POR BENJAMÍN ROBLES MONTOYA

Las grandes conquistas democráticas en nuestro país han sido resultado de luchas sociales de muchos años, luchas que en muchos casos costaron vidas. La salida del poder del PRI y el PAN -históricamente cómplices uno del otro- y la llegada del movimiento de la Cuarta Transformación a la Presidencia de la República en la figura de Andrés Manuel López Obrador, así como la instalación de una nueva mayoría en el Congreso a partir de 2018, son también resultado de esas luchas.

Pero quienes formamos parte de este movimiento debemos tener siempre presente que lo más importante de nuestro triunfo electoral en 2018 no fue el triunfo en sí mismo, tampoco lo fue que por fin el pueblo de México echara del poder al PRIAN; lo más importante era el proyecto de nación que emprenderíamos, pues esa era y es la razón por la que queríamos llegar al poder; y es que nuestra visión no era servirnos del poder para enriquecernos robándole al pueblo, ni hacer negocios, para obtener prebendas, sino hacer realidad ese proyecto de nación que compartíamos con AMLO.

Hoy, a poco menos de un año de que concluya el sexenio de AMLO, la realidad política nos llama a la reflexión de lo que está por venir, que no es otra cosa que la confrontación de dos modelos de nación. Es claro que estamos ante el reto de defender nuestro proyecto ante los embates de los opositores que pretenden regresar al viejo modelo neoliberal de corrupción y privilegios para la oligarquía.

En diversas ocasiones y espacios he recordado que, en el pasado, una de las principales debilidades de la izquierda ha sido su división, pero cuando logramos superar esas divisiones y conformar una gran alianza, no solamente entre partidos, sino entre diversos sectores y el pueblo de México, ganamos la Presidencia de la República, las dos Cámaras del Congreso de la Unión y la mayoría de los gobiernos estatales.

Por eso, hoy, nuestro movimiento debe entender que el proceso para definir a la o el Coordinador Nacional de la Defensa de la Transformación no debe ser motivo de división, menos aun cuando el proceso se realiza con reglas claras que todas y todos aceptaron. La unidad es nuestra mejor herramienta, nuestro mejor argumento para defender los grandes logros de este gobierno y profundizar la transformación que juntas y juntos estamos llevando a cabo.

El PT ha sido aliado de AMLO desde su candidatura al gobierno de la CDMX en el 200 y luego en su primera candidatura presidencial en 2006, desde entonces lo hemos acompañado y tras su llegada a la presidencia hemos sido defensores de la Cuarta Transformación y lo seguiremos siendo. Seremos factor de unidad, porque creemos firmemente que lo más importante es el proyecto de nación que compartimos y tenemos la convicción de que es el mejor para México.

Tengamos claro que nuestros adversarios no están en el movimiento; nuestras coincidencias son más que nuestras diferencias y nuestra diversidad de ideas no debe polarizarnos, sino enriquecernos y complementarnos. Nuestros verdaderos adversarios son quienes quieren regresar al pasado que tanto daño le hizo al país.

De no comprenderlo así estaremos poniendo en riesgo más que una elección, un proyecto de nación. 

@BenjaminRoblesM