Por: VERÓNICA MALO GUZMÁN

“Te doy cinco minutos”, le diría Gloria Trevi a Marcelo Ebrard. Y es que Trump sostuvo, ya como candidato republicano jurado a la Presidencia, que hace algunos años, cuando tenía lugar la renegociación del TMEC, amagó “al caballero que representaba al presidente de México” [refiriéndose a Ebrard].

“Él dijo: ‘me gustaría discutir esto con el presidente’ y yo le respondí: ‘tiene cinco minutos porque tengo que irme, tengo algo mucho más importante que hacer’. Y luego volvió y dijo: ‘Señor presidente, nos encantaría darle soldados para protegerlo, de forma gratuita, por supuesto’”.
Sí, ya se sabe, Trump es un bocón y más en tiempos de contienda electoral. Y todo lo que hace, según él, es lo más grandioso, increíble, único e irrepetible. Su grandísimo ego le hace pensar que todos con los que trata son fácilmente manipulables e influenciables…

Me alegro que la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum esté consciente de la personalidad que tiene el anaranjado personaje, pues es muy posible tenga que lidiar con él como presidente de los Estados Unidos. Al neoyorquino le tiene sin cuidado lo que diga o haga la ex jefa de gobierno de la CDMX, por lo que sin duda se viene un importante estira y afloje con el gobierno de EEUU en materia de tratado comercial.

Eso, entre muchos otros temas. De resultar victorioso, Donald Trump exigirá más concesiones y de preferencia sin dar nada a cambio (de hecho, contrario a la 4t, él insiste que no es tiempo de renegociar el TMEC; que no le quiere mover ni una coma…). Y hoy más que nunca se percibe lo anterior porque, aunque en algún momento sostuvo que López Obrador es su “amigou”, en esta última intervención donde mencionó a nuestro país, dijo que AMLO ya NO es presidente de México y ni siquiera tuvo la delicadeza de menionar a Sheinbaum.

Dada la furia discursiva en contra de México, tanto del aspirante presidencial norteamericano, como la de su compañero de fórmula J.D. Vance, e independientemente de la defensa que hace Claudia Sheinbaum de su futuro secretario de Economía, vale la pena ponderar el si la inclusión de Marcelo Ebrard en el futuro gabinete ayudará o si se tratará, después de todo, de una pésima apuesta en razón de que los interlocutores estadounidenses lo ven como un simple mensajero. En otras palabras, ¿Marcelo es una fortaleza o una debilidad?

Y como ya dije, si bien se entiende la defensa que hace de este personaje su próxima jefa, es necesario saber si le aporta algo al futuro gobierno del segundo piso de la Cuarta Transformación dicha protección mostrada. Máxime porque esta no se percibió ni genuina ni fuerte.

Particularmente interesante plantearse con seriedad lo anterior en razón de que Trump no ha mostrado ninguna intención por clarificar la confusión que generó el mezclar los comentarios destinados hacia el ex canciller con los que dirigía a su adversario Joe Biden. Así, aunque Trump NO se estuviera refiriendo a Marcelo, ya este político quedó permanentemente debilitado. 

Tres en Raya

-Y mientras se avizoran nubarrones por cuanto a las negociaciones comerciales con Estados Unidos, Rogelio Ramírez de la O decidió que en este preciso momento era adecuado abrir otro frente, pero ahora con China… ¿De verdad necesitamos más dificultades? 

-Ojalá que ‘de ya’, ‘o menos, como en cinco minutos’, Marcelo deje de utilizar el retoque en las fotografías que sube a redes sociales. Como esa en la que apareció este fin de semana, acompañado de su perrita, y donde el funcionario parece que tuviera 20 años y 30 kilos menos.
Fuentes:

@maloguzmanvero

heraldodemexico.com.mx