Compranet y el león más peludo de todos…
Por: Verónica Malo Guzmán
Hagamos cuentas. Este año en promedio, según Compranet, el gobierno firmó 429 contratos diarios
Hagamos cuentas. Este año en promedio, según Compranet, el gobierno firmó 429 contratos diarios, lo que representa adquisiciones por 2.7 millones de pesos cada minuto. A 60 minutos la hora, estamos hablando de 3,888 millones de pesos diarios. Por 181 días (de enero a junio de 2022), suman más de 703,720,000,000.00 pesos.
Desde el 15 de este mes, la plataforma Compranet —que en su momento fue ejemplo incluso para toda América Latina— tuvo fallas y la Secretaría de Hacienda anunció que temporalmente estaría suspendida. La Coparmex y otras voces de la sociedad civil han solicitado que se restablezca a la brevedad, pues la suspensión invita a la corrupción y a la opacidad (algunas de las corruptelas de esta y otras administraciones se descubrieron gracias a que Compranet es una plataforma abierta y transparente). Esto es, no necesariamente evita la corrupción, pero al ser abierta, la disuade y es fácil poderla señalar.
Sin embargo, en el país de los otros datos, López Obrador criticó a quienes señalan como error tener sin funcionamiento a Compranet (igual que en su momento lo hizo con los que cuestionábamos su reticencia a terminar la puesta en marcha de todos los componentes del Sistema Nacional de Transparencia). No solo eso, aseveró que “el león cree que todos son peludos”, en referencia a que solo se trata de una falla momentánea, que la Cuarta Transformación se destaca por su transparencia y que los críticos, en cambio, antes practicaban la opacidad. Una lógica impecablemente… incongruente y fácilmente refutable.
Dado que a López Obrador le encantan los dichos (así sean modificados a su conveniencia), vale la pena recordarle dos: “el movimiento se demuestra andando” o “la mujer del César no solo debe ser casta, sino parecerlo”. Esto es, si quiere presumir de tener el récord en la rendición de cuentas, ya va tarde y la duda cabe. En el mismo sentido es válido decir (sin ser refrán) que “la corrupción es un mal inherente a todo gobierno que no está monitoreado por la opinión pública” (Ludwig von Mises). No basta con que el gobierno lopezobradorista presuma de barrer la corrupción, debe hacerlo; y una de las herramientas fundamentales para esto es Compranet.
Qué bueno que López Obrador instruyó al secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, explicar lo que ocurre con la plataforma. Cierto, la misma OCDE había señalado que requiere una renovación, pero nunca antes, en 26 años, las modificaciones y cambios en Compranet habían significado apagar la plataforma y, además, sin previo aviso.
Desde su lanzamiento (1996) fue ejemplo de transparencia, vanguardia y buenas prácticas para gobiernos de todo tipo. Ello no solo porque permite gestionar licitaciones; también debido a que sirve como repositorio de información para diversos procesos de compra, venta, asignaciones e invitaciones restringidas para distintos tipos de obra y servicios públicos.
La suspensión temporal de Compranet únicamente abona al sospechosismo y a la opacidad de las que habla—pero que también inició— López Obrador, quien presume de lo que carece (sí, otro dicho).
Lo cierto es que después de todos los escándalos de corrupción en contrataciones y obra pública que se le conocen a la actual administración, la suspensión (temporal o definitiva) de Compranet es un retroceso en la transparencia y rendición de cuentas. La autoridad debe explicar lo que sucedió y poner en marcha Compranet —renovado y mejorado— lo más pronto posible.
El mantener cerrado o suspendido el portal de Compranet es violar las leyes de adquisiciones y obra pública; las justificaciones ofrecidas rayan en lo absurdo. No vaya a terminar resultando que el león más peludo, el que esconde sus corruptelas, huye de la transparencia y evade el escrutinio público pertrechado en la opacidad, resulte ser este régimen federal.
POR VERÓNICA MALO GUZMÁN
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