se adhieren a las posiciones radicales en contra de la política educativa de la SEP.
Hasta hoy, todos los alumnos que logran egresar de estas escuelas pretenden que se les otorguen plazas por “asignación automática”, un esquema que la Secretaría de Educación Pública manejó durante décadas para cubrir la demanda de maestros en el país, pero que hoy ha desaparecido. Actualmente la SEP asigna a Oaxaca un número de plazas acorde a los datos reportados en la Programación Detallada (PRODET) elaborada por la Coordinación General de Planeación Educativa del IEEPO, que especifica las necesidades educativas en recursos humanos, materiales y financieros. Las plazas docentes asignadas por la SEP son insuficientes para los egresados y estos, recurriendo a marchas, plantones, bloqueos y “tomas” de oficinas, presionan para que se les concedan. Invariablemente las autoridades aceptan y se crean plazas cuyo pago se carga al déficit del IEEPO.
Otra variable del problema es la minuta de acuerdo firmada por el IEEPO y la Sección 22 que permite al trabajador de la educación que se jubila, proponer a un familiar directo para que ocupe la plaza que deja vacante. Este procedimiento indebido provoca los siguientes problemas:
Si el familiar directo no tiene el perfil requerido para el desempeño de la plaza que queda vacante, se ejecuta un proceso de cancelación creación. Por ejemplo: se cancela una plaza docente para crear una plaza administrativa en la que el familiar del jubilado pueda desempeñarse. Esto afecta al nivel educativo al que pertenece la plaza que se cancela.
La asignación de plazas a familiares directos de trabajadores jubilados entorpece la generación “natural” de plazas que podrían destinarse a egresados de escuelas normales, en el caso de educación preescolar y primaria, o de horas de incremento a los trabajadores de educación secundaria que ya se desempeñan en ese nivel.
Cuando el trabajador docente que va a jubilarse no hace la propuesta para un familiar directo, durante cierto lapso, antes de su jubilación, se le paga un concepto que se conoce como Diferencial Reestructurado (DR), que es una cantidad casi equivalente a otra plaza como la que desempeña. De esta manera, el trabajador renuncia a su “derecho” de proponer a quien lo sustituya. En la práctica, lo que resulta es que el IEEPO le paga al trabajador para poder disponer de la plaza y esto se traduce en una fuerte erogación económica que no tiene fundamento legal.
A la contratación masiva de egresados de las escuelas normales, además de las variadas formas de obtener una plaza para trabajar en el ramo educativo, se contrapone rotundamente la siguiente perspectiva estadística del Estado de Oaxaca:
Cada maestro de educación básica atiende en promedio 19 alumnos. En este aspecto Oaxaca ocupa el 5° lugar en el país.
El analfabetismo se ubica en 17 por ciento. La media nacional es de 8 por ciento y el estado se sitúa en el antepenúltimo lugar nacional.
Los problemas de reprobación y deserción escolar van en aumento.
Oaxaca es el estado de la república con el índice más alto de reprobación en educación primaria y el 5° lugar en educación secundaria.
El indicador de eficiencia terminal en educación primaria señala el 89.5 por ciento, ubicándolo en el 29° lugar; en educación secundaria el 74.5 por ciento y se ubica en el lugar 31.
En el rubro de calidad educativa Oaxaca ocupa el último lugar a nivel nacional.