Por: María de Haas

Para el Estado Mexicano es una prioridad el combate a las drogas. Prevenir y evitar el tráfico de precursores químicos esenciales utilizados en la producción, tráfico y consumo de drogas sintéticas es parte de la planeación estratégica de su seguridad nacional y de la seguridad compartida con los Estados Unidos. Por ello, son inaceptables los comentarios recientes de un legislador estadounidense y de la Administradora de la DEA, quienes han expresado que “México no hace lo suficiente” para parar el flujo del fentanilo a los Estados Unidos. Estos comentarios no solo denigran el esfuerzo interinstitucional de México, sino que pueden afectar la buena cooperación interagencial entre México y los Estados Unidos. Es necesario asimilar que detener las redes de las organizaciones delictivas que distribuyen narcóticos, depende de la efectividad de la cooperación interinstitucional, interagencial y multilateral.

Por lo anterior, el Gobierno de México ha trazado una estrategia integral para que haya una coordinación adecuada entre las instituciones de gobierno y seguridad, que ejecuta el Gabinete de Seguridad, con la directriz presidencial.

A su vez, el Grupo de Alto Nivel en Seguridad —órgano auxiliar del Consejo de Seguridad Nacional presidido por el Lic. Marcelo Ebrard Casaubon y constituido por los titulares de las Secretaría de Relaciones Exteriores, Seguridad y Protección Ciudadana, Defensa Nacional, Marina, el Centro Nacional de Inteligencia y la Guardia Nacional—, ha implementado diversas acciones para dar el seguimiento a la cooperación con las agencias estadounidenses y fortalecer la cooperación bilateral con los Estados Unidos de América en las amenazas que atañen a la seguridad compartida con ambos países, especialmente para el combate al fentanilo, la letal sustancia que se ha convertido en un riesgo para ambos pueblos.

De igual manera, con el propósito de consolidar una cooperación multilateral y regional, condición sine qua non para combatir a este flagelo de tipo trasnacional y para abordar de manera eficaz el problema de las drogas cuya escala es global, México participa activamente con países amigos en los siguientes mecanismos, en los que se ha posicionado para mitigar la producción y tráfico de drogas sintéticas, especialmente del fentanilo:

En el ámbito multilateral, México impulsa resoluciones y trabaja arduamente en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), en la junta de Jefes de Organismos encargados de Combatir el Tráfico Ilícito de Drogas de América Latina y el Caribe (HONLEA) y en la Reunión de Jefes de Organismos Nacionales. Asimismo, es parte de los Grupos de trabajo en el marco de la Convención de Palermo, así como en la Comisión de Estupefacientes (CND) y la muy importante Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE).

Asimismo, en el ámbito regional, México es parte de la Comisión Interamericana para el Control y Abuso de Drogas (CICAD), el Mecanismo de Evaluación Multilateral (MEM), el Mecanismo de Cooperación y Coordinación en Materia de Drogas (MCCMD) entre la CELAC y la Unión Europea, así como el Programa de Cooperación entre América Latina, el Caribe y la Unión Europea en Políticas sobre Drogas (COPOLAD) y el Grupo de Cooperación Internacional del Consejo de Europa sobre Drogas y Adicción (Grupo Pompidou). México continúa manteniendo una posición de liderazgo en estos foros multilaterales y regionales y eso es gracias a una política exterior sólida, actualmente vinculada a la política de seguridad nacional.

Con respecto a la cooperación trilateral con los Estados Unidos y Canadá, México es parte fundamental en el Diálogo de Norteamérica sobre Drogas Sintéticas o North American Drug Dialogue (NADD, por sus siglas en inglés). Y con respecto a la estrategia bilateral con el vecino país del norte, las instituciones mexicanas se han coordinado con agencias estadounidenses con el propósito de combatir el fenómeno narcótico, mediante el impulso del Entendimiento Bicentenario, el cual ha entrado en una segunda fase, para seguir construyendo una visión compartida del problema que ambos países enfrentan. 

Mediante este mecanismo, se ha reconocido que detectar el origen de los precursores químicos que son clave en la producción de drogas sintéticas como el fentanilo, así como su logística, y su distribución que requieren acciones de identificación y mitigación de forma corresponsable y coordinada por todos los países afectados, no sólo en las políticas de seguridad, sino también en las políticas de salud y de asistencia social. 

A diferencia de la Iniciativa Mérida, el Entendimiento Bicentenario resalta por la participación de instituciones de salud, para combatir el fenómeno de las Nuevas Sustancias Psicoactivas, pues el combate a las drogas no solo depende que los cuerpos de seguridad atiendan el problema del trasiego de drogas, sino que es necesario lograr implementar políticas integrales en los países que generan la demanda de consumo narcótico: tan importante debe ser incautar drogas sintéticas, como disminuir el número de adictos.

Asimismo, dentro del Entendimiento Bicentenario se ha logrado posicionar un tema crucial en la seguridad de los mexicanos: el vínculo que tiene el tráfico de armas ilícitas con las drogas sintéticas. El flujo de armas hacia México es un fenómeno directamente proporcional al fenómeno de producción y trasiego de drogas sintéticas que se realiza mediante la importación de precursores de uso dual, pues empodera a las organizaciones criminales para resistir la intervención del Estado Mexicano, y genera un poder de fuego que ocasiona violencia armada dirigida a los ciudadanos mexicanos, y bajas en los cuerpos federales y estatales de seguridad: los mismos que incautan las drogas sintéticas y el fentanilo. 

Si la vinculación delictiva es multidimensional, entonces, los esquemas de cooperación binacional e internacional deben ser multidimensionales. Es por ello, que el manejo de estos temas tiene gran potencial en el Entendimiento Bicentenario, mecanismo multidimensional que ha promovido un diálogo binacional para atender temas interconectados de seguridad mediante un enfoque de responsabilidad compartida que impulsa la interacción interagencial e interinstitucional.

El liderazgo impulsado por el Canciller Marcelo Ebrard Casaubón, así como el esfuerzo diario del cuerpo diplomático-consular e institucional que pone en marcha el Entendimiento Bicentenario, han logrado que México y los Estados Unidos trabajen juntos y de manera coordinada para encontrar soluciones efectivas que nos permitan sumar esfuerzos en la lucha contra las drogas sintéticas y el fentanilo y el impacto que tienen las ganancias de estas sustancias para facilitar el aumento de poder de fuego de las organizaciones criminales. Solo a través de la cooperación interinstitucional, interagencial y multilateral podremos combatir eficazmente el flagelo de las drogas sintéticas y del fentanilo que atenta contra el bienestar social. Este esfuerzo que hace México no debe ser denostado, sino continuar impulsándose para seguir trabajando con los Estados Unidos. Como ha dicho el Canciller Ebrard, México es el país que más actúa frente a la amenaza del fentanilo.

@Maria_De_Haas