Por Ricardo Sevilla

Andrés Manuel López Obrador asumió la presidencia en 2018 y, desde entonces, se propuso realizar un cambio profundo en la política social de México. Su lema “Primero los pobres” guió y alumbró su sexenio.

AMLO, como mucha gente la llama cariñosamente, implementó diversas iniciativas que, en todo momento, buscaron mejorar la calidad de vida de los más vulnerables.

Sin duda, uno de los programas más impactantes fue el de la pensión universalpara adultos mayores, que ha beneficiado a más de 10 millones de personas, proporcionando un apoyo mensual vital.

Además, el Presidente implementó un programa similar para personas con discapacidad, asegurando ingresos básicos para este grupo vulnerable.

Aunque en la derecha intentaron desacreditarlo, jamás pudieron. Y no lo consiguieron porque el Primer mandatario trabajó todos los días a brazo partido.

Las becas educativas y el programa Jóvenes Construyendo el Futuro, por poner otro caso, abrieron puertas que estaban cerradas a estudiantes de bajos recursos, ofreciendo capacitación y un salario mínimo. Mediante esa medida, que hizoénfasis en la educación y el desarrollo juvenil ya ha comenzado a romperse el ciclo de pobreza. No son ocurrencias. Son datos duros.

El aumento del salario mínimo, en casi un 120%, definitivamente ha mejorado el poder adquisitivo de muchas personas. Pero los conservadores también intentaron regateárselo. Así son ellos: mezquinos.

Todavía, hasta hace unos días, Andrés Manuel López Obrador , presentó los avances del programa IMSS-Bienestar, que busca garantizar atención médica gratuita y de calidad en regiones marginadas.

Pero los neoliberales no se detuvieron a reflexionar sobre este paso esencial hacia una salud más equitativa. A ellos solo les importa la calumnia y la búsqueda de chayote.

Este hombre esforzado e infatigable ha dejado un legado que nadie le podrá rebatir. Y es, probablemente, el presidente más carismático, trabajador y entusiasta que haya dado la historia reciente de este país. Faltan sólo unos días para que el hombre que dijeron que se enquistaría en el poder se retire. Y en el pueblo, ya se siente un nudo en la garganta. Que se diga fuerte: lo vamos a extrañar.
Fuentes:

@sevillacritico

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