Por: JOSÉ LUIS AYOUB

A diario, desaparecen de tres a cuatro niñas, niños y adolescentes, consecuencia del crimen organizado y la violencia intrafamiliar

En este espacio hemos hablado incansablemente sobre los riesgos y consecuencias, para nuestras niñas, niños y adolescentes, de distintos comportamientos como el grooming, ciberacoso, engaños a través de videojuegos y redes sociales, que pueden desembocar en la consumación de delitos, pero también, en su desaparición.

Con datos de la Secretaría de Gobernación y la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas, de 1964 a la fecha, en México se han registrado 271,817 personas desaparecidas y no localizadas. En promedio, trece personas diarias. De ellas, hoy continúan desaparecidas 96,829 y 13,939 no localizadas. Asimismo, se han encontrado sin vida 11,181 y 149,868 con vida.

Cabe señalar que la ley distingue entre personas desaparecidas, donde hay indicios que su ausencia se relaciona con un delito y, las no localizadas, donde no existe esa evidencia.

Entonces, ¿la infancia se encuentra en riesgo? La respuesta es sí y las cifras oficiales lo confirman, ya que en nuestro país, diariamente desaparecen o no son localizadas, de tres a cuatro niñas, niños y adolescentes. Cifra que en los últimos 59 años asciendió a 76,343; de los cuales, 60,704 fueron localizados y 15,639 permanecen ausentes. Esta terrible situación se acentúa en el Estado de México, Guanajuato, Chihuahua, Nuevo León y Tamaulipas.

El estudio La infancia cuenta en México 2022: Niñez y desapariciones, elaborado por la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), nos muestra que entre las principales causas se encuentran la violencia generada por el crimen organizado, así como aquella que se origina en los hogares, lo que lleva a la niñez a buscar alternativas de sobrevivencia que, en ocasiones, resultan paradójicas.

¿En qué estamos fallando? El mismo reporte señala que la falta de atención no solo se ubica en las autoridades -especial atención en la Alerta Amber-, sino también de todas y todos nosotros que dejamos la problemática solamente a las víctimas. La falta de seguimiento a las carpetas de investigación es un grave problema ya que, generalmente, una vez que el ser humano ha sido recuperado, éstas se cierran.

Una investigación exhaustiva es requerida, toda vez que conocer los orígenes del delito puede ayudar a prevenir y elaborar políticas públicas adecuadas.

¿Cómo podemos prevenir? En principio, como adultos, debemos estar conscientes de que las desapariciones son un problema real y en crecimiento. Por ello, les comparto algunas acciones que pueden ayudar: 

1. Suena lógico, pero, en muchas partes de nuestro país, no lo es: registrar de inmediato a los recién nacidos; un niño invisible, es presa fácil para la delincuencia; 

2. Asegurarnos de que sepan su nombre completo y el de sus padres, así como domicilio y teléfono; 

3. Enseñarles, hasta el cansancio, que nunca se pueden ir con desconocidos; 

4. Si alguien quiere llevárselos, deben gritar pidiendo ayuda; y, 

5. Siempre, siempre estar atentos de ellos, un segundo basta para perderlos. Consejos básicos que pueden parecen ociosos, hasta que no lo son. Protejamos a la infancia. 

POR JOSÉ LUIS AYOUB 

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@jlayoub