Por NOÉ DOROTEO CASTILLEJOS

El 13 de julio de 2021 se inauguró en Tlacopa, Guerrero, el nuevo hospital con servicios ampliados después de quedar inconcluso durante la administración peñista; no obstante, a un mes de su apertura las autoridades municipales denunciaron que en el nosocomio faltaban médicos especialistas aun habiéndose difundido una convocatoria pública para ocupar las plazas, las cuales, hasta el momento siguen vacantes en su mayoría, al igual que las más de dos mil vacantes que el IMSS ha concursado para su adjudicación, de las que 510 plazas llevan más de tres años sin ser cubiertas.

Si bien en México existe un déficit de médicos, enfermeras y personal especializado en el ramo, estimando que a nivel nacional faltan casi 200 mil trabajadores de la salud, de los cuales 72 mil deben ser especialistas para alcanzar los estándares internacionales; lo cierto es que la carencia de personal es solo un problema al que se le suma otro mayor: la inequitativa distribución del personal médico para garantizar el derecho universal de acceso a la salud.

En efecto, como está documentado, en pleno siglo XXI existen regiones completas en las que la disposición de personal médico y específicamente el de especialidades es prácticamente inexistente. Como en el caso de la sierra de Guerrero podemos mencionar muchos otros, tristemente Oaxaca engrosa esa lista, por ejemplo, en el Hospital de la Paz de Teojomulco,

desde hace años hay plazas vacantes de ginecología y pediatría, pero no hay especialistas que acepten ir a prestar sus servicios. Lo mismo ocurre en los hospitales de Tlacotepec, Nogaltepec, Yucuxaco, Juxtlahuaca, por mencionar solo unos casos.

La concentración del personal médico y especializado en zonas urbanas es algo comprensible desde cierta perspectiva, pues la lejanía, la falta de servicios, la separación familiar y la imposibilidad de obtener ingresos ex- tras por consultas privadas es visto por muchos médicos como un sacrificio. Empero se debe ser muy enfático en este aspecto: el problema de la carencia de médicos sobre todo en las zonas marginadas y rurales, no es por culpa de los trabajadores del sector, más al contrario, como lo pudimos corroborar en carne propia, en los álgidos momentos de la pandemia por COVID19, la vocación del personal médico mexicano quedó más que demostrada; sin embargo se debe cuestionar nuevamente que la política privatizadora y mercantilista promovida por los gobiernos anteriores dejó en el abandono a vastas regiones del país en las que se ha explotado a los pasantes de medicina que prestan su servicio social.

De las políticas neoliberales, la aplicada al sector salud ha sido de las más aberrantes y catastróficas. Bajo la premisa de que «la salud debe ser para quien la pueda pagar» se ha estratificado a las personas entre quienes reciben

servicios de primera, de segunda, y de quienes definitivamente carecen de la atención más elemental. Incluso, se llegó al exceso de pagar 5 mil millones de pesos del erario para que los altos funcionarios recibieran atención médica en hospitales particulares, al mismo tiempo que más de la mitad de los mexicanos carecía de seguridad social.

En tales circunstancias, la contratación del personal médico cubano no solo es un acierto, sino una necesidad, al ser una alternativa de ofrecer servicios médicos en las zonas más pobres y apartadas que carecen del personal calificado. Práctica que valga mencionarlo, no es algo nuevo en nuestro país, pues durante décadas se han realizado por gobiernos anteriores convenios de atención en salud y educación con personal proveniente de Cuba.

A pesar de la xenofobia y el odio que la derecha mexicana intenta despertar, resulta ineludible reconocer el esfuerzo que el presidente López Obrador realiza para garantizar mejores servicios de salud, con una mayor equidad y cobertura, no por nada el sistema de salud de Cuba es reconocido por la propia Organización Mundial de la Salud como «uno de los mejores y un modelo para el mundo», en voz de su Director General Tedros Adhanom.

*Profesor Universitario y Diputado Local