Por Cesar Gutiérrez Priego

José Luis Cervantes Martínez, hijo del ex secretario de la Defensa Nacional en el sexenio de Zedillo, es el nuevo Fiscal General de Justicia del EDOMEX. | César Gutiérrez

En los últimos días se dio a conocer al nuevo Fiscal General de Justicia del Estado de México, ante la renuncia de Alejandro Gómez Sánchez su anterior titular. Para su designación se llevó a cabo una convocatoria. A ésta se presentaron aspirantes con diferentes perfiles para ocupar el cargo, de entre ellos salió el nuevo fiscal  para el estado de México: José Luis Cervantes Martínez.

Todo parecería un cambio normal si no fuera porque al anterior fiscal, Alejandro Gómez, le faltaban todavía dos años más en el cargo, lo que empataría los tiempos de elecciones del Estado de México y la designación de un nuevo fiscal general para el estado. Desde las altas esferas del PRI se tomó la decisión de ir preparando el terreno, ante la posible pérdida de la gubernatura en el estado, ya que todos los sondeos realizados hasta el momento no les dan la mínima posibilidad de poder retener el bastión priista más grande y poderoso de toda su historia: el Grupo Atlacomulco.

Es así como decidieron empezar a preparar el terreno ante esta posibilidad muy real. Las encuestas demuestran que el estado será peleado por el PAN y sus aliados, con el candidato Enrique Vargas del Villar, que tiene el mando del grupo parlamentario de Acción Nacional en el Estado de México y el apoyo de todos los panistas locales y nacionales. Por su parte MORENA y sus aliados no han terminado de definir a su candidato, pero se especula que será el senador Higinio Martínez Miranda.   

Ante este panorama, la maquinaria del PRI se puso a trabajar para cuidar las espaldas a quienes hoy gobiernan el Estado de México, y para que no vayan a ser imputados por algún delito, ni procesados. La hermandad del viejo PRI se puso a trabajar bajo el mando de Alberto Bazbaz Sacal, ex procurador del mismo estado de México, (recordemos que tuvo que dejar el cargo ante el escándalo de la niña Paullete Guevara en el 2010, pero siguió bajo la protección y cuidado de su cercano Grupo Atlacomulco) y el hombre fuerte junto con Enrique Peña Nieto en el CISEN. Tampoco hay que olvidar que estuvo en la UIF (Unidad de Inteligencia Financiera). Este personaje tenía el control absoluto de la seguridad nacional en el CISEN; él podía investigar a todos los que quisiera, grabar conversaciones telefónicas, videos, y un largo etcétera. Años después hemos visto algunos de estos materiales filtrados a diferentes medios de comunicación, de acuerdo a las necesidades del grupo de poder del régimen del PRI.

Sin embargo, desde el momento en que renunció el Fiscal Alejandro Gómez ya se sabía quién sería designado como nuevo fiscal. Los que conocemos de este tema lo sabemos, y qué mejor personaje que un priísta de cepa como José Luis Cervantes Martínez, hijo del ex secretario de la Defensa Nacional en el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León; personaje que encuadra bien en los hilos de poder de mafia que gobernó este país por décadas. Su árbol genealógico es grande y extenso, primo de Alfredo Castillo Cervantes, ex procurador general de justicia del Estado de México, primo a su vez de Humberto Castillejos Cervantes, ex consejero jurídico del expresidente Enrique Peña Nieto, y también familiar directo de Raul Cervantes Andrade, ex procurador general de la República en el tramo final del sexenio de Peña Nieto, y a quien querían designar como Fiscal General de la República para cuidar a todo este grupo político, pero fue desechado por el congreso federal.

Así se dio la simulación para designar al nuevo Fiscal del Estado de México. Desde el día de la renuncia del anterior fiscal, el que escribe esta columna ya sabía que el designado sería este personaje de linaje priísta e hijo del ex secretario de la Defensa Nacional Enrique Cervantes Aguirre. Él, también fue acusado por la DEA de participar en el Operativo Casa Blanca como uno de los máximos lavadores de dinero a nivel mundial, que terminó con el despido del titular de la DEA y la no acción penal en su contra; pero de haber procesado el Gobierno de los Estados Unidos al General Salvador Cien Fuegos Zepeda hubiéramos podido escuchar su nombre.

El gobierno estadounidense tiene una larga investigación de todos esos hechos imputados a altos mandos militares mexicanos. Por lo que la cúpula priista apuesta a que con el nuevo Fiscal General el manto protector del ejército mexicano y con todo el poder de la Secretaría de la Defensa Nacional apoyaría a Cervantes Martínez, que tiene la misma línea de trabajo de su padre, y pertenece a la mafia del poder. Forma parte de la hermandad dominante del Ejército ya que su padre fue el creador y jefe de todos los secretarios de la Defensa Nacional antes de la llegada del General Luis Cresencio Sandoval, con quien se rompió ese grupo de poder. Hoy, los que conforman la cofradía del poder están escondidos y agazapados al interior de la misma SEDENA, esperando retomar el poder a la primera oportunidad.

Es una realidad que el PRI nacional y el grupo Atlacomulco temen por la pérdida de su bastión más importante, ya que esto solo sería el primer paso para que desaparezca este partido político que tuvo el poder por más de setenta años. Por esta razón han traído a los mercenarios más poderosos que tienen para que les cuiden las espaldas, y desde lo institucional puedan atacar enemigos políticos, crear casos contra opositores, presionar grupos y amenazar a empresarios que no los apoyen.

El simulacro de la designación del Fiscal General del Estado de México fue como en los tiempos del PRI, una farsa para legitimar a la persona designada para hacer el trabajo sucio. Él será el encargado de utilizar todo el poder que todavía tiene el PRI para proteger a los jefes. Veremos mucho despilfarro en apoyo a este fiscal, quien será la mano de hierro que monte un manto protector para el gobernador y su círculo cercano.

Por último, no puedo dejar de mencionar el pasado que me une al actual Fiscal General del Estado de México, porque es de todos conocido. Su padre y mi padre compitieron para ser Secretarios de la Defensa Nacional. El elegido por el candidato Colosio fue mi señor padre; y el responsable del homicidio de este fue su padre, elegido por Ernesto Zedillo. Estas situaciones son causa de una enemistad grande, y terminó con las investigaciones que mi padre realizó contra la familia política de Zedillo Ponce de León (ligados con los narcotraficantes Amezcua Contreras, reyes de las metanfetaminas y líderes del Cártel de Colima, organización criminal que ahora forma parte del Cártel Jalisco Nueva Generación -CJNG-).

Esta columna habla de hechos reales y concretos, para no olvidar que hoy la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolverá el amparo de Laura Morán y Alejandra Cuevas, acusadas por el Fiscal General de la República Alejandro Gertz Manero de homicidio por omisión de cuidados. En la semana pudimos escuchar algunos audios (a partir de la intervención de las líneas telefónicas del Fiscal General). Todos estamos muy atentos, pero curiosamente las personas que Gertz Manero acusa son familiares directos consanguíneos de la esposa del actual gobernador del estado de México Alfredo del Mazo. ¿Se imaginan que todo este aparato de inteligencia que ha movido al Estado de México fuera el resultado de grabaciones ilegales al Fiscal General de la República? De continuar Gertz Manero en su cargo, tendrían que investigarlo una vez que perdiera el PRI en el Estado de México, por eso se están amparando, operando como en antaño, con todo el poder e impunidad. Se los dejo para el análisis.  
@cesargutipri