Por: Álvaro Cueva

Tendría que ocurrir un verdadero cataclismo nacional para que la oposición le arrebatara a Morena el triunfo en las elecciones presidenciales de 2024.

¿Por qué? Porque le guste a quien le guste o le moleste a quien le moleste, la popularidad de Morena a nivel macro en un país democrático como éste, es indiscutible.

Que digan, que hagan, que acusen, que demuestren. No importa. Aquí hay una historia de éxito rotunda, contundente, ejemplar en un país harto de muchas, de muchísimas irregularidades históricas.

Por eso lo que se está jugando hoy es mil veces más importante que todo, que absolutamente todo lo que va a pasar en las próximas campañas presidenciales.

Cuando esto termine, cuando esto se defina, sabremos quién será la próxima presidenta o el próximo presidente de México.

Ahí está la relevancia de lo que están haciendo personalidades como Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López. Entre ellas y ellos está la buena, está el bueno.

Yo sólo le recuerdo que la historia de México siempre ha estado llena de sorpresas y que en el caso muy específico de las candidaturas de los partidos poderosos, incluyendo al mismísimo PAN, a la hora de los trancazos se fueron por los personajes menos esperados.

Por eso hay que respetar a todas y a todos los que están participando en este proceso. No vaya a ser que a esa señora a la que tanto atacaron, que ese señor del que tanto se burlaron, acabe dándole continuidad a la Cuarta Transformación.

No hay peor ciego que el que no quiere ver. Morena lo está haciendo bien y aunque hay medios e influencers que insisten en etiquetar esto como algo espantoso, al menos hasta este momento, el proceso ha brillado por su profesionalismo y por algo insólito en el universo político mexicano: la unidad.

Y si el resultado final coincide o no con las preferencias personales de Andrés Manuel López Obrador, pues qué bueno, ¿no? 

El Consejo Nacional de Morena es algo tan poderoso que evidentemente la oposición y sus aliados están desesperados. 

Quiero ver que se comente lo mismo en el caso del PRI, del PAN o de Movimiento Ciudadano. Quiero ver los mismos adjetivos y las mismas coberturas.

Obviamente eso no va a pasar, insisto, porque el futuro de México se va a resolver aquí y tan se va a resolver que hay algo que nadie ha considerado:

¿Qué va a pasar con AMLO cuando se sepa quién va a ser la candidata o el candidato de Morena? ¿Los reflectores dejarán de apuntar hacia él tal y como sucedía en el pasado?

¿Habrá una suerte de menor exposición? ¿O, de plano, la candidata o el candidato sacrificará su protagonismo en un acto de respeto al hombre que inició la 4T?

Ahí está la nota no en jugar a comparar la selección de candidatos con eventos del pasado o en inventar chistes con la palabra corcholata. 

El Consejo Nacional de Morena es uno de los eventos más importantes de 2023, un acontecimiento histórico, el principio de una nueva etapa en la historia de nuestro país.

Mucho éxito en todo lo que va a pasar a nivel proceso. Mucho éxito a todos los que van a competir. 

Y usted, prepárese porque cualquier cosa que haya observado o escuchado sobre estos personajes será poco en comparación con todo lo bueno y lo malo que va a ver y que va a oír en los próximos días. De mí se acuerda.
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