• Solidaridad, reciprocidad y trabajo en equipo lo caracterizan, señaló el secretario general de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas 
• Entregó el Premio al Servicio Social “Doctor Gustavo Baz Prada” a 225 alumnos y 120 asesores que realizaron destacadas aportaciones a la comunidad

El servicio social es una oportunidad para tomar conciencia sobre la problemática nacional y para aprender a actuar con solidaridad, reciprocidad y en equipo a fin de retribuir a la sociedad los recursos destinados a la educación pública, afirmó Leonardo Lomelí Vanegas, secretario general de la UNAM.

Durante la entrega del Premio al Servicio Social “Doctor Gustavo Baz Prada”, en la Facultad de Medicina, reconoció la labor de 225 alumnos y 120 asesores provenientes de 21 facultades y escuelas de esta casa de estudios.

“Ustedes han destacado por su entusiasta participación en programas de impacto social para las comunidades de nuestro país, por ello los felicito a nombre de la Universidad”, señaló tras otorgar medalla y diploma a cada uno de los galardonados.

El servicio social es una actividad que, además de fomentar la cooperación incluyente y la reciprocidad, les ayuda a tener mayor desarrollo profesional y humano, y a consolidar su formación académica por medio de la adquisición de nuevos conocimientos, habilidades, y la aplicación de los mismos, añadió.

“Es también una manera inmejorable de conocer el mercado de trabajo e incrementar las posibilidades de incorporarse exitosamente a él”.

La Secretaría General, a través de la Dirección General de Orientación y Atención Educativa (DGOAE), convoca anualmente a las facultades y escuelas a presentar candidatos merecedores a este premio.

El titular de la DGOAE, Germán Álvarez Díaz de León, recordó que “durante 82 años, casi un millón de estudiantes de la UNAM han realizado el servicio social. En lo que va de esta administración lo han hecho 73 mil 850 alumnos”, añadió.

Enfermería y migración

A nombre de los premiados, Gerardo Valente Hernández Limón, alumno de Enfermería de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala, narró su experiencia como enfermero en una región rural de Zongolica, Veracruz.

En ese poblado caminó hasta dos horas para dar atención médica, y enfrentó dificultades para comunicarse con personas que hablan náhuatl y reciben servicios de salud una vez cada dos meses.

“Participé en campañas de vacunación, seguimiento nutricional a menores de cinco años con desnutrición, salud bucal, seguimiento a niños y jóvenes con enfermedades que requerían atención por periodos largos, en comités de seguridad sobre primeros auxilios, en rincones de higiene en las escuelas, y en las secundarias impartí talleres sobre salud sexual”, recordó.

También a nombre de los premiados, Valery Moguel Martínez, alumna de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, relató su experiencia con migrantes.

“El servicio social me parecía un requisito para terminar mis estudios, pero realizarlo en la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (dependencia del Gobierno de la Ciudad de México) me permitió ver que nada era como yo pensaba.

“Me interesó porque atendía a la población migrante, que se enfrenta a violencia, pobreza, abandono de sus familias, usos y costumbres, y que está expuesta a la vulneración de sus derechos humanos”.

Valery participó dando asesoría a migrantes de Venezuela, Colombia, El Salvador y Haití sobre trámites migratorios.

Estuvieron presentes Germán Fajardo Dolci, director de la Facultad de Medicina; Patricia Elena Baz Gutiérrez, nieta de Gustavo Baz Prada; y los titulares de los Consejos Académicos de Área, entre otros.